Se ha hablado mucho acerca de los accidentes donde los sistemas de conducción autónoma han estado presentes, aquí Tesla y Uber han sido en parte responsables de esta tecnología. Pero ahora con los recientes accidentes de Tesla donde las baterías se han reavivado, incluso días después del accidente, hay un tema del que poco se ha hablado, ya que los protocolos de emergencia no se han actualizado para el caso de accidentes de coches eléctricos.
Los coches eléctricos usan baterías de ion-litio, la misma tecnología que encontramos en las baterías de nuestros smartphones, lo que significa que son propensas a explosiones ocasionadas por sobrecalentamiento, o cuando se usan cargadores o voltajes incorrectos, aquí solo basta recodar el caso del Galaxy Note 7. Esto significa que ante el accidente de un coche eléctrico, no se deberían usar las mismas medidas que se usan en coches de combustión interna.
Las baterías y la gasolina deben ser tratadas de forma distinta
Los coches eléctricos ofrecen muchos beneficios, pero también un cambio en la forma en la que los servicios de emergencia deben actuar tras un accidente. En un incendio provocado por el choque de un coche de gasolina, con usar agua o espuma extintora se está quitando el combustible y apagando el fuego. En el caso de los coches eléctricos, las baterías en muchas ocasiones siguen almacenando energía incluso una vez que se ha apagado el fuego, por lo que los actuales protocolos de emergencia no deberían funcionar de la misma manera que en los de gasolina.
Michael Gorin, gerente del programa de tecnologías emergentes en la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, menciona que tras un accidente, lo primero debe ser identificar el tipo de vehículo, y en caso de que sea eléctrico saber dónde está la batería, que durante un accidente se vuelve una de las prioridades. El saber que se trata de un coche eléctrico, también evitaría el riesgo de accidentes en el personal de rescate, ya sea por descargas eléctricas o por movimientos involuntarios en el vehículo, ya que hay que recordar que este tipo de coches son silenciosos y no se sabe cuando aún están en marcha.
Según Gorin, se necesitan más de 9.000 litros de agua para apagar el incendio en una batería de un coche, y una vez apagada, lo mejor es no moverla ni tratar de manipularla, ya que esto ocasionaría que se vuelva a reactivar. Aquí Tesla, por ejemplo, tiene una guía de primeros auxilios para sus coches donde recomienda dejar que la batería se queme por completo antes de tratar de mover el vehículo, algo que no se hizo en los dos pasados accidentes.
Marca Doeff, experto en baterías del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, explica que las baterías sólo necesitan el oxigeno del aire y el calor para volver a encenderse. Esto significa que durante un accidente las celdas de la batería que no están dañadas, aún pueden calentarse y descargar energía almacenada, es decir, provocar un nuevo incendio. Por ello la recomendación es dejar que se descarguen por completo.
De acuerdo a cifras oficiales en Estados Unidos, en sus carreteras hay un incendio provocado por un accidente automovilístico cada tres minutos. El detalle es que se desconoce cuando se trata de un coche a gasolina, eléctrico o híbrido, lo que hace que los servicios de emergencia no sepan cómo actuar.
Según explica la propia Tesla, sus 300.000 coches circulando en Estados Unidos tienen 10 veces menos probabilidades de incendiarse que un automóvil a gasolina. La compañía explica que esto se debe a que las celdas están divididas en módulos separados, los cuales a su vez están separados por un cortafuegos que limitan el riesgo de la propagación del incendio.
Joshua Lamb, investigador del Laboratorio de Pruebas de Baterías dentro del Sandia National Laboratories, explica que hay proyectos para desarrollar baterías más seguras con menos materiales inflamables, pero esto representaría que no se pueda almacenar mucha energía en ellas, por lo que no cree que lleguen a comercializarse.
Hoy día, Estados Unidos está implementando un nuevo entrenamiento de seguridad ante los accidentes de vehículos eléctricos, los cuales se apoyan en muchas de las recomendaciones de los mismos fabricantes. Se estima que hasta el momento hay 250.000 bomberos capacitados para atender este tipo de emergencias sólo en los Estados Unidos (hay un millón de bomberos en el país). Mientras que el resto de los países donde hay presencia de coches eléctricos, no tienen o no existe este tipo de información.
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