Durante las dos-tres últimas semanas han salido un par de juegos que llevaba tiempo esperando. El primero fue 'Black Myth Wukong', título que no necesita presentación y que ha conseguido 1) colocarse como el single player más jugado de la historia de Steam y 2) que me gusten los souls. El segundo ha sido 'Star Wars: Outlaws', título que, con sus más y sus menos, ha demostrado ser un buen juego. Ambos los tengo y ambos los he jugado en la nube. Y me reafirmo en mi postura: no cambio esta tecnología por nada del mundo.
Estos son mis argumentos.
Contexto. Soy un fiel defensor del juego en la nube. Uso prácticamente a diario GeForce Now en su modalidad Ultimate, me pasé bastantes juegos ('Red Dead Redemption 2' y 'Assassin's Creed: Odissey', entre otros) en Google Stadia (servicio robusto al que le falló su modelo de negocio), he jugado en la nube de Xbox, también he probado las mieles de Amazon Luna... En fin, que esta tecnología me parece el futuro de la industria, pero también creo que es, o puede ser, el presente para muchos usuarios.
¿Por qué? Porque no hay una barrera de hardware, y lo dice alguien en cuyo haber hay una PlayStation 5 y un PC con una RTX 4070. El problema que tiene el hardware es que 1) hay que tenerlo y 2) te ata a su ubicación. Cierto es que hay alternativas, como PlayStation Portal o Steam Link, pero ambas requieren tener el dispositivo matriz encendido y operativo. Con la nube basta con tener algo como un portátil con conexión a Internet o un móvil/tablet con un mando.
Tiempos de espera. Dicho lo cual, uno de los puntos que me parecen capitales a la hora de elegir la nube son los tiempos de espera. Pocas cosas son más desesperantes que comprar un juego y esperar a que se complete una deliciosa descarga de 60, 100 o 150 GB. Es el caso de 'Black Myth Wukong', por ejemplo. Por no hablar de las actualizaciones, que también se tienen que descargar e instalar. La nube te permite seleccionar el juego y lanzarlo sin tener que descargarlo, actualizarlo, etc. Está ahí, esperándote. Sin más.
Comodidad. El segundo punto es poder jugar donde buenamente quiera. Si quiero jugar en mi monitor ultrawide, lo hago en el sobremesa. Si quiero jugar tirado en el sofá en la tele, me basta con conectar el portátil por HDMI. Si la tele está ocupada, basta con coger el móvil, conectarle un mando (el de Google Stadia, por ejemplo, aunque también vale uno de PlayStation o Xbox. Yo prefiero por cable, pero también se puede usar Bluetooth) y jugar en el móvil. Si quiero jugar en la terraza, me llevo el móvil y listo.
Esa es la viva imagen de la comodidad: jugar en cualquier ubicación en la que haya una red WiFi decente. Tanto es así que, a título personal, siempre miro que un juego esté disponible en la nube antes de comprarlo. Para mí se ha convertido en un requisito indispensable.
Rendimiento. Jugar en 4K a 60 FPS (o más, dependiendo del monitor) en máxima calidad, con trazado de rayos, DLSS y una latencia inapreciable no es el futuro, es el presente. Tanto 'Black Myth Wukong' como 'Star Wars: Outlaws' se mueven a unos sólidos 70-80 FPS con todo al máximo y una latencia que, en mi caso, ronda los 20-30 milisegundos. Es un rendimiento superior en muchos aspectos a lo que ofrece mi PC y no hablemos ya de la consola.
Tenía más dudas con 'Black Myth: Wukong', por eso de que un aumento puntual de la latencia pueda hacer que un jefe te mande a tomar viento fresco y arruiné el combate, y sí, es algo que alguna vez me ha pasado, pero ha sido en momentos tan puntuales que podría contarlos con los dedos de una mano.
El problema. La altísima dependencia de una red WiFi potente y estable. No es que sea necesaria una red WiFi de 1 Gbps con un router WiFi 6 para jugar en condiciones, pero si la red es débil, la cobertura es mala, tenemos una velocidad demasiado baja o, sobre todo, mucha latencia, jugar en la nube es un dolor. Es muy frustrante, pero ningún sistema es perfecto. Es por eso que la nube no es, por ahora, una plataforma apta para todos.
Luego está el asunto de la mensualidad, algo que no se puede obviar. GeForce Now Ultimate cuesta 21,99 euros al mes, siendo este el tier más potente con resolución 4K, hasta 240 FPS, RTX, servidores RTX 4080, etc. Si pensamos jugar en un portátil modesto, en el móvil o no nos importa que la resolución sea FullHD, la modalidad prioritaria cuesta 10,99 euros al mes y es igualmente válida. Y hablo de GeForce Now porque es lo que uso, pero la suscripción es condición sine qua non para cualquier servicio en la nube.
Gameplay de Black Myth Wukong en GeForce Now
En cualquier caso, no podemos perder de vista una cosa: la suscripción no se tiene que mantener activa de por vida. Se puede desactivar y activar por meses, según tengamos o no juegos a los que jugar.
Sea como fuere, a mí la nube que no me la quiten.
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En Xataka | El mejor uso que le he podido dar a mi antiguo portátil: jugar en la nube
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