El ruido es la próxima gran batalla contra la que ayuntamientos y gobiernos van a luchar en las carreteras. El exceso de decibelios ya se multa desde hace tiempo en nuestro país y en otros, pero a partir del año que viene podríamos ver muchas más sanciones de este tipo gracias a unos nuevos radares de ruido que podrían empezar a instalarse este mismo otoño.
No habrá escapatoria para los ruidosos
Esos radares no sólo van a ser capaces de medir el ruido en decibelios, si no que también pueden determinar la fuente de ese ruido y fotografiarla gracias a una cámara de 360 grados que se encargará de inmortalizar la matrícula del vehículo infractor. Son instrumentos precisos: sus cuatro micrófonos detectan los niveles de ruido diez veces por segundo y mostrar gráficamente con una línea de puntos la trayectoria de una fuente sonora que no respete los límites. Por la distribución de esos micrófonos, al radar se le ha dado el apodo de 'Medusa' en algunos informes.
La idea es atrapar a aquellos conductores que modifican componentes (como los tubos de escape) para que provoquen más ruido. Suiza y Francia ya han estado probando la eficacia de los radares en ciudades como París, Niza, Bron o Lyon (Reuters lo comentaba hace dos años), pero va a ser ahora cuando finalmente se van a utilizar para enviar multas automáticamente a los infractores.
Las sanciones por exceso de ruido en vehículos españoles dependen de cada Comunidad Autónoma y varían según donde estemos, pero en La Gaceta de Salamanca dan el ejemplo de la Comunidad de Madrid: de 90 a 600 euros por emitir demasiado ruido. Eso sí, quien pone el límite de ruido permitido es la Unión Europea con 50 decibelios de noche y 55 decibelios de día.
La instalación de este tipo de radares podría frenar la tendencia de componentes no homologados en vehículos, así como evitar que los coches deportivos que hacen más ruido vayan a demasiada velocidad por las carreteras durante la noche.
La medida ha estado haciendo pruebas con un primer radar en la carretera catalana C-31, que cruza la zona metropolitana de Barcelona paralela a la costa desde El Vendrell hasta Mataró transformándose en la Gran Vía barcelonesa en su centro.
Nuestros compañeros de Motorpasión han hablado con la Dirección General de Tráfico española, quien les ha comunicado que por el momento no hay intención de colocar esos radares de ruido en el país. Hemos actualizado la entrada para reflejar este nuevo dato. Queda pendiente saber si en Euskadi o Cataluña, comunidades con sus propias competencias de tráfico, se aplicará la medida.
Imagen | Mehrshad Rajabi
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