Vaya sorpresa que resultó ser 'Wolfenstein: Youngblood'. Y es que la idea de tener un modo cooperativo puro no terminaba de convencer, ya se trataba de una apuesta arriesgada tras lo conseguido en 'Wolfenstein II: The New Colossus', el que fuera catalogado como uno de los mejores 'first-person shooter' (FPS) de 2017. Por fortuna, éste modo resultó ser toda una gozada que es aire fresco para la franquicia.
Durante este E3 2019 tuvimos oportunidad de jugar durante casi una hora uno de los platos fuertes de Bethesda: 'Wolfenstein: Youngblood', que se nos presenta como una nueva entrega/spin-off que se siente más como un puente para un futuro 'Wolfenstein III'. Una maravilla con un mundo más abierto, más cooperativo, con algunos acertijos y con una masacre de nazis donde tendremos que cuidar tanto de nosotros como de nuestro compañero(a).
"Las gemelas terror"
Estamos en la década de 1980, donde la resistencia sigue luchando por expulsar al Tercer Reich de Francia. 19 años después de los acontecimientos en 'The New Colossus', B.J. Blazkowicz está misteriosamente desparecido y sus hijas gemelas, Jess y Soph se van a París para tratar de encontrarlo dentro de uno de los bastiones nazis.
En nuestro caso, jugamos la versión de PC con un mando de Xbox One, nuestro compañero fue un colega alemán que nos ayudó a probar cómo era la experiencia cooperativa de 'Wolfenstein: Youngblood', su mayor novedad. La demo se desarrolla dentro de un zepelín nazi donde las hermanas Blazkowicz tienen que colaborar para salir adelante.
Antes de iniciar debemos elegir ya sea a Jess o Soph, cada una con una habilidad en particular que complementa a la otra. Seleccionaremos nuestra armadura y un arma entre un hacha o cuchillo para peleas cuerpo a cuerpo.
Aquí hay que destacar que a pesar de ser un juego completamente cooperativo, tememos la posibilidad de jugar en solitario y dejar que la otra hermana sea controlada por inteligencia artificial. Este modo no tuvimos oportunidad de probarlo, pero aquí será nuestra decisión, jugar solos, con un amigo o bien, con un desconocido que nos encontremos y que tenga ganas de matar nazis.
En cuanto a las habilidades, tenemos por un lado a 'Crush', que es una versión más poderosa de la habilidad de 'The New Colossus' con la que podíamos correr a través de nuestros enemigos para destruirlos. Mientras que la otra hermana recibirá 'Cloak', una especie de invisibilidad que nos sirve para estrategias de sigilo y poder matar nazis por sorpresa sin hacer ruido.
Es decir, tenemos una habilidad brutal que llamará la atención de todos los enemigos y por el otro, una que nos hará pasar desapercibidos para mantener la calma y elegir una estrategia más táctica. En ambos casos, estas habilidades se complementan y resultan sumamente útiles en diversas situaciones.
Más abierto, con acertijos y con un leve aire de RPG
Hay que recordar que 'Wolfenstein: Youngblood' fue desarrollado por MachineGames y Arkane Studios, una mezcla que nos ofrece desde un aire extremadamente familiar a 'Dishonored', hasta lo mejor de un 'shooter' lleno de acción y que en ocasiones no hace preguntarnos cómo morimos debido a su frenéticas balaceras.
Y es que la incursión de Arkane nos trae, además de esa familiaridad con 'Dishonored', niveles más abiertos a decisiones, acertijos basados en códigos y un mayor cuidado en los detalles en el diseño de niveles. Aunque en lo poco que pudimos jugar, estos acertijos eran más anecdóticos por lo sencillo que eran. Habrá que ver cómo son conforme vamos avanzando en el juego.
Respecto a los niveles y esa nueva sensación de libertad, es cierto que el equipo de desarrolladores hizo hincapié en esto, pero la realidad es que en el nivel de nuestra demo apenas y pudimos comprobarlo. Aquí nos mencionaron que esto permitirá volver a ciertos niveles para completar nuevas misiones y descubrir sitios.
