El coche autónomo necesita los mapas más precisos de la historia y TomTom quiere ser quien los haga

TomTom intenta diversificar sus operaciones de mercado, la hemos visto sacar hasta cámaras de acción, y es que el teléfono móvil y sus aplicaciones le han mucho daño a sus negocios de navegación guiada. Más que daño, no le han dejado crecer mucho más de lo que consiguió en su época de apogeo, que no fue poco.

La empresa holandesa, como prácticamente toda la industria que rodea al mundo del automóvil, se está preparando para estar dentro de los coches autónomos, esos que se conducen solos. Pero para conocer el terreno y llegar al punto deseado, también hacen falta mapas.

Mapas que tiene que interpretar una máquina, pero mapas al fin y al cabo. No debe faltar la información de tráfico en tiempo real para ser eficiente en las rutas, e interpretar cuando debe girar para llegar a la meta.

Los vehículos autónomos van a necesitar esto, que ya lo tenemos, pero de forma bastante más detallada de la que se nos sirve actualmente. Se habla de márgenes de error por debajo del decímetro.

Los mapas más vivos de TomTom

Se supone que el vehículo inteligente tendrá mil sensores, radares y cámaras que lo hacen moverse por la carretera, pero toda información es poca para que la circulación sea segura. Se crea la necesidad de que haya un mapa vivo, actualizado al segundo por todos los vehículos que comparten la vía.

Por esto Tom Tom ya anda trabajando con un fabricante de componentes tan importante como Bosch en el desarrollo de sistemas de navegación y mapas, especialmente ideados para los vehículos inteligentes. A final de año quieren tener cubierta Alemania, para luego empezar a moverse por el resto de Europa y Estados Unidos.

Aunque los mapas que están creando ya están siendo probados en carreteras reales, ninguna de las compañías implicadas se atreve a poner una fecha real para considerarlo un producto real, y es que ni siquiera los coches autónomos tienen muy claro su hoja de ruta. Posiblemente hablamos de 2020.

Bosch está interesada en no perderse el nuevo negocio de los coches autónomos, pero al contrario que su competidor Delphi, no tienen un vehículo propio en desarrollo, y están más enfocados en componentes. Al final lo que todos quieren, incluida TomTom, es vender sus soluciones a los fabricantes de coches. Fabricantes que mueven ficha, como Daimler, Audi y BMW, muy interesados en los mapas HERE de Nokia.