Hay cerca de 40 juegos incluidos en este texto y la mayoría de ellos han llegado al mercado (o lo tienen previsto) en un lapso de poco más de tres años. En ese tiempo ha habido hueco para que cinco juegos alcancen una nota igual o superior a 95 en Metacritic y, aquí viene lo curioso, los únicos originales de ese selecto grupo son The Last of Us y GTA V, el resto son remakes o reediciones HD para otras plataformas.
El mercado está falto de ideas, inversiones y ganas de arriesgar con proyectos que pueden acabar como el Rosario de la Aurora, así que como ocurre en el cine, ese espejo/enemigo del mundo del videojuego, el reciclaje de ideas es algo a la orden del día. El problema es que, al menos aquí, eso empieza a ser un problema preocupante.
La diferencia con Hollywood es que allí este tipo de acciones se entienden de otra forma. O se revitalizan franquicias con remakes o nuevas entregas, o directamente se salta a la coletilla del HD con una edición remasterizada en Blu-Ray que difícilmente pasará por las salas.
El problema de la industria del videojuego es que se ha agarrado a esta práctica como a un clavo ardiendo, convirtiendo las ediciones HD en una forma de rentabilizar inversiones de un año para otro, algo que no sería una queja si estas estuviesen acompañadas de nuevas propuestas o cambios realmente significativos, pero como ya habréis imaginado dista mucho de ser el caso.
Cuatro juegos, 70 pavos y a correr
La práctica más fácil es la de recopilar títulos de sagas con solera, pasarles una mano de pintura en forma de texturas renovadas y lanzar dichas colecciones al mercado como si fuesen el nuevo advenimiento de Cristo.
De esto entienden bastante los japoneses, que abrieron la lata con propuestas como ICO & Shadow of the Colossus HD Collection, Metal Gear Solid: The Legacy Collection, Zone of the Enders HD Collection, Silent Hill HD Collection o Devil May Cry HD Collection...
Todos ellos lanzados durante la pasada generación volviendo a juegos de una o dos máquinas más atrás y, si hay suerte, también recuperando los grandes clásicos que iniciaron la saga.
La idea podría haber quedado ahí, en una forma de recuperar fieles y mantenerlos ocupados durante el tramo final de PS3 y Xbox 360 mientras los estudios se centran en los lanzamientos de la ya actual generación, pero lejos de eso lo que nos hemos encontrado es un desierto en el que sólo los granos de arena superan a los refritos, y por muchos aplausos que pueda recibir, no, Halo: The Master Chief Collection no cuela como arena.
¿Pero a esto no jugué yo ayer?
Bueno, no nos pongamos melodramáticos, este tipo de reediciones son perfectas para enganchar a nuevos jugadores y que los habituales puedan disfrazarse de abuelo cebolleta replicando aquello de "todo tiempo pasado fue mejor". Es cierto, pero si la fiebre HD nos lleva a anuncios a bombo y platillo de juegos con apenas un año en el mercado ¿entonces qué?
Alguna razón habrá para que Capcom anunciase hace algunas semanas una reedición de DMC para PS4 y Xbox One, por ejemplo que las ventas se mantengan a niveles difícilmente rechazables por los altos mandamases de las compañías. Sí y no, como siempre depende del título, pero la tónica habitual es que las cifras cosechadas sean bastante anecdóticas.
El lado más negro de esos números lo ofrecen juegos como el anteriormente citado Halo: The Master Chief Collection, rozando dos millones de copias vendidas que ni de lejos se acercan a las 12 de Halo 3, título incluido en el pack. O el reciente Tomb Raider, que tiene que sumar las ediciones de esta generación y la anterior para acercarse a las cifras de la época de Tomb Raider 2.
Los que tienen suerte son los que cosecharon el éxito en el pasado y ahora vuelven a hacerlo, pero se reducen a casos aislados como GTA V, con más de 35 millones de unidades vendidas durante la pasada generación y ocho en la actual a falta de sumarle las de PC, o The Last of Us, con cinco millones y medio en PS3 y tres en PS4.
Habría que tener acceso a las cifras de ventas digitales para comprobar si el cambio de plataforma aprovechando un lavado de cara les funcionó mejor a títulos como Castlevania: Lords of Shadow – Mirror of Fate HD o Assassin's Creed Liberation HD, pero sólo con dos joyas como las incluidas en ICO & Shadow of the Colossus HD Collection encontramos un movimiento realmente acertado. Por separado en PS2 vendieron algo más de millón y medio, y juntos en PS3 se acercaron a la cifra con 1.200.000 unidades.
