A la búsqueda de un smartwatch que merezca la pena: estos son los mejores del mercado

Es la tendencia clara del mercado tecnológico. Los relojes inteligentes están de moda, y desde hace unos meses hemos ido viendo cómo los grandes fabricantes de tecnología han hecho diversas apuestas en el mercado. A esos primeros modelos algo más modestos les han sucedido unos smartwatches mucho más cuidadosos con el aspecto estético -hablamos de ello en los Premios Xataka- pero que también nos hacen vislumbrar el futuro inmediato de estos productos.

En esta ocasión hemos contado con los que a nuestro juicio son los mejores y más interesantes relojes inteligentes en la actualidad: el Sony Smartwatch 3, el Samsung Gear S, el Pebble Steel, el LG G Watch R y el Motorola Moto 360. ¿Qué ofrecen cada uno de ellos, y con cuál nos quedaríamos? Responder a esas preguntas es el objetivo de esta comparativa.

Android Wear como referente

Aunque inicialmente los primeros fabricantes comenzaron su andadura con plataformas propias, la aparición de Android Wear ha sido determinante en la evolución de estos relojes inteligentes. La mayoría de los grandes fabricantes han acabado apostando por la plataforma de Google, aunque algunos tratan de mantener propuestas alternativas.

Es el caso del Samsung Gear S, un producto que destaca entre otras cosas por el uso de Tizen como sistema operativo y que es una cara más del catálogo de una Samsung que también dispone de relojes inteligentes basados en Android Wear. El otro "rebelde" del grupo es el Pebble Steel, un reloj cuyos creadores realmente impulsaron de forma clara el segmento y que sigue tratando de mantener su propia personalidad y su propia plataforma.

El resto de los contendientes aprovecha un Android Wear al que aún notamos verde en muchos apartados pero que desde luego apunta maneras. Las notificaciones siguen siendo protagonistas de la plataforma, pero cada vez más se nota cómo las opciones de personalización o esa interacción por voz aumenta las prestaciones de unos dispositivos que van poco a poco ganando en autonomía.

Por supuesto, queda por ver si esas plataformas alternativas podrán tener recorrido a largo plazo. Tizen, la apuesta de Samsung, solo es compatible con teléfonos de la propia Samsung, algo que compromete su futuro, y eso juega en su contra si como parece tendrá que acabar luchando tanto contrea Android Wear como con la futura plataforma (esa adaptación de iOS llamada Watch OS) de Apple en su Apple Watch.

El diseño cuenta cada vez más

Hemos ido viendo cómo a estos relojes con pantalla cuadrada que parecían la norma en los primeros tiempos de este joven mercado han ido dejando paso a diseños con esa pantalla redonda que realmente da un valor añadido a ese apartado del estilo y la moda que cuenta cada vez más en este segmento.

La mayoría de estos productos siguen mostrando una vocación más deportiva, y por ejemplo esa es la diferencia fundamental entre los diseños del Moto 360 y el LG G Watch R. Este último tiene ese acabado algo más informal y deportivo, mientras que el Moto 360 parece un reloj más serio y elegante. En ambos se pueden usar correas convencionales, algo que contribuye a su personalización por parte de los usuarios. En el caso del Samsung Gear S y del Sony Smartwatch 3 ocurre precisamente lo contrario, y solo podremos usar correas propietarias de estos fabricantes.

En este apartado son relevantes también los acabados metálicos que varios dispositivos comienzan a aportar. El Pebble Steel trató de ganar enteros con el uso de esos materiales, y aunque la plataforma está algo por detrás de Android Wear, sigue siendo un dispositivo especialmente apreciado por la comunidad tecnológica: no en vano Pebble fue disruptora a la hora de sacar a la luz las ventajas que podían aportar estos productos.

El reloj autónomo como futuro: cada vez menos dependencia del móvil

En ese diseño también cuentan pequeños detalles como el de el mecanismo de recarga: muchos de los relojes analizados cuentan con "jorobas" que se conectan al reloj y a su vez a un puerto Micro USB, mientras que el Sony Smartwatch 3 tiene ese conector directamente en la parte posterior, algo que hace mucho más cómodo el proceso de carga.

El modelo de Sony es también diferencial por su inclusión de receptor GPS, una característica especialmente interesante para poder no depender de un teléfono si queremos registrar nuestra ubicación en todo momento de forma autónoma. Este modelo es por esa prestación y por otros apartados -como su diseño- un perfecto compañero en actividades deportivas.

Esa autonomía a la que apunta el Sony Smartwatch 3 va incluso a más en el Samsung Gear S, el único reloj que por el momento se arriesga a integrar una SIM, lo que da acceso a numerosas funciones independientes que harán también innecesario que llevemos el smartphone constantemente como compañero del reloj inteligente de Samsung.

Estos dos últimos apuntes parecen mostrar el camino de futuro: un reloj algo "divorciado" del teléfono y que tenga autonomía propia. Las plataformas móviles parecen también corroborar esa sensación que hará que los relojes inteligentes tengan cada vez más sentido por sí solos y que no pequen de una excesiva dependencia como "segundas pantallas" del móvil.

Este año que acaba de comenzar promete muchas sorpresas en este mercado, y de hecho ya pudimos ver en directo algunas propuestas como la del ASUS Zenwatch. A la espera de lo que hagan el resto de fabricantes y, cómo no, del impacto que tenga el esperadísimo Apple Watch, las propuestas actuales muestran un futuro prometedor.

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