A pesar de los múltiples accesorios que se han lanzado para el Wiimote, que lo convierten en volante, en ballesta,... creo que muchos de ellos no aportan demasiado al funcionamiento del mando. De hecho, usos como el de volante me sigue pareciendo incómodo, por el hecho de tener los brazos levantados para usarlo.
Así, no es de extrañar que se lancen mandos como el Logitech Speed Force Wireless, ofreciendo una mejor experiencia de usuario, similar a otros controladores de este tipo que ya existen para ordenadores u otras consolas. Ahora bien, diversos factores harán que este volante no tenga demasiado éxito.
Vamos primero con las ventajas de este mando, que nos permite controlar los juegos de coches de una forma más realista. Está diseñado para poder usarlo, no solo sobre una mesa, sino también sobre las piernas si estamos sentados en el sofá. Incorpora force feedback para aumentar el realismo de la conducción.
En la contra, el Logitech Speed Force Wireless no incluye pedales, incorporando el acelerador y el freno en el propio volante, limitando bastante el posible realismo que pudiera ofrecer. Además, aunque es inalámbrico, necesitaremos un adaptador, que se conecta al puerto USB de la Wii, para usarlo.
Finalmente, de momento solo hay un juego compatible con el volante, Need for Speed Undercover, aunque se espera que aparezcan más en un futuro. Sumado al hecho que costará casi 100 euros, creo que se ve claro el poco futuro de un accesorio como este.
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