En Xataka ya habíamos probado alguna que otra cámara de fotos con pantalla táctil. Un ejemplo es la Sony T200, que además de su detector de sonrisas, presumía de una pantalla de 3.5 pulgadas desde donde controlar todos los aspectos de la cámara. La Panasonic Lumix FX500 que hemos probado esta vez en Xataka, tiene una pantalla de menor tamaño, 3 pulgadas, motivado principalmente por la inclusión de controles físicos en el lateral derecho de la cámara. Sin embargo, esos controles se podrían haber obviado al tener la cámara un control basado en la pantalla táctil. Pero Panasonic todavía no ha decidido darle el control total de la cámara a la pantalla.
No decidirse a dar ese paso con la Lumix FX500 ha supuesto recortar el tamaño de la pantalla, pero además se ha tenido que aumentar el grosor de la cámara y su peso. No es que sea una compacta grande, pero podrían haber reducido mucho más su tamaño. También se han colocado unos controles físicos que no nos convencen, a excepción del control de zoom, que es muy eficaz. Especialmente incómodo nos resultó el joystick, sobre todo al principio. Cuesta acostumbrarse.
Pese a estos inconvenientes, la Panasonic FX500 ha desarrollado todo el potencial y más que esperábamos de una compacta con angular de 25 mm y zoom óptico 5x, con excelente estabilizador y controles manuales para los más creativos.
Lo primero en lo que nos fijamos cuando abrimos la caja de esta cámara compacta de Panasonic fue en su tamaño, manejo y peso. El grosor, pese a no ser muy grande, nos sorprendió, pues ya hay modelos con similares características (menos el zoom) que son mucho más delgadas.
Enseguida nos centramos en la pantalla, de 3 pulgadas, de buena calidad, táctil, pero que tal y como la ha planteado Panasonic es prescindible, tanto por el sobrecoste en la cámara (cuesta sobre los 420 euros) como por la duplicidad de controles que obtenemos. Un buen joystick hubiera sobrado.
Pasando a aspectos más técnicos, los resultados son los esperados. O lo que es lo mismo, muy buenos, como ya ha demostrado la marca en sus otras compactas. Destacamos sin duda el angular de 25 mm con el que arranca el zoom óptico de 5 aumentos que se va hasta los 125 mm, y todo en un cuerpo compacto, con un control de zoom rápido. El enfoque también es tremendamente veloz.
Pese a que no suele ser lo que busca alguien que compra una compacta, la FX500 nos deja controles manuales para jugar un poco con ellos.
La grabación de vídeo es otro de sus puntos fuertes, alcanzando una resolución de 1280x720, aunque necesitamos buena luz para obtener buenos resultados. También destacamos los diferentes modos de ajustes automáticos, la estabilización MegaOIS y la luminosidad del objetivo cuando trabajamos con el angular: f/2.8.
En resumen, muy buenos resultados para una compacta de apunta y dispara que cumple siempre, pero a la que por añadirle una pantalla táctil prescindible, se le ha aumentado el precio y sacrificado un menor cuerpo y peso.
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