Después de haber repasado brevemente la historia de la Game Boy de Nintendo, hoy toca seguir con otra videoconsola portátil de esas míticas: la Game Gear de Sega. Sé que a muchos de vosotros os gusta esta máquina y alguno que otro me lo hizo saber en los comentarios del artículo dedicado a la Game Boy, así que allá vamos.
Como en los anteriores posts sobre Las consolas de tu vida, mi intención no es hacer un estudio exhaustivo sobre la portátil de Sega, sino más bien dar unas cuantas pinceladas sobre la vida y milagros de esta videoconsola.
Game Gear, la primera consola portátil de Sega
Nintendo había lanzado la línea Game & Watch antes de sacar al mercado la Game Boy, pero Sega, por contra, aterrizaba en el mundo de las portátiles directamente con su Game Gear. Fue en Octubre del año 1990 cuando esta nueva consola veía la luz por primera vez en Japón y tan solo seis meses después, en Abril del 91, llegaba a Europa y Norteamérica.
A pesar de salir al mercado solamente un año después que la Game Boy, la principal diferencia que presentaba la consola se Sega con respecto a la de Nintendo era su pantalla a todo color. Mientras la Game Boy se las tenía que apañar con una no demasiado amplia gama de grises, la Game Gear, que no dejaba de ser una Master System portátil, seguía los pasos de las otras dos portátiles a color que existían en el mercado: la Atari Lynx y la TurboExpress.
A nivel estético también presentaba una diferencia muy evidente con respecto a la Game Boy. La máquina de Nintendo era vertical, con la pantalla arriba y los botones y la cruceta abajo, mientras que la Game Gear apostaba por la fórmula usada por Atari en su Lynx: pantalla en el centro, cruceta a la izquierda y botones a la derecha.
Game Gear vs Master System
Os comentaba antes que la Game Gear no dejaba de ser una Master System en versión portátil. Lógicamente la resolución de pantalla, al ser ésta de 3,2 pulgadas, era menor que la que su hermana de sobremesa podía alcanzar. De hecho la resolución de la Game Gear era la misma que la que tenía la Game Boy. Es decir, 160 × 144 píxels.
Por contra, la portátil de Sega contaba con una paleta de colores mayor que la de la Master System, así como con la posibilidad de sonar en estéreo a través de la salida para auriculares. La consola de sobremesa de Sega sólo sacaba señal mono.
A parte de la facilidad para hacer ports de juegos de Master System para la Game Gear, existe un accesorio llamado Master Gear Converter que permite usar directamente los juegos de la consola de sobremesa en la portátil. El formato de los juegos para la Game Gear, dicho sea de paso, también es el cartucho. Y se introducían por una ranura situada en la parte superior.
En sus tripas encontramos exactamente el mismo procesador que lleva la Master System en su interior: un Zilog Z80 (8 bits). Cuenta con 8 KB de RAM y es capaz de mostrar simultáneamente en pantalla 32 de los 4.096 colores de los que dispone la consola en total. Para poder jugar teníamos que ponerle 6 pilas AA o bien conectarla a la red gracias a un transformador de corriente.
Accesorios a tutiplén
Cuando hablamos de la Game Boy vimos que se lanzaron un buen puñado de accesorios para la consola a lo largo de su historia, pero hay que decir que la Game Gear no va precisamente coja de añadidos (más arriba ya he mencionado el Master Gear Converter). Sin ánimo de repasarlos todos, voy a mencionar los dos o tres que me parecen más llamativos.
Sin duda uno de ellos es el Game Gear TV Tuner, en cual, como su propio nombre indica, no era más que un sintonizador de televisión que podíamos conectar a la consola usando la ranura para los cartuchos. Quizás no era capaz de ofrecer la mejor de las señales, pero oye, poder ver la tele en la consola no parecía mala idea.
El otro que me gustaría rescatar es el Super Wide Gear. Más que nada porque no dejaba de ser una lupa con la que podíamos hacer que la pequeña pantalla de la consola viera su tamaño aumentado de forma artificial.
Ventas y ciclo vital de la consola
Podemos decir que la Game Gear no fue un fracaso. De hecho fue una consola relativamente exitosa, aunque es cierto que fue incapaz de competir con la Game Boy, su principal adversaria. Sí se comió con patatas al resto de consolas que intentaron ser la competencia de la portátil de Nintendo, llegando a vender en total 11 millones de unidades en todo el mundo durante sus siete años de vida.
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El principal problema con el que se encontró Sega fue la falta de apoyo por parte de las compañías de desarrollo. No es que no hubiera empresas interesadas en lanzar productos para esta consola, simplemente Nintendo tenía un número mucho mayor de desarrolladoras trabajando para la Game Boy del que Sega pudo conseguir.
Como dato interesante o curioso cabe decir que a primeros de los 90, muchos años antes de que Nintendo lanzara su Nintendo DS al mercado (cosa que sucedió en el año 2004), Sega había planeado lanzar una consola con pantalla táctil a modo de sucesora de la Game Gear. Finalmente, dado el elevado precio de esta tecnología en aquellos momentos, la compañía decidió olvidar la idea y acabó lanzando en el año 1995 la Sega Nomad, que no era más que una versión portátil de la Mega Drive. Pero eso ya sería otra historia.
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