Lo que todos nos pensábamos se está cumpliendo. Ya se están haciendo las primeras revisiones serias de la consola de Nintendo y como muchos sospechábamos, el mando lo nubla todo y deja otros aspectos en segundo plano.
Es la conclusión que uno saca al leer unas cuantas revisiones y ver como todo el mundo se centra sobretodo en ese mando que parece hecho para cambiar el mundo, o al menos, la forma de ver los videojuegos.
Se ha comprobado ya que la potencia de la Wii de Nintendo no tiene nada que hacer con la de la Playstation 3 o la XBox 360. Olvidémonos pues de HD y cosas por el estilo.
La Wii está hecha para jugar, y con el mando y los juegos que se desarrollan para ella, forman el equipo perfecto. Y ahí Nintendo puede haber dado en la diana, pues al igual que están haciendo con su DS Lite, vendiéndola como diversión o no funcionalidades extra - como se hace por ejemplo con la PSP - tiene con la Wii un mercado muy atractivo para atraer: el de la gente que no se queda fascinada por los gráficos de un juego sino por la diversión que le proporcione. Y pensamos directamente en personas adultas, con alto poder adquisitivo y un cliente perfecto.
Por ello, lo bueno de la consola de Nintendo se puede resumir en el revolucionario mando, su conectividad WiFi, la consola virtual, la posibilidad de introducir fotografías con una tarjeta SD, su precio reducido y la inclusión de el juego Wii Sports en el paquete de lanzamiento.
Por contra, la potencia si la comparamos con las otra consolas de nueva generación, la necesidad del receptor para el mando y que no puede reproducir CDs ni DVDs, son sus puntos flacos. También resulta una gran devoradora de las pilas para el mando.
En resumen, te aconsejamos la consola de Nintendo si no te importa la potencia, no quieres demasiadas funcionalidades multimedia y sí pasar un buen rato con amigos.
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