Estos son los retos del Model 3 para iniciar la segunda revolución de la automoción

El tesla Model 3 ya es una realidad, y con él se acerca un poco más el sueño de que los coches eléctricos sean tan asequibles como el resto. Sin embargo y pese a algunas de las grandes características de este coche, tampoco podemos obviar que también hay otros aspectos en los que Tesla tiene aún margen de mejora. Sobre todo si quiere ser el abanderado de la segunda revolución de la automoción.

Por eso hoy vamos a repasar algunos de los retos que tiene por delante el Model 3 si quiere impulsar de verdad lo eléctrico y acercar este tipo de vehículo a las masas. ¿Hasta qué punto es suficiente la infraestructura de supercargadores? ¿Y qué hay de otros aspectos como los interiores demasiado simples o incluso el precio final?

Con este artículo no pretendemos quitarle mérito al Model 3 ni lo que está haciendo Tesla, porque Musk de verdad está impulsando muy fuerte esta denominada revolución de la automoción. Pero haber sido el que lleve las tiendas al principio de esta revolución no le garantiza ser la empresa que la culmine.

El gran problema de las infraestructuras

El plan era el siguiente: hacer un impresionante coche eléctrico deportivo, invertir los beneficios para desarrollar otro coche eléctrico más económico, y con el dinero que se gane con él hacer otro coche aún más asequible. Elon Musk lo tenía claro desde el principio, pero de nada sirve la llegada de este último coche aún más económico si no hay una buena infraestructura de cargadores que lo acompañe.

En Estados Unidos Tesla tiene una gran red de cargadores, y también podemos ver que en el centro y norte de Europa han invertido mucho en ampliarla. Pero todavía sigue habiendo países en la propia Europa que, como España, tienen una red aún demasiado pobre, y aunque esta se va a ampliar considerablemente en el próximo año, seguirá siendo inviable.

Sí, dentro de poco tendremos uno o dos supercargadores durante el camino en cualquier viaje largo que queramos hacer. Pero esta red sigue palideciendo si la comparamos, por ejemplo, con la red de gasolineras. ¿Qué pasa si en tu trayecto hay un único puesto de supercargadores y al llegar está ocupado? No tienes más alternativas que esperar, y mientras esto siga siendo así Tesla no podrá ofrecernos una alternativa realmente viable en este tipo de viajes.

Tampoco puedes prometer ser LA alternativa al coche de combustión si sólo puedes ser utilizado en uno o dos continentes. Si miramos el mapa de supercargadores veremos que más allá de Estados Unidos, Europa o el este de China y Japón práctiamente no hay nada más. Ni América Latina, ni la gran mayoría de Rusia, Canadá o Australia tienen una red de cargadores, y menos aún en otros países en desarrollo.

Por lo tanto, lo que tenemos a día de hoy es un Model 3 ideal para trayectos cortos o viajes entre grandes ciudades, pero todavía está lejos de ser una alternativa para todos y cada uno de los viajes que podríamos hacer en nuestro contaminante coche Diesel. Este es sin duda uno de los mayores retos a los que se enfrenta la empresa para convencer incluso a los que se lo pueden permitir.

¿Minimalismo interior o insuficiencia?

El concepto de Tesla para el interior de su Model 3 es el de ofrecer un espacio minimalista sin más que lo estrictamente necesario para conducir el coche. Como consecuencia, su interior no tiene no botones físicos, ni pestañas, ni rejillas, ni panel tras el volante, sólo una gran pantalla de 15 pulgadas en el centro.

Dejando atrás todo el asunto conceptual, lo que tenemos es un coche de entre 35.000 y 40.000 euros en el que para cambiar cualquier ajuste tienes que desviar la vista de la carretera y ponerte a navegar por los menús del panel principal. Por no tener, no parece haber ni rejillas frontales para el ventilador y aire acondicionado.

Posiblemente todo esto se solucione mediante los comandos de voz del sistema operativo, pero la aplicación de esta tecnología genera otras dudas muy a tener en cuenta. ¿Qué pasa si no te entiende bien a la primera? ¿Hasta qué punto y con qué precisión se podrán realizar ajustes con estos comandos de voz?

Más allá de la pantalla central, lo que personalmente me parece un error es no haber puesto un segundo panel de información tras el volante. Elon Musk se escuda en que con coches autónomos es algo prescindible, pero si a muchos ya nos costaría poder pagar el valor de partida del coche en sí, mucho más el poner los 8000 dólares extra que cuestan los dos packs que completan la conducción autónoma total.

