Qué ha logrado y en qué nivel está Game Pass de Xbox un año después

Qué ha logrado y en qué nivel está Game Pass de Xbox un año después

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Qué ha logrado y en qué nivel está Game Pass de Xbox un año después

Con el lanzamiento de ‘Sea of Thieves’, la división Xbox de Microsoft tiene por delante la primera prueba de fuego de Xbox Game Pass. El servicio, lanzado hace un año bajo el sambenito del “Netflix del videojuego”, no sólo tiene que demostrar lo que ha conseguido arrastrar tras 12 meses, también si es capaz de empujar a los jugadores tradicionales hacia un nuevo modelo.

La imagen de portada es una declaración de intenciones del servicio. La tienda de videojuegos echa la persiana y los juegos van a ti en vez de tú a ellos. Aquellos que adquieren un juego de higos a brevas, y los que están al día de las novedades, tienen ahora la opción de acceder a un servicio con acceso a descargar un completo catálogo de juegos. ¿Pagar 70 euros por un juego o invertir 120 euros para acceder a más de 100? La respuesta parecía clara hace un año, pero ahora está muy cerca de ser cristalina.

Xbox Game Pass: siguiendo los pasos de Netflix

Cuando el negocio de Netflix empezó a decaer a finales del 2011, sus responsables llegaron a la conclusión de que ofrecer películas y series viejas en su servicio no les iba a hacer crecer. Debían encontrar un nuevo cebo para sus suscriptores, para que incluso aquellos que ya habían visto gran parte de su catálogo tuviesen una razón para quedarse.

Netflix

En 2013 el servicio de vídeo lanzaba House of Cards, el primero de una serie de contenidos de producción propia que consiguió darle la vuelta a la situación. Los premios, el boca a boca y su particular visión de disfrutar las series, les ha llevado hasta un panorama completamente distinto. Uno que sigue manteniendo ese modelo de películas y series “antiguas”, a la vez que invierte entre 7.000 y 8.000 millones de dólares anuales en contenido original.

Si Xbox Game Pass quiere triunfar como Netflix, también debe hacerlo con contenido original

En videojuegos la situación ha vivido una evolución similar. Los servicios de las plataformas de streaming derivaron en el PS Now de PlayStation, que incluye un buen catálogo de juegos con solera. Por su parte, los servicios de EA Access y Origin Acces de Electronic Arts, hicieron lo propio con los títulos de la compañía, pero quitándose de encima los problemas del streaming. Por una cuota anual, puedes descargar varios de sus juegos del año anterior para olvidarte de los problemas de conexión.

Con PS Now aún siendo exclusivo de ciertos países, y demandando una calidad de conexión que no todos podemos permitirnos para jugar en condiciones, Microsoft decidió seguir el camino de EA. Abrir un catálogo de descargas desde el que poder acceder más de 100 juegos de Xbox 360 y Xbox One. Pero como en el caso de Netflix, la compañía decidió que quedarse sólo ahí sería un tremendo error. Si Xbox Game Pass iba a triunfar, debía hacerlo con contenido original.

¿Cómo ha evolucionado Game Pass?

La estrategia de Microsoft para mantener a la comunidad interesada durante estos últimos meses ha sido muy clara: añadir entre siete y diez juegos nuevos cada mes. Por el camino sólo han caído dos de ellos, 'WWE 2K17' y 'Metal Gear Solid V: The Phantom Pain', así que es fácil reconocer que han ido más hacia adelante que hacia atrás.

Lo han hecho con cabeza y, realmente, sólo el jugador que ya ha pasado por la mayoría de títulos de la lista tendría razones para decirle que no a la propuesta. Incluso en mi caso, que voy jugando o picoteando todo lo importante que se lanza al mercado, tendría razones para sumarme a la suscripción.

Es cierto que los primeros añadidos fueron algo tímidos, enfocados a engordar la lista con juegos muy antiguos (F1 2015) o especialmente trillados ('Monaco', 'Fable 2'), pero no exentos de joyas que todo jugador debería probar ('Metro', 'Limbo'). Fue precisamente a principios de este año cuando empezaron a ponerse las pilas para entregar títulos de la talla de 'Gears of War 4', 'Fable Anniversary', 'Rime', 'Halo Wars 2', juegos por los que creerías que aún podrían sacar dinero por otras vías más tradicionales.

Xpass

Sin embargo la estrategia estaba clara, si había que apostar por Game Pass, Microsoft debía dar el primer paso, así que además de añadir esos juegos recientes, también debía dar un salto de fe y entregar tanto los que acababan de lanzar como los que estaban en camino.

La psicología del precio detrás de Game Pass

‘Sea of Thieves’, una aventura multijugador de piratas que nos propone unirnos a varios amigos para viajar de isla en isla buscando tesoros y retos, es el primer juego de Microsoft que se lanzará en versión física y digital a los habituales 70 euros y, además, podrá disfrutarse de forma “gratuita” si pagamos los 10 euros al mes que cuesta Xbox Game Pass.

