Distraernos con el móvil en el coche —y no solo por las llamadas— es la gran plaga en seguridad vial de nuestro tiempo

El meme que te mandan por WhatsApp te puede matar mientras conduces. También, cambiar de canción en Spotify. Hace tiempo que los helicópteros no solo cazan conductores hablando por el móvil, sino manejando el dispositivo para otros asuntos. Por mucho manos libres que haya, los accidentes mortales siguen ocurriendo. Y las autoridades de medio planeta ya lo saben.

Según datos de la Dirección General de Tráfico de España (DGT), las distracciones fueron las causantes de un tercio de los accidentes mortales en el país durante 2017. De acuerdo al organismo, el uso del teléfono mientras conducimos aumenta entre tres y cuatro veces la posibilidad de choque.

Además, la DGT ha alertado de los datos de la Encuesta sobre Actitudes de los Usuarios de la Vía (ESRA) (archivo descargable .pdf), publicada en 2018 con datos recogidos entre 2015 y 2017 en 38 países. Según la ESRA, un 56 % de los españoles había asegurado usar el manos libres durante los últimos doce meses.

Pero también, un 35 % reconocía haber utilizado un teléfono sin este sistema. Un porcentaje muy similar, un 36 %, había leído un mensaje de texto o un correo electrónico mientras conducía, y un 26 % había mandado alguno de estos textos con el coche en marcha.

Pero el manos libres no es la panacea. Según la DGT, “tras un minuto y medio de hablar por el móvil (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”. También, reduce la distancia de seguridad con el vehículo que tiene delante.

El gabinete de prensa de la DGT nos explica que no tienen datos específicos de cada distracción, es decir, qué accidentes corresponden a cada uso del móvil, ya que es un “concepto global” en el que también incluyen, por ejemplo, colisionar mientras el conductor se come un bocadillo. Sin embargo, sus últimas campañas televisivas ya han advertido de los peligros de las apps del teléfono mientras conducimos.

En un spot de 2018, una voz en off decía: “El atestado determinará que ibas chateando. Se te acabaron los memes y los chistes. Tu cuerpo esperará en la morgue, solo, hasta que lo reclamen”.

En otro de la misma campaña, el conductor sobrevivía al accidente, pero el después no era mejor: medicamentos para el dolor, ingreso en la cárcel por homicidio imprudente, pérdida de la pareja y del trabajo… La voz en off terminaba diciendo: “Piénsalo dos veces antes de pisar el acelerador, tomarte esa copa o mirar el móvil”.

En 2017, la fuerza estaba en la imagen. En una conducción en apariencia tranquila por la ciudad, el cuerpo de una mujer aparece de repente sobre el parabrisas. Una voz decía: “Si al volante miras el móvil de vez en cuando, solo ves la carretera de vez en cuando”. El mensaje se repetía en las cuñas radiofónicas:

Distracciones con el móvil y accidentes de coche en el mundo

La ONG estadounidense National Safety Council (NSC), que lucha por evitar las muertes en el trabajo o la carretera a través de la investigación y la educación, quiere concienciar de que “la multitarea es un mito” y que no existe ningún “modo seguro” de usar el móvil y conducir al mismo tiempo.

Ya en 2012, el Departamento de Transporte de Estados Unidos alertaba (archivo descargable .pdf) que los conductores jóvenes (de 18 a 20 años) estaban más implicados en accidentes o casi accidentes por culpa de un teléfono móvil que los conductores mayores.

Además, la mitad de los encuestados, con independencia de la edad, afirmaba que hablar por teléfono no significaba ninguna diferencia en su forma de conducir. En cambio, un 25 % aseguraba que mandar un mensaje de texto o correo electrónico sí lo hacía, y pocos admitían que se desviaban en el carril al hablar o escribir.

Según datos de la Administración estadounidense publicados el pasado mes de abril (.pdf), 3166 personas fallecieron en 2017 dentro de un coche debido a distracciones de un conductor; esto incluye despistarse con el teléfono móvil, pero también comer, ajustar la radio o hablar con los acompañantes. Otras 599 personas que no eran ocupantes (peatones, ciclistas…) murieron en los mismos accidentes. Mientras tanto, el porcentaje de conductores que usaban el teléfono con la mano (.pdf) descendió del 3,3 % de 2016 al 2,9 % de 2017.

