¿Sabías que en 2019 los usuarios gastaron 61.700 millones de dólares en juegos para móvil? 24.700 millones en Android y 37.000 millones en iOS. Ahí es nada. Los juegos para smartphone son un sector que crece como la espuma, hasta el punto de que algunos títulos han conseguido abrirse paso en el sector de los ESports, véanse 'Clash Royale', 'Brawl Stars' o 'Honor of Kings' (en China es el MOBA móvil más jugado). Hay una cantidad abismal de juegos para smartphones en las tiendas de aplicaciones, un montón, una cantidad imposible de abarcar. Pues con todo y con eso, yo aún no he encontrado uno que me enganche.
Llevo jugando a videojuegos desde que tengo uso de razón. He tenido todas las consolas de Sony (menos las portátiles), he tenido todas las Game Boy y hasta me compré la primera Nintendo DS. Ahora mismo juego mayormente en PC y, a expensas de que salga la PlayStation 5, en la Playstation 4. En el móvil he jugado a muchos títulos, pero siempre me pasa lo mismo: los descargo, me vicio un par de días y al final los acabo abandonando. ¿Motivos? Varios, como vamos a ver a continuación.
Mi problema con los juegos para móviles
Hace ya unos cuantos años tuve una conversación con mi primo, que es otro friki como yo, y me enseñó el juego al que estaba jugando en su móvil. Era 'Lords & Knights', un juego de estrategia y gestión de recursos basado en la Edad Media. Él era, creo recordar, que el décimo mejor jugador de su servidor. Tenía 200 y pico castillos y controlaba la segunda mejor alianza del servidor. Los juegos de gestión de recursos siempre me han gustado, así que le di una oportunidad.
Me lo descargué y, como en todos los juegos free-to-play, el principio era súper sencillo y muy rápido. Los edificios se mejoraban en segundos, las tropas tardaban poco en crearse y los recursos se conseguían fácilmente. El problema es que, conforme avanzabas, lo que antes tardaba 10 segundos en completarse ahora tardaba días. Y cuando tienes 60 o 70 castillos, cada uno con su nivel, la espera se hacía interminable. A no ser, claro, que pagases por oro y pudieses recortar el tiempo. Jugué unos meses a tope y cuando llegó ese momento lo dejé.
Esto mismo me pasó con 'Clash of Clans', al que también le he echado más horas de las que estoy dispuesto a admitir públicamente. Lo mismo con 'Dominations' y un largo etcétera. Los juegos gratuitos, a la larga, acaban siendo desesperantes. Tiene sentido, porque después de todo estás jugando a un juego gratis que se financia vendiéndote tiempo. Puedes jugar y desbloquearlo casi todo si juegas muchísimas horas, aunque también puedes comprar un cofre de diamantes y desbloquearlo ya. En PC es igual, pero al menos los juegos populares no suelen ser tan agresivos.
Eso, al final, acaba aburriendo. A la larga, acabas resignado a esperar días y días para mejorar un edificio que te dejará subir al siguiente nivel, a jugar y jugar para conseguir una skin o desbloquear un personaje y a quedarte estancado mientras ves cómo los que pagan avanzan más rápido. 'Clash of Clans' es un buen ejemplo: comprando gemas puedes avanzar una velocidad y conseguir unos recursos y tropas que a un jugador que no pague le costará meses o años conseguir.
Las microtransacciones, desde mi punto de vista, son lo peor que le ha pasado a la industria del videojuego en los últimos años. Entiendo que los desarrolladores deben ganar dinero de alguna forma con un juego gratuito, por supuesto, qué menos, y siempre que sean elementos cosméticos me parece bien que quien quiera tenerlos los pague, pero otro tema es cuando te encuentras con un juego pay-to-win de manual en el que o pagas o no ganas, y de esos en móviles hay un buen puñado.
Pero más allá de esto, que al menos para mí ya supone una barrera de entrada, está el asunto de la plataforma en sí: el móvil. Quizá sea yo, que estoy acostumbrado a jugar en una pantalla grande, con teclado y ratón o mando, según el juego, pero se me hace muy incómodo jugar en el teléfono. Los controles táctiles en los juegos populares se me hacen poco intuitivos y, salvo contadas excepciones, no me parece cómodo estar cuatro o cinco horas pegado al móvil jugando. En el ordenador no me pasa, me puedo tirar cuatro, cinco o las que hagan falta, pero en el móvil me acabó cansando.
Eso redunda en que jugar me produce cierto hastío. El juego a lo mejor tiene una buena base, como puede ser 'Call of Duty: Mobile', que me parece uno de los mejores shooters para smartphones, pero los controles no me terminan de convencer. No tengo margen para hacer maniobras complicadas (los típicos flicks, por ejemplo) y los controles táctiles me acaban echando para atrás. Al final, cuando mueres varias veces porque no tienes un buen control, te acabas cansando y yo, en mi caso, desecho el juego.
Estoy seguro de que me pasará algo parecido con 'League of Legends: Wild Rift', la adaptación de 'League of Legends' para smartphones. Le tengo ganas por que al 'LoL' he jugado horas, y horas, y horas, los MOBA me gustan mucho, pero posiblemente los controles me echen para atrás. Me pasó con 'Vainglory', con 'Arena of Valor' y con 'Mobile Legends: Bang Bang', que son los tres grandes exponentes en móviles. Tras unas cuantas horas, los controles acaban por desesperarme. Ya os digo, es una cuestión generacional, supongo.
Si os fijáis, hasta el momento solo he hablado de juegos gratuitos, y habrá quien piense "Bueno, si no quieres jugar a estos juegos, busca juegos de pago". Buena idea. El problema es que los juegos de pago tampoco se escapan de las microtransacciones (el 'Monopoly' tiene, por ejemplo, que dime tú microtransacciones en el 'Monopoly'...) y, además, suelen ser juegos demasiado currados para jugarlos en un móvil. No sé vosotros, pero yo no me veo jugando al 'GTA' o a 'Minecraft' en el móvil.
"Pero bueno, seguro que hay alguno que te haya enganchado más que los demás", dirá alguno. Sí, 'Pokémon GO'. ¿Sabéis ese jugador que se tiraba hasta las cuatro de la mañana en una plaza con los amigos capturando Pokémon con el móvil? Pues ahí estaba el tío. A 'Pokémon GO' he estado jugando hasta hace poco, pero la mecánica empezó a cansarme. Cuando mis amigos jugaban era mejor porque 'Pokémon GO' tiene ese puntito social con las incursiones, los gimnasios y los intercambios, pero cuando te encuentra solo... la cosa cambia. Qué pena, con lo que me gustaba mi Gengar con 100 IV.
El caso es que, a pesar de que hay apuestas innovadoras (no todo son clones de 'Candy Crush' y 'Clash of Clans'), los juegos móviles creo que no me van a terminar de enganchar, ya sea por las microtransacciones, las mecánicas o los controles. Imagino que a las nuevas generaciones, a las que entiendan el móvil como su principal acceso a información, videojuegos y comunicación, sí, pero yo, por el momento, sigo esperando esa joya de la corona que me haga estar seis horas seguidas pegado al móvil. Si tenéis alguna recomendación, os escucho en los comentarios.
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