Con los reproductores que reescalan el contenido de los DVD a alta definición y los discos Blu-Ray y descargas de vídeos en alta definición siendo cada día más habituales, el cine en casa está cada día más de moda. Eso sí, para tener uno en condiciones necesitamos un buen sistema de sonido, pero eso muchas veces supone un gran desembolso económico y un espacio en el salón digital que no todo el mundo tiene.
Los proyectores de sonido y sistemas de audio compactos que virtualizan sistemas más complejos de sonido son una excelente opción. Al menos lo es el Soundbar de Philips que os mostramos en este análisis en vídeo.
El equipo se compone de dos elementos, la barra de sonido y el subwoofer, que deben de estar conectados, un aspecto que no nos gusta, pero de momento debe mantenerse así a no ser que escojamos sistemas inalámbricos que se momento se escapan del presupuesto de la mayoría.
La barra de sonido, de muy buen diseño, ocupa de largo prácticamente lo que un televisor de unas 42 pulgadas, y es un poco más alta que un CD. Por ello, si la colocamos delante del televisor, es probable que nos tape unos centímetros de la pantalla. Lo ideal sería colgarla de la pared, justo debajo del televisor, que también colgaríamos.
La barra incorpora un reproductor de DVD que reescala contenido a 1080p si conectamos el equipo al televisor por alguno de sus puertos HDMI. De conexiones es bastante completo, e incluso en el exterior disponemos de un puerto USB y una entrada de audio auxiliar. Lo malo es que aunque Philips ha dotado a este equipo de tecnología para mejorar el sonido de los archivos comprimidos y Faroudja DCDi, la reproducción de música no es precisamente el fuerte del Ambisound de Philips.
Nosotros nos quedamos con el rendimiento cuando escuchamos cine con sonido 5.1. Es entonces cuando la barra de sonido, en colaboración con el subwoofer, hace que nos sintamos dentro de la película, con sonidos bastante ricos y bajos decentes. La personalización del sonido prácticamente no existe pero el resultado global es bastante bueno para un hogar.
Los controles de este equipo son de tipo táctil, pero no nos han parecido excesivamente sensibles ni precisos. Además, al estar colocados justo encima de la bandeja de los discos ópticos, al apretar mucho, ésta se resiente. Es un gran logro a nivel estético, pero funcionalmente, en la parte superior podrían haber estado mejor colocados. El acabado en negro piano sigue siendo una fuente de atracción en potencia de polvo y huellas, pero es muy atractivo.
En Xataka | Soundbar de Philips.