Otra de las novedades es que ahora nuestro enemigos muestran una barra de salud y de armadura, una herramienta sumamente útil ya que cada una de nuestra armas provocará más o menos daño. Por ello, esta barra nos ayudará a elegir la estrategia más apropiada para cada enemigo y así no tengamos que estar adivinando.
Lo anterior cobra sentido cuando nos damos cuenta que tenemos una gran variedad de armas a nuestra disposición. Y es que a pesar de sólo pudimos jugar un nivel, nos encontramos con una variedad de más de 10 armas listas para ser usadas sin piedad.
Un elemento que llama la atención y que tendremos que analizar con mayor detalle es el nivel de experiencia de nuestro personaje, el cual podrá subir hasta el número 40 de acuerdo a las habilidades que vayamos desbloqueando.
Tendremos disponible una amplia ramificación de opciones que se centran en mejorar nuestra armadura, arma cuerpo a cuerpo o habilidades. Por ejemplo, en mi caso, pude elegir una habilidad para tener un arma en cada mano y poder desarmar enemigos más grandes para robarles sus armas.
No sólo es cooperar y matar, también hay diversión
Algo que se siente muy bien logrado en 'Wolfenstein: Youngblood' es la interacción entre ambas hermanas, ya que mientras recorremos los niveles escucharemos diálogos que van desde charlas de la infancia, hasta peleas y bromas de una a la otra. Por ejemplo, si una está peleando contra un nazi y la otra decide volarle la cabeza, llenará de sangre a su hermana y ésta le reclamará mientras la otra suelta una carcajada.
Asimismo, la cooperación será clave tanto para activar ciertos mecanismos y seguir adelante, como para complementarse en batallas e incluso comunicarse por medio de señas usando en D-Pad. Las hermanas bailan como robots, se divierten, cantan, cuentan historias y general el nivel de interacción hace que 'Wolfenstein' explore un nuevo nivel más desenfado y hasta cómico. La química entre ambas es maravillosa.
Con esto, ahora tendremos un nuevo sistema de vidas que hará que cuando una muera, entre a un periodo de inactividad que permite arrastrarse por el sitio a la espera de que llegue su hermana o bien, a que se recupere una barra de energía. Si ambas hermanas mueren al mismo tiempo, la acción se corta y se tiene que iniciar desde el último punto de guardado.
Un 'gunplay' frenético
Aunque sólo pudimos ver un nivel, el nivel de éste era fascinante, un zepelín con decoración nazi donde cruzamos salones llenos de lujos, cocinas, salas de máquinas, ascensores hasta una especie de lugar para fiestas. Pero lo más increíble fue el poder salir de la aeronave para admirar de noche a Paris y su Torre Eiffel en todo su esplendor.
De igual forma, los enemigos tienen su propio diseño y vimos un montón de ellos, desde simples soldados, hasta tipos con armadura, ingenieros y una amplia variedad de personajes cada uno con diferentes habilidades. De hecho, el jefe final de ese nivel era una especie de robot con rayos láser que por momentos se hacia invisible, una cosa rarísima pero divertida.
En general, lo que vimos del diseño artístico es sobresaliente, con detalles como esculturas nazis, pendones y vajillas donde se destacaba la presencia de la esvástica, así como los uniformes de los enemigos y hasta su acento alemán.
Todo esto hace que de un momento a otro estemos envueltos en una masacre con balas provenientes de todos lados, lo que en ocasiones nos hace preguntarnos quién nos dio o cómo. A pesar de que tenemos un mapa en la parte superior derecha, que en teoría nos dice dónde están nuestros enemigos, éstos también se hacen invisibles y juegan al sigilo para cazarnos por sorpresa.
Una experiencia sobresaliente
Sí, apenas jugamos una hora y es difícil dar un veredicto de cómo es 'Wolfenstein: Youngblood', pero lo que pudimos jugar fue asombroso, un giro que respeta la franquicia al mismo tiempo que le otorga un aire fresco.
Estamos de acuerdo que es una apuesta arriesgada y de hecho, algunos colegas lo odiaron a muerte mientras jugábamos. Pero la realidad es que ya veremos la opinión generalizada cuando salga a la venta el próximo 26 de julio y tengamos la oportunidad de probarlo con más calma para conocerlo a fondo.
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