¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un reproductor de Blu-Ray? ¿Qué requisitos pe pides a ese reproductor? Esas dos son preguntas claves que muchos consumidores se hacen o deberían hacerse antes de dar el salto a la alta definición. Estamos hablando de reproductores de salón, que según Samsung llegarán estas navidades al mercado mundial de la mano de fabricantes desconocidos hasta ahora dentro del mundillo de la alta definición con láser azul con precios por debajo de los 100 dólares, una cifra definitivamente psicológica para la popularización del formato.
Pero me pregunto, ¿tener equipos básicos más económicos popularizará el formato frente a las descargas en alta definición y los servicios de vídeo bajo demanda?
Esos equipos que llegarán a bajo coste procedente de fabricantes de China (se les ha licenciado la tecnología Blu-Ray y Dolby) no serán los mejores para la reproducción de vídeo y sobre todo audio de alta definición, ni podrán seguramente aprovechar las ventajas de perfiles superiores del Blu-Ray que de momento dejan de lado los equipos más económicos. Sin puerto Ethernet o WiFi, memoria interna, reproducción desde discos duros externos o con acceso a sitios de Internet con contenido multimedia, ¿realmente merecerán la pena? Para mí no, pero ya sabéis que yo creo en las descargas y en equipos muy funcionales.
En el mercado de consumo más básico es casi seguro que sí lo harán. En las estanterías habrá un catálogo muy extenso de reproductores de Blu-Ray básicos, rodeando a los de marca que hasta ahora tenían el reducido mercado para ellas solas. Como los precios de las películas también bajarán, la llegada del Blu-Ray será una realidad asequible en una gran porción de los hogares.
Otro efecto colateral de la llegada de más contendientes a la batalla, que siempre es bueno, es que los fabricantes tradicionales tendrán que bajar sus precios y adecuarse al mercado. Por fin.
Vía | Smarthouse.
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