Llevamos años escuchando que la educación y la tecnología están destinadas a hermanarse. La utilización de la segunda como una herramienta para transformar las metodologías de la primera. La promesa, ya casi eterna, de que su introducción en las aulas iba a suponer un cambio. Un cambio que nunca termina de llegar, a pesar de los esfuerzos de todos los agentes de esta industria.
¿Están reñidas a no entenderse? ¿Qué se está haciendo mal? En los Premios Xataka tuvimos una mesa redonda dedicada al tema y ella, expertos de diferentes sectores, hablaron del estado actual. De lo que se estaba haciendo mal y de lo que no. Si te la perdiste, te traemos un amplio resumen con los principales puntos de esta charla.
En la mesa redonda tuvimos personalidades de todo tipo. Enrique Celma, de Intel, nos trajo la visión de un fabricante centrado en la creación de chips pero colaborando de forma estrecha con otras compañías. Carlos Magro, Vicepresidente en Asociación Educación Abierta, también estuvo presente así como Francisco García, responsable de educación en Lenovo. Carlos Alonso, responsable de desarrollo de negocio en HP, Javier Palazón de educación 3.0, y David García máximo responsable de B2B en Samsung cierran un encuentro que fue moderado por Antonio Ortiz.
Lo mejor y lo peor en convergencia
La primera parte de la conferencia sirvió para poner sobre la mesa algunas de las claves de lo que se estaba haciendo bien y mal a día de hoy. “La transformación está aquí” arrancaba Enrique Celma. “La tecnología ha fallado, no se han tenido en cuenta las metodologías”. Buenas prácticas pero también malas ya que no se tuvieron en cuenta los programas docentes.
Normalmente cuando se habla de tecnología y educación es fácil señalar a los profesores como parte del problema. Elementos que no terminan de integrarse y que en algunos casos se ven sobrepasados por la introducción de equipos. Javier Palazón rompe una lanza a su favor. “Me quito el sombrero ante ellos. Son quienes más hacen, a pesar de todas las críticas que reciben.”.
El tono general de los ponentes fue optimista pero con una valoración bastante crítica al principio. Varios, como Carlos Magro y Francisco García, coincidían en que las cosas no se han hecho bien. Carlos incluso se animaba a decir que “hemos fracasado introduciendo las tecnologías en el sistema educativo”. Francisco, de Lenovo, iba un poco más allá a la hora de señalar uno de los problemas: no valía con introducir ordenadores y olvidarse de ellos.
Él mismo señala que detrás de estos acuerdos con las entidades públicas había otros intereses como “contentar a los padres al ver que sus hijos utilizaban ordenadores en clase”. David García además señaló otro de los problemas al mencionar que es importante introducir dispositivos pero también software optimizado para usar en clase.
La accesibilidad a la tecnología, con una reducción de precios, podría ayudar, sin olvidarnos del papel del software optimizado.
La convergencia de educación y tecnología además tiene un problema adicional que muchas veces no vemos, Carlos Alonso lo recalcó muy bien. ¿De qué estamos hablando cuando mencionamos esta cuestión? ¿Educación universitaria o no universitaria? A este binomio además hay que sumarle el papel de las comunidades autónomas en España, con políticas diferentes en educación.
Las primeras intervenciones sirvieron para localizar los problemas que hemos cometido hasta ahora pero también para arrojar un poco de esperanza. No todo es negativo, aunque hasta ahora “no había una verdadera innovación educativa” como decía Javier Palazón. Se ha introducido sin que hubiera un proyecto pero las intenciones fueron buenas.
¿Hacia dónde hay que ir?
Presentado el problema, había que buscar la solución y si bien es cierto que encontrar respuestas es un proceso que lleva tiempo, la mesa redonda sirvió para señalar algunos aspectos importantes para entender qué se iba a hacer de ahora en adelante para conseguir esa unión tan deseada.
El docente es una figura importante a la que cuidar. Palazón señala que a pesar de que se han hecho las cosas mal, es quien más ha hecho por introducir la tecnología, por usarla, algo que, según él, no se ha cuidado tanto por parte del centro. ¿Escepticismo? Según Francisco García la educación debe ser “cuestión de Estado” y establecer unas líneas comunes a todas las comunidades autónomas. El Gobierno Central debe liderar para promover cambios.
La clave para ver si en el futuro despega, además de la integración de software diseñado para esta labor, es la accesibilidad al gran público. En un momento económico como el actual, la tecnología debe llegar a todo el mundo y en la mesa sonó varias veces el argumento de que los equipos, ordenadores o tablets, deben ser asequibles y no suponer una inversión enorme.
Que cuesten un poco, y sin renunciar a los usos para los que están previstos. Aquí uno de los casos de estudios más recurridos es Chromebook que aunque en Europa tiene una presencia muy discreta, en Estados Unidos ya ha cosechado unas cifras significativas en educación. Una mesa con opiniones muy variadas pero con un mensaje de optimismo. Hay mucho que ganar y poco que perder.
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