Los patinetes eléctricos han invadido las ciudades en los últimos años, para bien y para mal. Mientras que por un lado aportan más opciones de movilidad pública para no tener que recurrir a un coche propio, por otro lado pueden contribuir a que el espacio urbano se llene de este tipo de vehículos ocupando aceras y a veces abandonados. Go X y Tortoise tienen una solución: patinetes autónomos (que en realidad no son tan autónomos).
La empresa de micromovilidad Tortoise junto a la empresa de patinetes eléctricos Go X han lanzado un programa piloto a las afueras de Atlanta (Estados Unidos) con una flota de patinetes capaces de moverse solos para llegar al usuario que los llama desde la app y posteriormente volver a la base para ser limpiados y cargados.
Con esto consiguen solucionar una serie de problemas comunes en los patinetes eléctricos de uso compartido en áreas urbanas. Por ejemplo se requiere de menos personal que recoja los patinetes para recargarlos y reubicarlos. También implica que el usuario no tendrá que buscar un patinete cercano a él o caminar hasta dar con uno, sino que el propio patinete vendrá como si de un Uber se tratase.
Otro aspecto y quizás el más importante de todos es que se evita que los patinetes queden abandonados o tirados en mitad de una acera bloqueando el camino. Finalmente, se aprovecha esto para llevar los patinetes a una base donde limpiarlos y desinfectarlos por la situación actual del COVID-19.
Ruedines, cámara y un teleoperador
Ahora bien, ¿cómo lo consiguen? Por mucho que Go X anuncie la flota de patinetes como los primeros del mundo autónomos, en realidad la autonomía no es del todo cierta. Es decir, el patinete se desplaza solo por la ciudad de un punto a otro, pero no porque sepa hacerlo analizando el entorno en el que se encuentra. En su lugar hay un humano en alguna oficina de Tortoise (apunta The Verge que las oficinas están en Ciudad de México a más de 2.000 km de Atlanta) que se encarga de conducirlo como si de un coche teledirigido se tratase.
El patinete de Go X está equipado con dos ruedines especiales que levantan la rueda trasera para convertirlo en una especie de triciclo temporal. De este modo mantiene el equilibrio cuando se desplaza sin un humano encima y usando el motor de tracción de la rueda delantera. También trae una cámara en la parte frontal y diversos sensores que le permiten al teleoperador ver la calle en tiempo real y desplazar el patinete.
De momento se trata de un programa piloto en sólo una ciudad, tendremos que esperar para ver si esta alternativa al patinete eléctrico compartido tradicional gana terreno en más lugares. Si bien parece solventar algunos problemas importantes de este tipo de vehículos en áreas metropolitanas, surge la duda de cómo se puede escalar esto, ¿cuántos teleoperadores harían falta para mantener en funcionamiento decenas de miles de patinetes? Mientras tanto ver los patinetes moviéndose solos por la ciudad es desde luego una escena curiosa.
Vía | Electrek
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