En el Ejército de los EEUU deben de estar muy contentos porque el encargo realizado hace diez años a Boeing funciona. A la empresa aeronaútica le encargaron un láser capaz de derribar dones y fuego de mortero y las últimas pruebas han sido todo un éxito.
El sistema, denominado High Energy Laser Mobile Demonstrator (HEL MD) y compuesto por un gran y potente láser montado en un camión, calienta el objetivo hasta hacerlo explotar, y para hacerlo funcionar basta una fuente de energía que ahora mismo utiliza gasoil común.
Para detectar el objetivo, especialmente drones incluso en situaciones de mucho viento o niebla, el sistema de Boeing recurre a un telescopio y una cámara de infrarrojos. Una vez localizado el objetivo, el encargado del láser puede ponerse a dispararlo, ojo, manejándolo con un mando de una Xbox, sin especificar si de nueva generación o no.
Pese a este gran paso, al sistema todavía le quedan años por avanzar hasta ser técnicamente viable en el campo de batalla, y el siguiente objetivo de la coalición es dotarlo de más potencia para aumentar los posibles objetivos a neutralizar.
Ver 8 comentarios