Hemos podido probar el Samsung Galaxy Ring antes de su presentación en París
El dispositivo tiene muy buena pinta, pero España se queda fuera de la primera fase del lanzamiento
París tiene muchas cosas interesantes. Tiene la Torre Eiffel (que ahora en verano es algo mas alta debido a la dilatación provocada por el calor), la catedral de Notre Dame (que abrirá sus puertas dentro de poco) y el Museo del Louvre, donde se encuentra la Mona Lisa y donde ha tenido lugar el último Unpacked de Samsung. Durante la presentación hemos podido conocer los nuevos plegables y los nuevos relojes, pero lo que más miradas ha acaparado ha sido el Samsung Galaxy Ring, el primer anillo inteligente de la firma.
Desde Xataka ya hemos tenido ocasión de probarlo en nuestros propios dedos, verlo de cerca y trastear con él durante un ratito para traeros unas primeras impresiones "muy primeras". Podemos hablar de diseño, sensaciones y comodidad, pero durante la sesión de prueba no hemos podido conectarlo a un móvil y mucho menos llevarlo puesto durante un rato para ver qué tal monitoriza nuestra salud y más concretamente el sueño, que es donde este reloj quiere marcar la diferencia. Dicho lo cual, vamos a ello.
Un anillo que se siente como... un anillo
La verdad que escribir unas primeras impresiones de algo como un anillo no es tarea fácil, lo cual dice mucho del buen trabajo que ha hecho Samsung. El Galaxy Ring es un dispositivo que busca acompañarnos en los momentos en los que llevar un reloj inteligente puede ser más incómodo. El caso más evidente es durante las sesiones de sueño, pero también durante el ejercicio o, simplemente, cuando queremos tener un control de las métricas sin llevar un dispositivo en la muñeca que esté vibrando todo el rato.
Samsung ha adoptado un enfoque holístico con este anillo. La idea no es que tengamos una "aplicación del anillo" en el móvil o que desde Samsung Health podamos ver qué parámetros ha monitorizado, sino que se integra, completa y complementa con toda la información que recoge el Galaxy Watch (si lo llevamos puesto). En pocas palabras y por no entrar en tecnicismos, la idea es que nos olvidemos de que llevamos puesto el dispositivo y que su funcionamiento sea lo más transparente posible. En cualquier caso, y como decíamos antes, el análisis de los parámetros es precisamente lo que no hemos podido probar, así que lo dejamos para otra ocasión.
En lo que concierne al diseño, el Samsung Galaxy Ring estará disponible en tres colores (negro, plateado y dorado) y en nueve tamaños. Nada nuevo. A diferencia de los relojes, que se pueden ajustar a prácticamente cualquier muñeca mediante la correa, el anillo tiene que tener una medida justa. Mientras que servidor tenía una talla siete del Ultrahuman Ring Air, en el Galaxy Ring mi talla es la nueve. ¿Cómo nos mediremos la talla? Con un kit de tallas similar al que hay bajo estas líneas. Con la compra del anillo se incluye un kit con anillos de diferentes tamaños y lo ideal es que los llevemos puestos un día para ver qué tamaño nos sienta mejor.
Dependiendo del tamaño seleccionado el anillo pesará más o menos. Aunque todos comparten grosor (2,6 milímetros) y anchura (siete milímetros), el peso puede variar de los2,3 a los tres gramos. Eso tiene su punto positivo, y es que cuanto más grande es el anillo más batería tiene, siendo la autonomía de hasta siete días en la versión de mayor tamaño.
Para cargarlo usaremos el estuche que se ve en las fotos. Ese estuche es transparente y funciona de una forma que ya hemos visto en otros anillos inteligentes: introducimos el anillo en la columna central en la posición correcta y esperamos. Samsung ha implementado un anillo LED alrededor del anillo que nos indicará el estado de carga y nos ayudará a saber que el anillo está, efectivamente, cargando. Si queremos consultar el estado de carga podemos hacerlo pulsando el botón que hay sobre la columna.
El estuche es bastante ligero y, en términos de peso, recuerda al de unos auriculares. Es grandote, pero apenas abulta en el bolsillo. En cualquier caso, lo más probable es que solo lo usemos a la hora de la carga. No creo que haya muchos contextos en los que haya que quitarse el anillo, más aún siendo tan disimulado como es el Galaxy Ring. Podríamos pensar que para nadar o para ducharnos, pero lo cierto es que el anillo soporta hasta 10 ATM de profundidad y tiene resistencia IP68. En cualquier caso, bien por Samsung por añadir un estuche que además de cargarlo, lo protege.
Volviendo al anillo, el Galaxy Ring está fabricado en titanio de grado cinco y se siente fenomenal cuando lo llevamos puesto. Es muy ligero y, si elegimos la talla correcta, muy cómodo. El grosor está bastante bien, pero eso no va a evitar que cuando lo llevemos puesto sintamos una pequeña separación entre los dedos. Evidentemente, es más grueso que un anillo normal, véase una alianza, pero tiene que serlo porque, a diferencia de una alianza, este anillo tiene batería, sensores, etc.
Una cosa que nos ha gustado mucho es que la superficie del anillo es ligeramente cóncava. Eso es interesante de cara a la resistencia a los arañazos, ya que un anillo es susceptible de recibir golpes de todo tipo sin que nos demos cuenta. Al tener una superficie cóncava, la parte central queda fuera del alcance de las superficies y que se arañe será más complicado. Como alguien que ha probado ya un anillo inteligente, puedo afirmar y afirmo que se arañan con relativa facilidad, así que esta decisión de diseño por parte de Samsung es bienvenida.
Y ya para terminar, ¿qué podremos medir con el anillo? En pocas palabras, la frecuencia cardíaca, el sueño y los entrenamientos. Combinando toda esta información, el anillo nos dará una puntuación de vitalidad y consejos personalizados para llevar un mejor estilo de vida. También nos avisará si la frecuencia cardíaca sube o baja de cierto nivel, nos invitará a movernos tras un periodo de inactividad y detectará ciertos entrenamientos automáticamente. ¿Su rendimiento? No lo hemos podido probar, al menos por ahora.
Tampoco hemos podido probar la funcionalidad que permite hacer acciones en el móvil tocando el pulgar con el índice. Lo que sí sabemos es que el anillo será compatible con todo smartphone con Android 11 o superior, aunque es posible que algunas funciones sean exclusivas de móviles Samsung.
España se queda fuera
El lanzamiento del Samsung Galaxy Ring es la prueba más evidente de que no se puede tener todo en la vida. Y es que en Europa el anillo de Samsung solamente va a estar disponible en Alemania, Francia y Reino Unido, países con una cosa en común: han sido o van a ser derrotados por España en la Eurocopa. Tendrán anillo, pero no van levantar el trofeo. Las gallinas que entran por las que salen.
Bromas aparte, es una lástima que España se quede fuera de uno de los lanzamientos más interesantes de Samsung en bastante tiempo. Cabe esperar que acabe llegando en algún momento y seguramente todo dependa de la acogida que tenga en los demás territorios, así que será cuestión de paciencia.
El precio del Samsung Galaxy Ring será de 449 euros. Seguramente sea posible importarlo desde Alemania, Francia o Reino Unido, pero desconocemos si tendrá algún tipo de bloqueo geográfico. Sea como fuere, el anillo nos ha dado buenas vibraciones, así que quedamos a la espera de poder echarle el guante para probarlo más detenidamente. Para eso tocará esperar, desgraciadamente.
Imágenes | Xataka
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