Imagina que te gastas 3.600 euros en una cinta de correr de última generación. Lo haces porque el invento tiene una pantalla de 32 pulgadas que te permite seguir las rutinas, pero también porque sabes que se puede hackear para poder ver cursos, el fútbol o el último episodio de 'El Pacificador'. Imagina que de repente el fabricante capa tu máquina y te impide hacer todas esas cosas.
Eso es lo que ha ocurrido con las cintas de correr de NordicTrack. A la empresa no le gustó que se usaran sus pantallas para otra cosa que no fuera lo que ellos tenían pensado para ellas. ¿Qué hicieron? Bloquear el mecanismo que permitía hackearla, algo que ha puesto furiosos a sus usuarios. Si me gasto 3.600 euros en un producto, quiero poder hacer lo que me dé la gana con él. ¿O no?
NordicTrack desactivó el modo privilegiado, pero los usuarios han contraatacado
La pantalla táctil de la NordicTrak Incline Trainer X32i (que cuesta 3.599 euros en nuestro país) está pensada para una cosa y solo una: que uno pueda suscribirse a la plataforma iFit, que cuenta con rutinas de entrenamiento —cambiando la inclinación automáticamente a medida que sigues el vídeo— y que cuesta unos 340 euros al año.
No podrás hacer otra cosa de forma nativa, pero varios usuarios la aprovechaban para ir más allá. Alguien descubrió que era posible hackearla de forma sencilla y acceder al modo privilegiado de la pantalla, que estaba basada en Android y que a partir de ese momento dejaba instalar aplicaciones mediante sideloading, navegar por internet y, por supuesto, reproducir todo tipo de contenidos.
NordicTrack no había escondido la existencia de ese modo privilegiado, pero tampoco lo había publicitado. Incluso había una guía en la web de soporte de iFit para acceder a ese modo —la han retirado, pero es posible acceder a ella gracias a Archive.org—, y varios usuarios aprovechaban esa capacidad para ir más allá de lo que planteaba el fabricante.
Sin embargo en octubre NordicTrack comenzó a actualizar el firmware de todas sus máquinas de ejercicio, y en todas ellas hizo lo mismo: bloqueó el modo privilegiado.
Eso hizo enfadar a mucho susuarios. JD Howard, uno de ellos, dejaba claro en Wired cómo él tenía "exactamente aquello por lo que pagué". Ya tenía una cinta de correr "cutre" sin pantalla, y al comprar la NordicTrack pensaba que había encontrado el producto perfecto, pero "ahora están intentando retirar características que tienen una importancia crítica para mí. No estoy de acuerdo con eso".
La empresa ya tenía malas críticas por su servicio técnico, pero las quejas por esta decisión se han prodigado en Reddit, donde los usuarios confiesan estar "lívidos" ante ese bloqueo del modo privilegiado. La protesta era unánime: si me he gastado miles de dólares (o euros) en una máquina, quiero usarla como me dé la gana.
En NordicTrack indicaron que bloquear esa opción estaba destinada a "mantener la seguridad y funcionalidad de la máquina" y que el modo privilegiado "nunca fue diseñado como una funcionalidad para usuarios finales", sino para poder ofrecer soluciones remotas en caso de problemas.
Estamos pues ante un nuevo caso que nos devuelve al debate sobre el derecho a reparar. En este, no obstante, los usuarios no se han rendido aún, y el propio Howard publicó un método para lograr recuperar las funciones perdidas.
Hay además vídeos en YouTube tratando de ayudar a superar la barrera ahora impuesta por NordicTrak, y que consiste básicamente en restaurar la máquina a su estado de fábrica y evitar que se actualice de forma automática. El firmware es más antiguo, pero "a partir de esa base, tienes acceso a todo".
Vía | Wired
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