¿Qué posees cuando compras un juego digital? Pensemos en un juego de Steam, el que sea. A diferencia de un juego físico de los de antaño, de los que consistían en un disco que introducías en una consola y a jugar, en Steam no tenemos nada tangible, no poseemos nada. Vemos un juego, lo pagamos, lo descargamos ya jugar. Pero, ¿el juego es nuestro? Más bien no. Más bien tenemos una licencia para acceder a él, y no es lo mismo.
Así pues, Valve ha empezado a cubrirse las espaldas de cara a una nueva ley que entrará en vigor en California el año que viene. Vayamos por partes.
El origen. El pasado mes de septiembre se aprobó en California una ley: la AB 2426. El origen de esta ley fue la eliminación de ciertos contenidos de pago de las librerías de los usuarios, es decir, que Ubisoft eliminase y restringiese el acceso a The Crew y que Sony hiciese lo propio con algunos contenidos de Discovery (antes de dar marcha atrás).
¿Qué implicaciones tiene? Que las tiendas no podrán usar términos como "buy" and "purchase" (ambos se traducen como "comprar" o "compras") a no ser que informen a los usuarios de que, realmente, no están comprando un producto, sino adquiriendo una licencia para acceder a él. Y esa licencia puede ser revocada.
No compras un juego, compras una licencia para acceder a ese juego. Si mañana la editora decide retirar el juego del mercado, el usuario perderá acceso al mismo. Esto no es nuevo. Históricamente ha sido siempre así (salvo excepciones, luego volveremos a ellas), pero gracias a esta ley el usuario estará más informado.
Steam mueve ficha. Desde ahora, Steam mostrará el aviso que puede verse sobre estas líneas. Dicho aviso indica que "la compra de un producto digital otorga una licencia para el producto en Steam". Si accedemos al contrato de suscriptor de Steam (que todos aceptamos al usar la plataforma) veremos que se expone claramente que "la licencia no le concede la titularidad ni la propiedad de los contenidos y servicios". Es decir, que no somos dueños del juego por el que acabamos de pagar.
Este mismo apunte se puede encontrar en otras tiendas como la Epic Games Store, la tienda de Ubisoft, EA App o Battle.net. Podríamos seguir así con prácticamente todas las tiendas de videojuegos digitales, pero hay una que no ha tardado en aprovechar la situación para sacar pecho. Esa tienda es GOG, Good Old Games, propiedad de CD Projekt Red.
Tu instalador es tuyo. La ley que hoy nos ocupa no se aplica en aquellos casos en los que la tienda ofrezca un instalador offline que no pueda retirarle al usuario. GOG hace precisamente eso. Cuando compras un juego en GOG, lo que recibes es un instalador offline que puedes usar tantas veces como quieras, independientemente de lo que suceda con el juego a efectos de GOG. Si tienes el instalador, tienes el juego.
No es la primera vez que GOG presume de esto y, de hecho, en alguna ocasión ha tenido que aclarar sus palabras. Y es que GOG, más allá de sus políticas, vende licencia. Así pues, cuando se aprobó la ley californiana, GOG tuvo que explicar que "cuando decimos que te permitimos «poseer» tus juegos, nos referimos a que pase lo que pase -ya sean problemas de licencias, cierre de tiendas o incluso un apocalipsis zombi que te corte Internet- podrás seguir jugando gracias a nuestros instaladores offline. Queremos asegurarnos de que tu legado de juego esté siempre en tus manos, no en las nuestras".
Imagen | Xataka
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