Miami ha decidido cortar por lo sano. El gobierno de la ciudad abandona el programa piloto de patinetes eléctricos, prohibiendo así su uso por parte de compañías de ridesharing. Éstas han tenido tiempo hasta hoy a las cinco de la tarde para retirar todas sus flotas de patinetes que se estaban compartiendo por la ciudad.
Fuente de ingresos, pero también fuente de riesgos
La ciudad de Florida apareció en las portadas de varios medios en 2019, cuando tuvo que retirar todos esos patinetes ante la llegada de un huracán que podría haber provocado un scooternado con esos vehículos literalmente volando y lloviendo del cielo por los fuertes vientos.
La decisión ha sido tan repentina que ha pillado completamente desprevenidas a compañías como Lyft, que tenían en marcha servicios para compartir esos patinetes en Miami. Caroline Samponaro, vicepresidenta en la compañía, ha dicho que en la empresa se sienten "extremadamente decepcionados" especialmente por "dejar a docenas de personas sin un trabajo una semana antes de acción de gracias". Otras compañías como Spin también tenían sus servicios activos en la ciudad, y estaban trabajando en cómo implementar sus sistemas de IA con cámaras para paliar los problemas que suelen dejar esos patinetes.
El problema que ha hecho tomar la decisión ha sido la poca seguridad de los patinetes, que "estaban siendo usados por niños a todas horas" según argumenta el comisario Díaz de La Portilla. Sólo otro comisario, Ken Russel, ha defendido los patinetes diciendo que eran una fuente de ingresos (2,4 millones de dólares hasta el momento) que ayudaba a financiar la creación de carriles bici.
Hay posibilidades de poder recuperar los patinetes: las compañías pueden solicitarlo y un voto favorable en el ayuntamiento podría dar luz verde a ello. Sin embargo, viendo que ese mismo ayuntamiento ha decidido acabar con esos patinetes súbitamente, el futuro inmediato no pinta demasiado bien.
Imagen | Jonas Jacobsson
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