Creo que a todos nos sorprendió el Asus N10, ultraportátil de 10.2 pulgadas y el primero con gráfica ajena a placa integrada. Se presentó a principios de septiembre y aún no se sabe la fecha concreta en la que lo tendremos en las tiendas de España, aunque posiblemente aun tengamos que esperar hasta, al menos, las navidades.
El caso es que la idea de una gráfica externa en un ultraportátil es algo muy jugoso (también se puede utilizar una integrada, una Intel genérica mediante un conmutador). Su rendimiento ya ha sido probado por webs como Mobile Computer Mag, donde lo analizan con la prueba del videojuego ‘Call of Duty 4’ y cuyas exigencias son medias tirando a altas.
Para que nos hagamos una idea, el rendimiento del portátil ante dicho videojuego es muy alto para ser lo que es, un ultraportátil. Desde luego que no es la misma fluidez que podemos encontrar en un ordenador de sobremesa medianamente potente, pero a ojo se podría decir que ronda las 10 o 15 imágenes por segundo.
El rendimiento es bastante aceptable, sí, pero también hay que remarcar que la resolución a la que se juega es bastante pobre, 1024×600 píxeles, lo cual ayuda sin duda a que el juego vaya como va. Seguramente que si se ejecuta un juego de hace algunos años, no más de tres, el rendimiento sería muy aceptable, lo suficiente como para poder jugar de forma decente.
Sería un interesante debate plantear si la experiencia en el juego es lo mismo sobre una pantalla de 10.2 pulgadas o sobre un monitor de 19, 20 o 22 pulgadas, o en un portátil de 17. Pero eso es harina de otro costal, y por ahora lo que las pruebas dicen es que el Asus N10 es lo mejor en potencia gráfica en ultraportátiles. Es a día de hoy la única opción para gamers en ultraportátiles.
Vía | SlashGear.
Más información | Mobile Computer Mag
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