Todo apunta a que las autoridades chinas van a parar el bloqueo que tienen impuesto a las consolas de videojuegos que disfrutamos en occidente, con PlayStation, Wii, y Xbox como principales afectadas. Realmente no hay nada oficial, pero así nos lo adelantan desde Wall Street Journal.
El beneficio para los compradores es obvio, ya que podrán tener acceso de forma normal a comprar consolas y títulos - ya veremos con qué condiciones o filtros -, pero la posibilidad parece más importante para la industria en sí, que se encuentra con el mercado más grande de usuarios potenciales.
La prohibición lleva impuesta desde hace algo más de catorce años, que se dice pronto, y es que en ese periodo nos hemos pasado generaciones de Xbox y PlayStation. Ha habido excepciones, como el caso de los últimos modelos en regiones como Shanghái, donde sí se ha podido comprar de forma oficial.
Las ventas en Shanghái no son buenas, por una distribución pobre de contenidos. Pero eso no significa que no haya interés, de hecho hay una feria muy importante montada para la semana que viene: ChinaJoy. En ella se encontrarán 250.000 personas interesadas, entre profesionales y visitantes.
La medida fue tomada en el año 2.000 por el ministerio de cultura chino, prohibiendo videojuegos y consolas al considerarlos un pasatiempo inútil, que afectaba a la productividad, y que el el caso de los más pequeños, tenía un efecto negativo en su desarrollo físico y mental.
Dio paso a un mercado negro de los dispositivos, y alternativas chinas de un nivel inferior. El mercado chino del videojuego se espera que sea un negocio de 22.200 millones de dólares en 2015, un 23% más que el año pasado, según Newzoo.
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