Francia también trabaja para concienciar sobre este asunto. De acuerdo a sus datos, uno de cada diez accidentes con heridas corporales son culpa de una conversación al volante. Hacer una llamada y leer un mensaje multiplica por tres y por veintitrés el riesgo de accidente, respectivamente. Las llamadas también reducen la información que percibimos en carretera, mientras que los mensajes hacen que dejemos de mirar la vía “durante cinco segundos”, según datos de la Administración gala.

Hace más de 5 años, la Sécurité Routière publicaba que el 61 % de los conductores de 35 años leían sus SMS mientras conducían. Y peor aún: un 76 % de los preguntados percibían el peligro de usar el teléfono al volante; en 2004 eran un 90 %. En 2013, ya alertaban sobre hacer caso al smartphone con un anuncio tan impactante como los de la DGT española:

Hablando de países vecinos, en Portugal, la Autoridad Nacional de Seguridad en Carreteras apoyaba una campaña de la principal concesionaria de autopistas del país con el siguiente lema: Offline en la conducción, online en la vida”.

¿La gente está concienciada?

Josep Camós, director de la publicación hermana de Motorpasión y profesor de formación vial, explica que hay actividades (“muy divertidas, además, cuando se hacen en grupo”) para concienciar sobre la distracción por conductas interferentes, que son aquellas que hacemos mientras conducimos y no corresponde: interactuar con el móvil, comer, buscar algo en la guantera...

Un ejemplo es el llamado test de Stroop, en el que los sujetos deben indicar el color con el que están escritas unas palabras de significado diferente. Como explica nuestro compañero Javier Jiménez en Magnet, “cuando el nombre de un color (por ejemplo ‘blanco’, ‘amarillo’ o ‘morado’) está escrito en un color distinto del que denota (por ejemplo, ‘amarillo’ escrito en tinta verde) nombrar el color de la tinta lleva más tiempo y genera más errores que cuando coinciden el nombre y el color de la tinta”.

Según nos explica Camós, el test se proyecta en pantalla para grupos, y se escoge a una persona “que sepa leer rápido”. La lectura se entorpece y así “se hace evidente la incompatibilidad” de la conducción con otras tareas.

“De todas formas”, continúa Camós, “como la mejor motivación es la que uno mismo se da, suele ocurrir que hasta el primer susto con un móvil en el coche hay conductores que no suelen reaccionar. El ‘a mí no me va a pasar’ todavía sigue teniendo demasiado peso en nuestra sociedad”.

A ello se suma que no somos iguales conduciendo. “Cada persona es diferente en materia de atención y distracción, de manera que quizá unas personas se distraigan con menor dificultad que otras, lo que denominamos propensión a un factor de riesgo, en este caso la distracción, e incluso una misma persona tiene días y días”, continúa el especialista en seguridad vial, que asegura haber visto a gente leyendo un libro mientras conducía.

Esas personas que piensan que nunca les pasará a ellos han de saber que no existe solo el riesgo de tener un accidente, sino también el riesgo de que te multen. El artículo 65.4.g) del Código de Tráfico y Seguridad Vial prohíbe la conducción “utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación”. Al ser considerada una infracción grave, habría una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné.

Qué hacer para evitar las distracciones con el móvil

De acuerdo a un reportaje de 'Informe Semanal', los agentes de Tráfico de la Guardia Civil sancionan a una media de 20 personas al día por manejar el móvil o usar auriculares mientras conducen. Si no queremos protagonizar las estadísticas, lo mejor es activar el modo conductor del móvil y no mirar este durante la conducción, como recordaba el anuncio televisivo de la DGT.

El organismo también recomienda usar el terminal solo en emergencias “y con el coche parado fuera de la calzada”. Si necesitamos Maps, hemos de calcular la ruta y activarla antes de salir, así como colocar el teléfono en un lugar donde no entorpezca la conducción.

Porque, mientras estadísticas como la de la ESRA o los accidentes por distracciones no bajen, nos tendremos que acostumbrar a que los más divertidos memes y wasaps protagonicen los anuncios de la DGT. Y no por las risas, precisamente.

Imágenes | SplitShire, Roman Pohorecki, Breakingpic

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