Hoy es el día en el que se tienen que despejar las incógnitas que tenemos sobre el Apple Watch, si revolucionará el mercado de los wearables, o no, no resta motivación al resto de fabricantes, que están echando toda la carne en el asador, como hemos visto en el pasado Mobile World Congress.
Al margen de Samsung, LG o Sony - que ya tienen varios productos en el mercado -, el mejor ejemplo que tiene que llegar desde sus vecinos chinos lo tenemos en el Huawei Watch, una propuesta convincente por diseño y calidades, que apuesta por Android Wear. El mismo sistema operativo que parece que van a elegir los chicos de Oppo.
Que Oppo está trabajando en un reloj inteligente, es algo que se lleva comentando bastante tiempo, nos parece lógico de parte de una compañía que no se cierra a trabajar fuera de lo que son los teléfonos móviles.
Apostar por la plataforma de Google también tiene sentido para una compañía que le va bien con ese modelo de desarrollo, que como mucho, personalizará con aires de Color OS. Tiene toda la pinta de que sería presentado como acompañante del próximo Oppo Find 9.
Desde hace un par de años, no hay compañía china que no hayamos relacionado con relojes inteligentes, tal es el caso de ZTE, de la que se filtraron muchos detalles sobre su propuesta, y luego desapareció del mapa. Nos cuesta mucho pensar que no van a tener listo algo en próximos meses.
Hablar de empresas chinas y no mencionar a Xiaomi es complicado. Y más complicado parece que no haya habido nada serio sobre relojes en su historial de noticias, es más, en alguna ocasión han declarado que no era una prioridad.
Pasa el tiempo y su estrategia ha cambiado, no paran de sacar al mercado productos diferentes, alejados de los teléfonos móviles. La idea de salir fuera de China y vender otras “cosas” - que no tengan que pasar por la validación de tantos organismos, ni les traigan problemas en tribunales -, nos hace pensar que un smartwatch podría estar cerca.
Oppo y Huawei apuestan por ¿autonomía y carga?
Por parte de Oppo nos parece interesante la intención de incluir sus tecnologías de éxito en el reloj, hablamos de la carga rápida que tan buenos resultados está dando en sus teléfonos. Bautizada como VOOC, empleada en teléfonos como Find 7 o R5, permite cargar los dispositivos en mucho menos tiempo de lo habitual - algo que todas las marcas están trabajando -, y que requiere que baterías y sistemas de carga sean más capaces y resistentes.
Nadie lo esconde, el punto débil - y complicado de arreglar - de los smartwatches parece estar en la autonomía de los mismos, con esas pantallas y capacidades de proceso y conectividad, es normal que se consuman en poco tiempo. Una tecnología como VOOC no ofrece más autonomía, pero sí puede darnos más flexibilidad en el uso, gracias a su velocidad de carga.
Huawei presume de que su Android Wear consigue llegar a los dos días de autonomía con una carga - habrá que ver qué tipo de uso se le da en esas pruebas -, que ya es más que lo estamos comprobando con los relojes actuales. Sea como sea, ninguno parece que vaya a tener la barrera de una semana en mente, para lo que habría que jugar con otras tecnologías, y menores ambiciones, como es el caso de Pebble Time.
En Taiwán también tienen algo que decir
Sí, Taiwán no es estrictamente China - complicado de debatir esto ahora -, pero es el lugar donde encontramos otras empresas fuertes asiáticas relacionadas con el mundo de la electrónica de consumo. HTC y ASUS son dos buenos ejemplos.
Los primeros apuestan por una pulsera que registra actividades, muy capaz por especificaciones y conectividad, pero alejada del concepto smartwatch, tal y como lo entendemos. Hablamos de HTC Grip. En este campo tenemos una oferta importante desde marcas asiáticas, incluso Xiaomi tiene su propia pulsera.
En el caso de ASUS, sí hay una alternativa Android Wear muy atractiva en diseño, conocida como ZenWatch. La propuesta destaca por dos aspectos, la apuesta por la pantalla cuadrada, y un precio de salida más bajo (en Estados Unidos, 200 dólares).
Complicado crear relojes de primera y asequibles
Muchas propuestas en camino, otras ya presentadas, y el Apple Watch sobrevolando el escenario. Puede que el producto de Apple explote el interés por este tipo de productos en el mercado, y Android Wear consiga una mejor recepción que la que ha estado consiguiendo hasta el momento (sea de rebote, o por méritos propios).
Lo que sí parece complicado es encontrar soluciones muy asequibles en un mercado con un hardware tan novedoso - pantallas, baterías, chipsets -, y por lo tanto, más difícil marcar las diferencias, o crear interés. Por lo pronto se está hablando que el Huawei Watch tendrá un precio alto, cercano a los 1.000 dólares.
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