A principios de 2015, Huawei nos sorprendía con su smartwatch. Con él, nos demostró en el Mobile World Congress que Motorola no era la única compañía capaz de hacer un reloj con Android Wear elegante (en esa feria recordemos que también se sumó LG con su Watch Urbane). Desde aquella vez en Barcelona han pasado varios meses y no ha sido hasta el último trimestre de 2015 cuando por fin se han animado a comercializarlo.
Huawei lleva un 2015 inmersa en un proceso de crecer como fabricante y a lo largo del año se propusieron mejorar el diseño. El Huawei Watch y el Mate S son la mejor prueba de ello. En el caso del reloj, su brillo es menor porque si bien Android Wear es una commoditty para los fabricantes, es también una cortapisa que limita su capacidad para destacar y que lo apuesten todo al diseño para acabar siendo el modelo que elijamos para nuestra muñeca.
Especificaciones técnicas: nada nuevo pero bien seleccionado
Los relojes conectados con Android Wear no pueden presumir de variedad en el hardware. La mayoría de ellos comparten procesador (un Snapdragon 400 que ha dado muy buenos resultados) y al final todo se reduce en pequeños pero importantes detalles como la tecnología usada en el panel, la autonomía, el grosor o si las carcasas son intercambiables o no.
Huawei Watch, especificaciones técnicas | |
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Dimensiones físicas | 42 x 42 x 11.3mm |
Pantalla | 1.4” ; Cristal de zafiro |
Resolución | 1.4” (400 x 400) 286ppi |
Procesador | Snapdragon 400 (4x 1.2 GHz) // Adreno 305 |
RAM | 512 MB |
Memoria | 4 GB (no ampliable microSD) |
SSOO | Android Wear |
Extras | Resistencia agua IP67 |
Conectividad | 802.11g Wifi, Bluetooth 4.0 |
Sensores | Sensor de ritmo cardíaco, Acelerómetro,, Giroscopio y motor háptico |
Batería | 300 mAh // Carga inalámbrica |
Precio | 399 // 449 // 669 euros (según el modelo)En Amazon tenéis el modelo clásico con correa de cuero negro por 320 euros. |
De las especificaciones destacamos tres elementos diferenciales. La pantalla: Huawei decide usar AMOLED, tecnología con casi más detractores que fanáticos y que en los relojes de este tipo de buenos resultados en términos de autonomía, como veremos más adelante. La pantalla es de 42 milímetros y tiene una resolución superior al Moto 360: 400 x 400 en vez de 360 x 330 píxeles.
La batería puede llevar a una rápida e imprecisa lectura: 300 mAh son 100 menos que el Moto 360 pero gracias a la tecnología AMOLED en la pantalla y la optimización de software conseguiremos una duración muy buena. Como siempre la cifra variará pero en estas semanas que lo he estado usando como reloj estoy más que satisfecho.
La nota negativa la pone la eliminación del sensor de luz. Huawei decide descartar un elemento que es fundamental para gestionar bien el brillo de un reloj. Sí, tenemos la opción de configurarlo manualmente pero no es lo ideal ni mucho menos lo más práctico.
En el resto de sensores nos encontramos todo lo previsto: acelerómetros, giroscopio, barómetro y pulsómetro. Para sacarle provecho a este último necesitaremos alguna aplicación porque Huawei no introduce apps en el reloj más allá de una serie de watchfaces. Por cierto, tampoco tiene NFC por lo que si estabáis pensando en pagar con el reloj y Android Pay en un futuro, no será posible.
Huawei hace una buena selección de componentes para su reloj y lo envuelve en un diseño muy elegante y bien planteado. El problema para el fabricante chino es que la hoja de especificaciones no ofrece nada que no hayamos visto ya. La pantalla es buena, cierto, pero el resto es igual. Android Wear es un corsé tecnológico.
Nuestro análisis en vídeo del Huawei Watch
Huawei tiene el Android Wear más elegante, punto
En el Mobile World Congress, Huawei sorprendió a todos con su reloj y los retrasos nos hicieron temer lo peor: que no estuviera a la altura de lo que vimos en Barcelona. Respiramos tranquilos, finalmente no fue así. Huawei Watch viene fuerte en diseño y nos demuestra que su línea de productos tope de gama se diferencia por sus materiales y acabados.
Hay que reconocerle a Huawei que en las fotos y renders oculta muy bien la principal vergüenza del reloj: es un dispositivo algo grueso. No mucho más que un Gear S2 o un Moto 360 pero lo suficiente para que, si comparamos a los tres juntos, dé la sensación de tener un cuerpo grande. Algo que probablemente no preocupe a quienes tienen una muñeca grande pero en caso contrario puede ser un problema.