Aquí tenéis una tabla con los resultados más recientes y los millones de copias físicas vendidas por las entregas originales y las de las reediciones.
Juego original | Ventas | Reedición HD | Ventas |
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Suma y sigue
La diferencia con esas cifras a nivel comercial es que, por muy mal que acaben funcionando los juegos, la inversión es prácticamente mínima, así que en comparación casi todo son ganancias. Así, tras Kingdom Hearts HD 2.5 ReMIX, GTA: San Andreas HD, The Ratchet & Clank Trilogy HD o God of War Collection, se suman al carro anuncios relativamente recientes como Final Fantasy Type-0 HD, Borderlands: Remastered Edition, Homeworld Remastered, Final Fantasy X|X-2 HD Remaster. Este último ya con su segundo remake tras apuntar primero a PS3 y hacerlo ahora a PS4.
Ni siquiera a Nintendo le funciona la fórmula a las mil maravillas, y eso que al menos ellos si suelen poner cierto énfasis en entregar un juego que realmente parezca nuevo. El espejismo en Ocarina of Time para 3DS se quedó en tres millones y medio de los siete y medio que cosechó en Nintendo 64, y el The Wind Waker HD de Wii U en poco más de un millón que sabe a poco frente a los cuatro y medio que marcó en GameCube.
Siempre hay excepciones, y los siete millones y medio de la fiebre Pokémon Omega Rubí y Pokémon Zafiro Alfa (frente a los casi 16 de su lanzamiento en GBA) son buena muestra de ello, pero tampoco me parece justo meterlo en el saco de las texturas remozadas cuando aquí estamos ante el reciclaje de una historia que gana una óptica, gráficos y funcionalidades completamente nuevas.
De hecho lo comentaba en el análisis del juego de Pikachu y compañía, si todas las reediciones que venimos recibiendo durante estos últimos años mejorasen a su predecesor al mismo nivel, ahora mismo no tendría sentido que estuviese escribiendo este texto.
¿Esto ha pasado siempre?
No. La práctica se ha intensificado durante los últimos años porque los riesgos de producción son cada vez más altos, con inversiones multimillonarias y desarrollos que se alargan más que un día sin pan. Gran parte de la culpa la tenemos nosotros mismos, los jugadores, que no hemos apoyado los intentos de salirse del raíl de la industria.
¿Para qué volver a arriesgar en un Mirror's Edge que se quedó en poco más de dos millones de copias vendidas? Mejor lanzar otro FIFA, que al menos los cinco millones los supera sin despeinarse. ¿Para qué crear una nueva franquicia si el copia y pega del último Call of Duty se va a comer con patatas a Titanfall con una diferencia de 18 millones a cuatro?
Con ese riesgo en mente la anterior generación dio vida a Uncharted para que en la actual ya estemos pensando en la cuarta entrega, porque si Sunset Overdrive no llega al millón de copias vendidas, al menos Gears of War te asegurará alcanzar las seis.
Visto así es más que comprensible que los jefazos de EA, Microsoft, Sony o Ubisoft se tumben en la cama pensando que la originalidad no sólo está sobrevalorada, está más que demostrado que reparte más palos que sacos de billetes.
Viejas Glorias HD Edition
Podríamos quedarnos con el lado malo de todo esto, seguir enfurruñados hasta el punto y final, sacar las antorchas y asaltar las sedes de las compañías con nuestra frase de abuelo cebolleta predilecta, pero los jugadores a veces somos tan viva la Virgen que hasta encontramos la forma de darle la vuelta a la situación y buscar su lado positivo.
Poder disfrutar una vez más de viejas glorias como Oddworld: Abe's Oddysee, Grim Fandango, Age of Empires II, Resident Evil, Ducktales o el reciente Majora’s Mask nos parece todo un regalo, y el filón abierto por teléfonos y tablets para que juegos como Castle of Illusion, Flashback o Heroes of Might and Magic III vuelvan a copar las listas de ventas consigue incluso sacarnos una sonrisa.
Sería completa, de las de moflete a moflete y dolor en los carrillos, si a todo eso no tuviésemos que sumar las cancelaciones de remakes sin ánimo de lucro hechos por fanáticos seguidores de este o ese otro título. Acciones que las compañías deciden frenar porque prefieren dejar esos juegos apartados hasta que puedan seguir sacándoles jugo con una reedición pobremente mejorada.
¿Lo peor de todo? Que siguen sacando remakes que nadie pide y, para uno por el que llevamos años rogando, el de Final Fantasy VII, ahí sigue muerto de asco y con una reedición HD que además de cara, tiene costuras por todos los lados. O hacéis las cosas bien, o no os molestéis.
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