No es demasiado habitual que a estas alturas de la película aparezca algo que realmente modifique nuestros hábitos. A la hora de disfrutar de la televisión los avances vividos siempre han ido de la mano de mejoras visuales, de diseño, de tamaño de los televisores, de su conexión con otros dispositivos o redes, aspectos capaces de ampliar la experiencia pero no de cambiar nuestros hábitos y la forma en la que la disfrutamos.
Precisamente por eso cuando hace más de diez años Philips realizó un estudio con varias personas a las que se introdujo las bondades de Ambilight, muchos se negaron a creer que eso fuese a cambiar algo. Ahora el sistema de Philips es una de las grandes banderas de la compañía y en su décimo aniversario queremos hacer un repaso por su historia y evolución.
El nacimiento de Ambilight
Ambilight, que como ya habréis imaginado procede de la unión de los vocablos anglosajones ambient y lighting, es una tecnología capaz de adaptarse a las imágenes que hay en pantalla para proyectar luces en la pared que amplíen la imagen y reduzcan la fatiga visual frente a largas exposiciones frente a la pantalla.

Su creación nace en 2002 de la mano del laboratorio Philips ASA y el de Philips Research, ambos situados en Eindhoven y centrados en cómo aprovechar la luz para mejorar la experiencia televisiva. Mientras que los segundo trabajaban en un ámbito más amplio, un sistema de luces que pudiesen modificar los directores de cine para crear efectos especiales dentro de una habitación con la ayuda de juegos de luces, los primeros se centraron en que esa luz procediese directamente del televisor sin necesidad de dispositivos externos.
Ambilight llega al mercado
De esa segunda idea nació el concepto de Ambilight, que aprovecharía el color de la pantalla sin que los creadores tuviesen que dedicar parte de su tiempo a trasladar esos efectos de una forma específica y, de esta forma, que el sistema fuese válido para cualquier tipo de contenido sin importar cuando habían sido creados o con qué fin.

En 2004 y valiéndose de tubos catódicos los equipos de Philips lanzaron al mercado los primeros televisores con sistema Ambilight. Estos tubos, colocados a izquierda y derecha de la parte trasera de la pantalla, proyectarían la luz más allá del marco del televisor para que la pared en la que estuviese colocada la televisión también fuese parte de la imagen que veíamos en pantalla.
El embrujo de los LED
Dos años después, en busca de una reducción del consumo y una mejor experiencia, el sistema Ambilight decide abandonar el uso de los tubos catódicos y los reemplaza por luces LED, consiguiendo así una gama de colores más amplia y exacta respecto a la imagen del televisor. Además a las luces procedentes de ambos lados de la pantalla se añaden dos zonas más, la superior y la inferior, llevando un paso más allá sus posibilidades, sobre todo en televisores colgados en la pared.

Poco después, en 2007, Philips lanza la gama Aurea que, además de Ambilight en los cuatro lados de la pantalla, también adapta su diseño para que la extensión de luz sea aún mayor y no se vea afectada por el corte del marco, que también se iluminará dependiendo de la imagen mostrada.
El combo Ambilight más Hue
Llegados a ese punto la experiencia era completa, pero el equipo de investigación y desarrollo de Philips decide ir un paso más allá y recuperar aquella idea que el laboratorio de Philips Research no pudo ejecutar, la idea de trasladar la experiencia de Ambilight a toda la habitación.
Con ello en mente en 2012 nace Philips Hue, bombillas inteligentes con conexión a otros dispositivos como el teléfono móvil o la propia televisión para crear ambientes de luz completamente personalizados, y el ciclo se cierra ahora con la conexión entre Ambilight y Hue en la última gama de televisores, incluyendo además un nuevo sistema capaz de adaptarse al color de la pared para una mejor visualización.
Parece que está todo hecho y no se puede ir más allá, pero el equipo de desarrollo de la firma nos sigue sorprendiendo con ideas como la aplicación para smartphones “Ambilight TV”, disponible tanto en la Google Play Store como en la App Store, que permite modificar y personalizar los colores de iluminación del Ambilight. Habrá que estar atentos porque el futuro seguro que viene cargado de sorpresas.
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7 comentarios
ikrsikario
Ahora si tienes narices busca una televisión de Philips con ambilight XL sin que te cueste un riñón o un hígado, mucho philips pero tiene una distribución NEFASTA no hay absolutamente ningún distribuidor que tenga toda su gama, ¡NI SI QUIERA ELLOS EN SU WEB!
Así que menos pagar publicidad absurda y mas trabajar la llegada del producto al cliente, de que me vale saber que hay una Tv de Philips que es la leche si despues no hay posibilidad humana de conseguirla.
cueva3
Ideal para ver un documental de paisajes!
adictoawin8
¿10 años ya? ¡Como pasa el tiempo! Y yo tuve uno de los primeros.
Usuario desactivado
Lástima que Philips ya no sea europea. Es más... en Europa hemos perdido el tren tecnológico en electrónica. Philips Tv China (TPV), Nokia americana (Microsoft) y las demás marcas como Grundig, Thomson, Telefunken, etc... ni se sabe de ellas.
otrerto
Después de 10 años, porque aun no ha llegado al Continente Americano???
gerardooptometrista
Bueno, lo de que reduce la fatiga visual yo nunca me lo he creído mucho, ya que cualquier TV que emita a más de 50hz ya está haciendo trabajar a los ojos más de lo debido.
Pero bueno, hay que reconocer el buen marketing que han tenido.
cierto, como pasa el tiempo