Huawei apuesta por un diseño circular de pantalla completa y un marco ligeramente elevado que elimina el criticado efecto de rueda plana que tiene el Moto 360. Aquí es cuestión de gustos, hay quienes prefieren que todo esté a la misma altura (cuerpo y cristal). En mi opinión Huawei Watch le gana la partida con ese toque hundido y un marco más robusto que en conjunto dan más sensación de reloj “de toda la vida”.
El botón físico está a la altura de las dos, posición muy acertada aunque a simple vista pueda desconcertar por la ruptura de la simetría. En muñeca es un lugar que funciona muy bien y donde pulsar sobre él es cómodo. La pieza mecánica es robusta y tiene bastante recorrido. Parece diseñada para durar varios años.
El cristal que protege a la pantalla es de zafiro y es uno de los elementos con los que Huawei nos quiere justificar el precio de su reloj. Uno de los minerales más duros del mundo que en el mundo real se traduce en una resistencia formidable a arañazos y rayaduras. Podéis ir con él tranquilo en la muñeca.
En la parte trasera nos encontramos con los pines de carga (no sobresalen ni se notan al tacto en la muñeca) y el pulsómetro. Diseño sencillo, funcional y donde Huawei ha hecho bien en unificar todo a la misma altura para que no sea incómodo cuando llevemos puesto el reloj.
Llevar puesto el Huawei Watch nos hace olvidarnos por un momento de que el cuerpo es ligeramente grande. Cae muy bien en la muñeca y sus ciento treinta y tantos gramos apenas se notan en el brazo. Cómodo, se ajusta muy bien y en ningún momento resulta molesto, para correr y ejercicio también está bien aunque si sois deportistas habituales, quizá os interesen más otros modelos.
Las correas son intercambiables y podemos poner cualquier modelo de 18 milímetros. Las oficiales vienen con una pequeña pestaña metálica que nos permite poner y quitar las dos piezas en un momento. El mecanismo es sencillo y robusto pero la sensación que dan las piezas es de ser muy pequeñas.
Huawei demuestra muy buen hacer con su reloj. Teniendo en cuenta que es su primera generación y que su nombre no es el de un gran fabricante de relojes como Tag Heuer, el debut de los chinos en esta categoría es excelente. Le sobra quizás algo de grosor pero teniendo en cuenta el hardware y la batería, es algo que no se nota cuando llevamos varios días con él.
Pantalla AMOLED: excelente panel y diseño dudoso
Decidir usar una pantalla AMOLED siempre es arriesgado pero cuando se elige un buen panel, los resultados son buenos. En este caso no decepciona y Huawei acierta de lleno. El extra de resolución se agradece para leer texto, lástima que a Android Wear se le atragante trabajar con imágenes de gran tamaño, desmerecen mucho la calidad de este apartado.
La respuesta táctil es excelente y no hemos comprobado ningún retraso importante en las acciones cotidianas. Volviendo a la tecnología del panel, en situaciones de mucha luz ambiente ofrece suficiente luminosidad en los niveles más altos. Recordemos que no tiene sensor de luz por lo que si en algún momento necesitamos un extra tendremos que modificarlo manualmente desde el menú de ajustes.
El ángulo de visión es muy amplio y la temperatura de color está bien calibrada, no se aprecia un desvío hacia los verdes o rojos cuando tenemos poco brillo. El contraste al ser AMOLED es infinito pero teniendo en cuenta que no vamos a ver vídeo en su pantalla, no es algo que nos debería preocupar en exceso.
Si decidimos usar una watchface con mucho negro en la interfaz (por ejemplo esta) podemos sacarle más provecho al AMOLED y así rascar algo más de autonomía. Otra ventaja respecto al IPS LCD es poder usar el modo de pantalla activa sin consumir tanta batería. Pueden parecer pequeños trucos que no aumentan sustancialmente la autonomía pero lo cierto es que sí, podemos notarlo en nuestro día a día.
El cristal frontal de zafiro nos da la tranquilidad de que no se va a arañar ni rayar a la primera de cambio. Si bien es cierto que no hemos hecho ningún intento deliberado de romperlo, hemos notado la pantalla ha permanecido impoluta con los típicos roces de cambio de prendas, choques con otras personas en la calle, etc. Ahora, una gamuza de vez en cuando para quitarle las marcas de los dedos es imprescindible para que nuestro Huawei Watch luzca impoluto.
