Si tu Kindle tiene batería, estará siempre encendido o en suspensión. No vas a poder apagarlo, y de hecho al mantener el botón físico de encendido las dos opciones que aparecen en pantalla son "Reiniciar" o "Apagar pantalla". ¿Por qué Amazon no permite que apaguemos sus lectores de libros electrónicos?
Lo cierto es que no está claro, pero hay quienes argumentan que en realidad no es necesario porque estos dispositivos tienen una autonomía que puede tenerlos en suspensión (y uso) durante semanas. El problema es que aunque las pantallas de tinta electrónica son un prodigio de eficiencia, esa obsesión de Amazon por tener el dispositivo siempre activo es discutible.
La magia de la tecnología biestable
Hay un argumento claro para no tener que apagar el Kindle: su pantalla de tinta electrónica apenas consume energía. La tecnología biestable de las pantallas de E Ink es un pequeño prodigio en ese sentido.
¿Biestable? Así es. Este término se refiere a la capacidad de estas pantallas de retener la imagen en pantalla incluso si ésta no está alimentada. Las pantallas biestables solo consumen energía cuando algo cambia, como por ejemplo cuando pasamos de página en un libro electrónico: mientras leemos la página, la pantalla no consume energía.
Por supuesto, eso cambia si esa pantalla tiene algún tipo de sistema de iluminación frontal, una característica ya común incluso en los Kindle básicos que nacieron sin esa capacidad (como el de la imagen, que yo compré sin intuir lo importante que esa ausencia acabaría siendo).
Para Amazon esa es razón suficiente para no tener que apagar el Kindle. "Total, si no gasta", pensaron probablemente los ingenieros de esta empresa. Es cierto que en estado de suspensión las pantallas de los Kindle muestran una imagen aleatoria relacionada con el mundo de la imprenta y los libros, y aunque esa imagen estática no consume energía, hay otros elementos de estos dispositivos que sí acaban agotando la batería del dispositivo.
El modo avión alarga aún más la batería de tu Kindle
De hecho, el modo de suspensión estándar de los Kindle no desactiva la Wi-Fi (ni el módem para datos móviles, si tenemos un modelo con esa ocpión), algo que por ejemplo hace que si hay actualizaciones de contenidos o incluso del firmware del dispositivo esos datos puedan descargarse y estar preparados para cuando volvamos a encender (o más bien, despertar) al Kindle.
El procesador también puede quedarse funcionando en modo de suspensión si por ejemplo no han terminado las tareas de indexado de contenidos. Estas tareas se producen cuando añadimos nuevos libros a la biblioteca de nuestro dispositivo, y el proceso de indexado puede llevar cierto tiempo.
Todas esas pequeñas tareas hacen que aunque el Kindle esté en suspensión, su batería acabe agotándose. Es cierto que el consumo es mínimo, pero está ahí, aunque para minimizar aún más ese consumo podemos activar el "Modo vuelo" (modo avión) desde la configuración del Kindle.
Lo cierto es que con esa opción el consumo energético es aún más reducido, y tener ese modo de suspensión permite luego que al querer volver a utilizar el Kindle éste esté disponible casi de forma inmediata: un arranque en frío nos obligaría a esperar bastante más al iniciar completamente el dispositivo, y desde luego la comodidad de tener ese encendido rápido es de agradecer.
Existe aún así una situación en la que no poder apagar completamente el dispositivo puede resultar un problema: si el Kindle se nos queda bloqueado por alguna razón y no podemos reiniciarlo manteniendo el botón de encendido presionado durante unos segundos, lo único que podemos hacer es esperar a que la batería se agote. Ahí es donde la larga autonomía de este dispositivo pueda acabar siendo una condena.
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