Con aires inequívocos a 'Bioshock' (especialmente a su secuela 'Infinite' en la ciudad aérea de Columbia, ya que el mundo en el que nos movemos está compuesto de una especie de archipiélago flotante del que descenderemos en el transcurso del juego), este 'Atomic Heart' ha pillado por sorpresa a la comunidad de jugadores con la llegada de unas primeras impresiones que han desvelado algunos de los secretos de sus primeras horas de juego. Lo original de su ambientación, su descarada ambición temática y visual y lo vibrante de sus mecánicas parecen ponernos frente a uno de los juegos más atractivos de este primer tramo de 2023.
Se trata del primer título del estudio afincado en Chipre Mundfish, y nos manda a un mundo distópico, en la Unión Soviética de un 1955 alternativo, donde los rusos han vencido 14 años antes a los nazis: en este mundo, la superpotencia tiene en su poder una serie de adelantos científicos de primer orden. Por una parte, el polímero, un dispositivo de almacenamiento eléctrico de plástico que ha permitido crear avanzados robots conectados por una red neuronal que les permite aprender de forma instantánea.
Por supuesto, la rebelión de los robots no tardará en llegar, y ahí empieza la acción. Antes de ponerle remedio podremos sumergirnos en un mundo vibrante y magnífico, lleno de estatuas colosales de Lenin y otros líderes del régimen ruso, y que bebe por igual tanto de la propaganda de la union soviética real como de las amenazas soterradas de distopías literarias como '1984'. El resultado, en cualquier caso, es todo un espectáculo. Hasta que empieza el caos, que llevará no solo a que veamos montones de chatarra adoptando actitudes muy agresivas, sino a que la tecnología pueda revivir a nuestros camaradas muertos: terminator más zombis, un paraíso para los amantes de los futuros / pasados poco halagüeños.
¿Cómo funciona la acción de 'Atomic Heart'?
A nuestra disposición tenemos el control de un teniente coronel de la KGB, afín al científico que inventó el polímero. Y vamos equipados con Char-les, un guante inteligente con el que llegaremos a tener hoscas conversaciones llenas de insultos y agresivos intercambios de pareceres. Pero no es lo único que podemos conseguir: al más puro estilo action RPG podremos equiparnos con multitud de armas que combinaremos con ataques cuerpo a cuerpo.
Por supuesto, las armas (que van de las tradicionales escopetas, ametralladoras y bazookas al propio Char-les) pueden ser mejorados con piezas que llevaremos a un centro comandado por una nevera con la libido desatada, lo que nos permite añadirles accesorios como bayonetas con características extraordinarias. Lo haremos a través de los típicos árboles de habilidades, y en el caso de Char-les, nuestro compañero manual se convertirá en una versátil herramienta que tanto nos da información sobre el mundo de 'Atomic Blonde' como nos proporciona poderes de congelación o antigravedad, al más puro del jugueteo con las físicas que nos brindaba 'Half-Life' o 'Portal'.
El mundo de 'Atomic' Heart es abierto, y por tanto no solo tendremos que explorarlo a trabucazo limpio, sino que pasaremos por interludios con puzles para abrir secciones secretas, zonas que superar a base de plataformeo y también niveles que podremos afrontar mediante sigilo. También habrá a nuestra disposición vehículos para recorrer grandes distancias. De momento ninguno de estos aspectos han sido desvelados en profundidad.
Esos puzles adquieren un inesperado protagonismo en las mazmorras: edificios cerrados que abriremos pirateando dispositivos cercanos y que forman desafíos autocontenidos, de nuevo recordando a 'Portal'. En estos primeros pasos en el juego se ha visto una mazmorra de muros imantados y otra construida con paneles rotatorios. Hay, al parecer, un tercer estilo para estos minijuegos, que nos proporcionarán piezas para reparar y mejorar nuestras armas si los resolvemos.
Un arranque a fuego lento, en el que solo podemos contemplar embobados el majestuso mundo que se alza ante nosotros, es el perfecto punto de partida para una fantasía semi-histórica que pronto se convierte en un auténtico festival de violencia frenética más cerca de los sangrientos y últimos 'DOOM' que de los altibajos de ritmo de un 'Far Cry'. De momento, este juego multiplatadiorma está previsto para el 21 de febrero y promete zambullirnos en una original visión distorsionada de la Guerrra Fría. Estaremos ahí, con el Char-les literalmente a mano.
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