Rendimiento y autonomía: batería por encima de la media
El problema de que todos los Android Wear lleven el mismo procesador lo encontramos en que el rendimiento entre unos modelos y otros acaba siendo parejo. Huawei Watch no destaca en su desempeño y lo hace igual de bien que el resto de modelos con el sistema operativo de Google.
Las animaciones son fluidas, la respuesta de los sensores es correcta, solo he notado pequeños tirones a la hora de acceder al menú de ajustes. Un lag que nos puede provocar pulsar una vez de más al creer que va a cargar más rápido de lo que realmente lo hace. Es un poco molesto.
A la hora de abrir aplicaciones de terceros se comporta sin problemas y sus 4GB de memoria son suficientes para gestionar estas apps y meter algo de música para cuando no queremos ir con el móvil encima. Google Now como asistente de voz funciona a la perfección y aunque todavía es un poco raro hablarle al reloj para responder mensajes en WhatsApp o añadir recordatorios, hay que reconocerle que es útil.
Como hemos visto en el apartado de especificaciones técnicas, la batería de 300 mAh era algo inferior a otros modelos. No os dejéis engañar por la cifra, su autonomía está por encima de la media. Lo más probable es que se trate de un buen ejercicio de optimización entre AMOLED y software ajustado para que no se desmadre.
La autonomía siempre dependerá del uso que le demos. Si lo exprimimos al máximo (watchface negra y apagándolo por las noches) he logrado tres días de uso estando el reloj encendido una media de 16 horas de 24. Dándole el mismo tipo de uso a otros Android Wear, para mí esta experiencia se traduce en ganar un día más de uso sin cargarlo.
Con una watchface más colorida y la pantalla siempre encendida, puedo llegar a dos si lo apago por la noche, en caso de no hacerlo tengo que buscar un cargador a mediodía para aguantar lo que quede. Sigue sin ser ese sueño húmedo de una semana sin cargarlo pero tres días sin sacrificar funciones es excelente en los cánones actuales.
Software: Android Wear y unas pocas watchfaces
Android Wear es, a día de hoy, una gran limitación para los fabricantes de relojes. No tienen que hacer una gran inversión (no todos se pueden permitir fabricar un Gear S2 o un Apple Watch) pero esa facilidad tiene un precio elevado: a la hora de personalizar la experiencia tenemos muy pocas opciones.
Aquí Huawei no ha querido aprovechar los pocos riscos que ofrece Google y tenemos la misma experiencia que tendríamos en cualquier otro reloj. Nada de aplicaciones adicionales como en el Moto 360 de segunda generación, solo unas cuantas watchfaces a juego con el elegante diseño del reloj en sí.
Llama la atención que con la cantidad de apps que introduce en sus móviles, Huawei no haya decidido entrar a crear alguna aplicación para el reloj. Tienen ya la experiencia de la cuantificación con la Talkband B2 y su aplicación de salud. Sus motivos tendrán para no haberlo hecho pero sin duda este es el apartado más discreto.
La opinión de Xataka
Huawei Watch logra despunta sobre el resto de relojes con Android Wear. De todo lo que he probado este año, ha sido sin lugar a dudas el que más me ha gustado. Ahora bien, seguimos con el mismo problema de siempre con esta categoría: agradan, pero no convencen. ¿Son útiles? ¿Es una compra recomendable?
Huawei logra subir el listón de los relojes conectados un poco más demostrando que podemos tener un modelo atractivo. Sin embargo, siguen siendo tan limitados y poco útiles de cara al gran público que su inversión resulta difícil justificar desde una perspectiva racional. Como compra impulsiva no hay dudas. Si realmente quieres uno, el Watch de Huawei es una gran opción.
Veremos si 2016 sirve para que Android Wear se abra y que la tercera generación de relojes pueda ofrecer más variedad y posibilidades. De no hacerlo, la baza del diseño puede terminar cansando y haciendo que fabricantes como Samsung pierdan el interés en la plataforma y decidan buscar otros caminos más allá de Google.
8.0
A favor
- Diseño impecable.
- Cristal de zafiro: no lo verás pero agradecerás su dureza a los arañazos y golpes.
- Pantalla de gran calidad, gran elección de AMOLED.
- Altavoz incorporado para hacer llamadas. Se activará en el futuro.
En contra
- Muy poco esfuerzo en el software.
- Sin soporte para NFC.
- Android Wear es limitado.
- Sin sensor de luz ambiente.
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