Estamos en mayo de 2022 y seguimos padeciendo las consecuencias de la crisis de los semiconductores. Mientras que para los consumidores sigue siendo una misión casi imposible conseguir una PS5, los últimos resultados financieros de Sony señalan que se enviaron 3 millones de consolas menos durante el año fiscal 2021, lo que significa que la compañía no pudo cumplir con sus expectativas de distribución iniciales.
Sony había proyectado enviar a las tiendas 14,8 millones de PS5 entre el 1 de abril de 2020 y el 31 de marzo de 2021, que es el período comprendido en su último año fiscal finalizado. No obstante, como había advertido a los inversores en febrero, a pesar de sus mayores esfuerzos para hacer frente al complejo panorama mundial que golpea a diferentes industrias, entregó muchas menos consolas, es decir, 11,5 millones.
Con las esperanzas puestas en 2022
La caída en el número de consolas distribuidas a los minoristas, que son quienes después nos venden las consolas, termina por afectar negativamente los balances globales de la compañía, que solo ha visto un aumento interanual del 3% (83.500 millones de yenes) de sus ventas generales (hardware/software). Pero Sony asegura que será capaz de distribuir 18 millones de unidades durante el año fiscal 2022.
Con la clausura del pasado año fiscal, ahora sabemos que, desde que la PS5 se lanzó al mercado en noviembre de 2020, Sony ha distribuido un total de 19,3 millones de consolas. Aunque se trata de la consola que más rápido se ha vendido, pese a la crisis de lo semiconductores, aún está muy lejos de igualar la asombrosa cantidad de 117 millones de PS4 entregadas a los minoristas desde que empezó a distribuirse en 2013.
La compañía también reveló que habían 47,4 millones de usuarios suscritos a PlayStation Plus a finales de marzo de 2022. Se trata de un número que está por debajo de los 47,6 millones durante el mismo período del año fiscal anterior. Los usuarios activos mensuales, en comparación con 109 millones en el año fiscal 2020, también bajaron a 106 millones. Las ventas de los juegos de PS4 y PS5 crecieron un 84% durante el último trimestre.
En resumen, las suscripciones a los servicios bajaron mientras que las ventas de juegos crecieron. Además, Sony ha informado unas ganancias "estables", principalmente impulsadas por una disminución en la pérdida de dinero por cada consola de nueva generación distribuida. Es decir, la compañía está cada vez más cerca de alcanzar el ansiado equilibrio en este aspecto, donde fabricar las consolas les hace perder dinero.
Para el año en curso (abril 2022/marzo 2023), la compañía pronostica un aumento de 34% en sus ventas generales sostenido por una combinación de hardware, periféricos y juegos. Los ingresos operativos (ganancias), por su parte, bajarán debido a los gastos en los estudio existentes y las compras recientes, incluida Bungie, compensado, en parte, por las buenas ventas previstas de juegos first party (desarrollos propios) y de terceros.
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