Este coche sabe si has bebido más de lo permitido y no te dejará conducir

Podemos llevar encima todos los sistemas de prevención de accidentes que se hayan desarrollado y estén por crear, pero lo mejor que puede ocurrir es que no nos dejen arrancar el coche si no estamos en condiciones de conducirlo. Hablamos del caso más habitual, conducir con una copa de más.

Mientras consiguen poner en práctica radares que son capaces de reconocer si superamos la tasa de alcohol, sin que nos bajemos del vehículo, algunos fabricantes - como Nissan - trabajan en analizar a la persona que está en el puesto de mando. No solo los creadores de coches, también las agencias del gobierno, como la NHTSA en Estados Unidos.

Los datos que maneja la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), agencia dependiente del gobierno de los Estados Unidos, y parte del Departamento de Transporte, nos cuentan que el 31% de los accidentes registrados en el país están relacionados con el consumo de alcohol. De ahí el desarrollo de sistemas como DADSS (Driver Alcohol Detection System for Safety program).

Doble sistema: respiración y táctil

La iniciativa apuesta por utilizar diferentes tecnologías dentro del coche para dejarlo bloqueado en el caso de que sea necesario. Principalmente hay dos sistemas para medir la cantidad de alcohol en la sangre en menos de un segundo, que podemos conocer mejor en el siguiente vídeo:


El primer sistema está colocado justo encima del volante, hacia donde respiramos si estamos en una posición normal de conducción. Se trata de un alcoholímetro que puede detectar si la persona tiene una concentración por encima de la medida máxima en todos los estados de los Estados Unidos (entendemos que 0,08 mg/L de aire espirado).

El otro sistema va alojado en un elemento cada vez más común como es el botón de arranque. Muchos coches prescinden de llave para el encendido, y en la operación de tocar la superficie del botón actuaría un sistema basado en infrarrojos.

También se estudia la forma de conocer si el conductor es un menor, y por lo tanto los valores pasan a ser más restrictivos. En el primer caso se tiene en cuenta que sea el conductor el que condiciona los valores, y no afecte si en el vehículo hay más personas que no se encuentren en condiciones para conducir.

Como era de esperar, la NHTSA se encuentra con algunos obstáculos - asociaciones de restaurantes - para conseguir llevar un sistema tan completo a vehículos reales, tampoco se está desarrollando como una obligación para poder vender un coche en los Estados Unidos.

Mientras se desarrolla la tecnología y llegan a un acuerdo todas las partes implicadas, bien pueden pasar de cinco a ocho años.

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