Además, algunos agradecemos que existan botones físicos en el coche para poder tocarlos y cambiar ajustes por pura intuición y sin tener que apartar la vista de la carretera. Y también el tener la información como la velocidad o la batería justo en frente sin tener que desviar la vista. En ese aspecto yo creo que va a ser un tremendo reto para Tesla convencernos de que menos es más en el interior de un coche de casi 40.000 euros.

Ser capaces de cubrir la demanda

El Model 3 ya tiene reservadas más de 500.000 unidades, y seguramente vendan muchas más en los próximos meses. ¿Pero cuánto tiempo deberá pasar hasta que puedan cubrir toda la demanda? Musk ya ha explicado que el ritmo irá creciendo exponencialmente, pero queda por ver hasta qué punto toda esta planificación es suficiente.

Según los datos ofrecidos por la propia Tesla, si todo va bien deberían ser capaces de producir unas 300.000 unidades a lo largo de todo el 2018 para luego seguir acelerando. Por lo tanto, si reservas ahora tu Model 3 tendrás que esperar casi dos años para tenerlo. De hecho, según la propia calculadora de tiepos interna de Tesla, si reservo hoy un Model 3 no lo tendría hasta febrero del 2019.

Por lo tanto, ¿hasta qué punto es preferible lanzarte a reservar tu Model 3? ¿No sería mejor esperar a que sólo tardes unos meses en tenerlo desde que lo reservas para así poder ver cómo está para entonces la competencia? Aquí hay que tener en cuenta que Tesla es una empresa muy reciente que está aumentando su músculo de fabricación de manera impresionante en los últimos años, pero aún así da la sensación de que este aumento no es suficiente para su ritmo de lanzamientos.

¿Realmente es económico el Model 3?

Según la visión de Elon Musk, la culminación de su plan maestro llegará cuando lancen "un coche eléctrico para las masas". Por eso mismo en su día argumenté que el Model 3 no podía ser esta culminación sino un paso intermedio, porque su precio está muy lejos de convertirlo en un coche para las masas.

El Model S se ensambla en Holanda para el mercado europeo, y así consigue ahorrarse los aranceles. Habrá que ver si con el Model 3 hacen lo mismo, porque de no ser así esos 35.000 dólares podrían convertirse fácilmente en 40.000 euros, y eso con el modelo más básico y de partida.

Hay que tener en cuenta que las masas no están en el rango de precios de este Model 3, sino en el de entre 10.000 y 20.000 euros de precio. Según los estudios podrían quedarnos al menos 5 o 10 años más para que los costes de producción de las baterías permitan que los coches eléctricos cuesten lo mismo que los de combustión, por lo tanto no será hasta entonces cuando nadie pueda decir que tiene un coche para las masas.

Más allá de eso también hay que tener cuenta cuánta autonomía te da por tu dinero. Si el modelo básico hubiera tenido la autonomía de 499 kilómetros del modelo 'Long Range' entonces sí que algunos podríamos considerar que es un dinero relativamente justo, sobre todo teniendo en cuenta que esa autonomía minimizaría el problema de la escasez de supercargadores.

Pero lo que en realidad nos ofrece por ese precio son únicamente 354 kilómetros de autonomía. A ellos aún habría que restarles los de la conversión del ciclo con el que está medida a la autonomía total, y también los que se pueda llevar por delante con el tiempo y el uso la degradación de las baterías. Aunque en este aspecto de la degradación hay que decir que Tesla está haciendo un trabajo sobresaliente.

Pese a todo, el Model 3 es el comienzo de algo

Posiblemente y con todos estos retos por delante parece que el Model 3 no va a culminar la segunda revolución de la automoción. Sin embargo, eso no quita que va a ser un modelo necesario, un espejo que servirá como punto de referencia para que el resto de fabricantes siga apostando por este tipo de automoción.

Por todo ello lo que sí podemos decir es que el Model 3 sí puede suponer el inicio de la revolución. Asienta el punto de partida para los modelos de los próximos cinco años, será el rival a batir, y eso hará que el resto de fabricantes no pueda pecar de ser conformista. De nada servirá entonces sacar en 2020 un coche con el mismo precio o autonomía, habrá que hacerlo mejor.

En Xataka | El Tesla Model 3 ya es una realidad: dos modelos, Autopilot y hasta 499 kilómetros de autonomía

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