¿Pagar 0,99 euros por un pack de 50 gemas o 5 euros por uno de 500?

A él se sumarán ‘State of Decay 2’ y ‘Crackdown 3’, los dos únicos juegos adicionales que Microsoft tiene planeados para este 2018, pero la cosa no quedará ahí. De entre todo lo que se pueda anunciar en el E3 2018 sabemos que, como mínimo, también se sumará a ese catálogo el lanzamiento del próximo ‘Forza Horizon’.

Si habéis tenido un juego free-to-play de móviles en las manos, probablemente os haya sorprendido cómo manejan sus ofertas de contenido o monedas premium. Puedes pagar 0,99 euros por un pack de 50 gemas, pero si pagas 5 euros te doy 500. Puede que no necesites esa cantidad, pero siempre creerás que la segunda oferta supone una mejor inversión.

Gamepass2

La idea detrás de la jugada de Xbox Game Pass es muy similar. Entre pagar 70 euros por ‘Sea of Thieves’ y jugarlo durante un mes, y 120 para acceder a ese juego y 12 meses más de exclusivos y títulos que quizás aún no has podido probar, la segunda oferta apela a esa misma psicología del precio.

Más, pero no necesariamente mejor

La cuestión es que, tanto para el que tiene una Xbox One y sólo compra un juego de 70 euros al año, como para el que tiene intención de adquirir al menos dos de esos nuevos juegos exclusivos de la marca, los 120 euros anuales de Xbox Game Pass ya resultan rentables. La estrategia es no permitir excusas y apelar a ese gancho.

Sin embargo el reto que tiene por delante Microsoft es otro. Como en el caso de Netflix, el éxito de su nuevo camino ya no dependería de las cifras conseguidas por un juego en particular, sino de las alcanzadas por su modelo de suscripción. Para ello debe contentar al que adquiere un único juego al año, pero también al que va en busca de novedades constantes. Eso supone contar con un catálogo lo más variado posible y, sobre todo, nutrido mes a mes de novedades atractivas.

EA, que ya les dio la idea de Xbox Game Pass con su EA Access, les aporta ahora también una segunda estrategia para alcanzar ese particular hito. El pasado 8 de marzo, la compañía de sagas como ‘FIFA’ o ‘Battlefield’, anunciaba que había llegado a un acuerdo con Warner Bros. y otras editoras para añadir algunos de sus juegos al catálogo de la suscripción para PC. Lo que antes eran juegos exclusivos de EA, ahora también incluye títulos como la trilogía de ‘Batman: Arkham’, la de ‘LEGO Batman’ y otros como ‘The Witness’ o ‘Wasteland 2’.

Si en los próximos meses Xbox Game Pass presenta algo similar, llegando a un acuerdo para asegurar el contenido third party de editoras como Ubisoft, Activision, Bandai Namco o Square Enix, aunque sólo suene la flauta con una de ellas, Microsoft habrá conseguido que lo del “Netflix de videojuegos” sea algo más que un mote simpático.

Microsoft no pretende quedarse ahí

En una época en la que el juego como servicio parece ser el principal objetivo de muchas compañías, Microsoft pretende que el concepto de su futuro sea el de servicio de juegos. Xbox Game Pass es sólo el comienzo de una plataforma que, con el apoyo de Azure como máxima, también se acerque a la idea del streaming.

Gamepass3

PlayStation está ahí, Nvidia hará lo propio con GeForce Now y hasta Google parece estar interesada en esa alternativa de la mano de su proyecto Yeti. Así que aunque el modelo de Xbox Game Pass parezca el adecuado para muchos de nosotros, no significa que no deban ofrecerse más alternativas. La de poder jugar a todo ese catálogo desde tu móvil o tu televisor, sin necesidad de tener un dispositivo adicional, parece la adecuada. Todo para conseguir alcanzar a esos 2.000 millones de jugadores que, según la división de juegos en la nube de la compañía, pronto habrá repartidos por todo el mundo.

Si Netflix ha cambiado la televisión, Game Pass puede cambiar los videojuegos.

Si desde Xbox consideran que este primer año de Xbox Game Pass ha sido todo un éxito, lo que puede estar por llegar parece aún más prometedor. Atrás quedan las quejas que presenciamos antes de la llegada de Xbox One, cuando Microsoft proponía un modelo de negocio mucho más centrado en la conexión a internet de la que algunos jugadores estaban dispuestos a permitir.

A los que en su día pensamos que aquello tampoco parecía mala idea si ofrecía las condiciones adecuadas, los últimos pasos de Microsoft parecen habernos dado la razón. Tal vez el público haya evolucionado desde entonces, pero lo que está claro es que, de la misma forma que el concepto de ver la televisión ha cambiado para muchos de nosotros desde la llegada de Netflix, el mundo del videojuego apunta a vivir una revolución similar de la mano de Xbox Game Pass.

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