Moda y wearables, ¿tienen un futuro en común? ¿Llegará a imponerse algún día los tejidos inteligentes? Sobre esto hablará Elena Corchero en el Zinc Shower que se celebra este fin de semana en Madrid. En su charla, "Moda inteligente y el internet de las cosas", mostrará además los experimentos de wearables interactivos que están desarrollando en su empresa Lost Values.
Desde Xataka hemos podido hablar con ella precisamente sobre presente y futuro de los wearables. Además, nos ha explicado las principales dificultades que existen actualmente con la ropa "inteligente" y cuál cree que es ella el futuro de la tecnología vestible. Una pista: no los llevaremos puestos, sino dentro.
¿Wearables o portables?
"Wearables siempre han existido, el reloj clásico es un ejemplo", nos explica Elena cuando le preguntamos si cree que el futuro de los wearables está en la moda. Ella tiene experiencia en el sector, y es que llegó a ser investigadora asociada en el MIT y es toda una experta en lo que a la tecnología vestible se refiere. Su empresa, Lost Values, ha diseñado ropa luminosa o interactiva para las Olimpiadas de Londres, Cardbury o Guiness, entre otras muchas marcas.
Sin embargo, ella no cree que los "wearables" deban ser llamados como tal, y es que no son realmente "vestibles". ¿O tú "vistes" un reloj? Son accesorios y "no son tecnologías que puedas tener en una camiseta, lavarla..." Realmente, y como nos indica Elena, entre un teléfono y un reloj no existe una gran diferencia tecnológica, salvo que el segundo es más pequeño y esto es algo lógico porque, con la evolución tecnológica, se tiende a "miniaturizar" aquello que triunfa.
Moda y tecnología, futuro (y presente) común
Entonces, ¿qué ocurre con los dispositivos tecnológicos vestibles de verdad? Cuando le pregunto si ella cree que van a terminar poniéndose de moda, me hace una observación interesante: ya se utiliza la tecnología en la moda, y desde hace años: "casi todos los materiales que se utilizan hoy en día, sobre todo en ropa deportiva, son materiales hechos en laboratorios muy específicos, son de alta tecnología". En Xataka ya os hemos hablado alguna vez de la tecnología de materiales y las disciplinas deportivas.
¿Y las prendas "conectadas"? Esto no significa que, por ponerle cuatro luces a una camiseta y una pantalla gigante que recibe cosas, ya esté todo hecho. En el mundo de los accesorios y ropa inteligente, moda y tecnología deben ir de la mano porque cada una, por sí sola, está condenada al fracaso: "todas estas tecnologías, por muy necesarias que sean, si no son estéticamente vestibles, va a ser muy difícil que la gente las consuma".
Sin embargo, en lo que a ropa inteligente se refiere, todavía nos queda mucho por avanzar. Y no en baterías, como muchos podríamos pensar (aquí Elena señala que existen otros métodos, como la energía solar, que para algunos casos pueden ser los más indicados), sino en la propia durabilidad del material: "las dificultades para el lavado o la transpiración: cómo la tecnología sobrevive a la sudoración corporal". Además, claro, está el precio y es que, como ella nos explica, "todavía hay muchas barreras para la producción en masa".
Sobre la llegada de este tipo de prendas y accesorios al mercado, se atreve a hacer una predicción: "va a afectar más a los accesorios femeninos". Su razonamiento tiene todo el sentido del mundo: "es mucho más difícil diseñar accesorios para hombre, más difícil la entrada en el mercado. Si ves que un producto puede tener una aplicación necesaria pero la tecnología es muy grande, a una mujer seguramente no le importe llevar un collar diseñado cool y grande. Los hombres son mucho más complejos. O el hombre se va a acostumbrar a usar más accesorios".
En la conferencia del fin de semana mostrará varios ejemplos, entre los que se incluye un "chal" para una boda que está conectado a Internet. Éste está programado para que, cada vez que una determinada cuenta de Twitter reciba una mención o consiga un nuevo seguidor, se ilumine para mostrar la notificación. Es tan sólo un ejemplo práctico e innovador de lo que hoy en día se puede hacer combinando moda y tecnología.
¿Y el futuro? Llevando los wearables dentro
Otra parte muy interesante de mi conversación con Elena fue cuando comentamos cuál sería la evolución de los wearables. Ella lo tiene claro: "Creo que muchas cosas se van a llegar a integrar en el cuerpo antes de hacerse wearable". Según esta visión, los wearables son una especie de puente, pero algunos no pasarán ni siquiera por esa fase: pasaremos a tenerlos dentro de nosotros antes.
Puede que suene a ciencia ficción, pero Elena cree que ya tenemos todo lo que se necesita: "la tecnología se ha miniaturizado lo suficiente y los materiales que no rechaza el cuerpo también están muy bien estudiados. A eso se le añade el último avance de biofuels que ya se está experimentando en laboratorios: la electrónica que se activa con glucosa, de la que hay bastante en el cuerpo". También de estos tipos de combustibles orgánicos os hablamos en el pasado.
Esto no quiere decir que mañana mismo comencemos a insertarnos pantallas y botoncitos, porque todavía queda mucha experimentación. ¿Y modificar nuestro cuerpo? "Si lo piensas bien el tabú principal que se podía prever en el pasado era el tabú de irrumpir el cuerpo pero eso hoy en día se hace mucha facilidad con la cirugía estética", nos explica Elena. Todavía nos queda esperar unos años pero, al ritmo que avanza la tecnología, no es una predicción demasiado descabellada.
Imágenes | Lost Values
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