En HP llevan ya unos cuantos años apostando por el sector del gaming, y su línea de productos OMEN así lo demuestra. Uno de los últimos miembros de esta familia es el nuevo HP OMEN 15, que refina lo que ya era bueno en su predecesor del año pasado.
De hecho nos encontramos ante un equipo de gaming puro que es sensiblemente más compacto que su predecesor pero que a pesar de ello logra esconder una mayor potencia y prestaciones. Nosotros hemos pasado unos días con él usándolo y exprimiéndolo en juegos, y estas son nuestras impresiones.
HP OMEN 15, especificaciones técnicas
Las mejoras respecto al modelo del año pasado llegan por ejemplo en el nuevo procesador Intel Core i7-8750H de octava generación, pero hay sorpresas interesantes en otros ámbitos:
HP OMEN 15 | |
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Pantalla | LCD IPS 15,6 pulgadas FullHD 144 Hz G-SYNC |
Resolución | 1.920 x 1.080 puntos |
Procesador | Intel Core i7-8750H (2,2 GHz, hasta 4,1 GHz, 14 nm, 6 núcleos / 12 hilos, TDP 45 W) |
Tarjeta gráfica | GTX 1060 (compatible también con GTX 1070) |
Gráficos | Intel UHD Graphics 630 |
Memoria | 16 GB DDR4-2666 |
SSD | Unidad SSD 256 GB NVMe GB M.2 Disco duro SATA 1 TB 7200 RPM |
Versión S.O. | Windows 10 Home |
Conectividad | WiFi 802.11ac Dual Band / Bluetooth 5 1 x USB-C (Thunderbolt 3), 3 x USB 3.1 Gen1, toma de auriculares, Mini DisplayPort, HDMI, RJ-45, lector SD |
Dimensiones | 360 x 263 x 25 mm |
Peso | 2,52 kg |
Batería | 70 Wh |
Precio | 1.699 euros |
En esa hoja de características destaca la llegada de un puerto USB-C con interfaz Thunderbolt 3 que sin duda amplía las posibilidades de expansión, pero también esa pantalla de 15,6 pulgadas por una razón importante.
La inclusión del puerto Mini DisplayPort y de esa combinación de procesador y memoria más veloces hace que todo el conjunto gane enteros con respecto al anterior HP OMEN 15 que analizamos en enero de 2018.
Esa razón no es otra que su soporte de frecuencias de refresco de 144 Hz, que supera a los 120 Hz de su predecesor. La GTX 1060 con la que hemos probado el equipo no lograba nutrir a la pantalla de 144 fotogramas por segundo (o más) en títulos exigentes, pero aún así contar con ese soporte es fantástico para poder disfrutar de una mejor experiencia en juegos de todo tipo, aunque especialmente en FPS.
Un diseño agresivo en formas y mucho más compacto
Algunos fabricantes han comenzado a lanzar al mercado portátiles gaming que parecen portátiles ultradelgados por su diseño, pero este HP OMEN 15 no entra desde luego en esa categoría.
Aquí el fabricante deja claro que este equipo quiere centrarse más en las prestaciones que en el grosor o el peso, y contamos con un diseño que no esconde esa ambición.
El equipo no es especialmente grueso a pesar de ello (25 mm), pero lo que sí es es algo pesado: sus más de 2,5 kg hacen que uno note claramente que está ante un equipo más sólido y pesado que la norma de esos ultraportátiles y convertibles que estamos acostumbrados a ver en los últimos tiempos.
Aún así el esfuerzo de HP a la hora de reducir dimensiones es notable. El nuevo HP OMEN 15 es bastante más compacto gracias a la reducción de los marcos de pantalla, que sobre todo se nota en los laterales y en el marco superior. Ese "adelgazamiento" le sienta muy bien a un equipo que da una sensación de manejabilidad más notable que la de su predecesor.
El diseño externo es agresivo en sus líneas, con una tapa superior coronada por un diseño en fibra de carbono dividido en cuatro partes por unas líneas diagonales rojas que le dan ese carácter tan propio ya de la línea OMEN de soluciones gaming.
También es clave la posición y formato de las rejillas de ventilación, amplias (pero no exageradas) tanto en la parte inferior del equipo —donde es posible entrever el sistema de ventilación dual— como en la parte posterior.
Al abrir la pantalla, más contribuciones a esa refrigeración: la bisagra hace que la pantalla quede "suspendida" aproximadamente un centímetro por encima del teclado, algo que ayuda a que el calor disipado corra libremente por ese espacio.
La conectividad es envidiable: en el lateral izquierdo contamos con un puerto USB 3.0, un lector de tarjetas SD y los conectores separados (y no combinados, como suele ser habitual) de auriculares y micrófono, mientras que en la parte derecha contamos con otro puerto USB 3.0 y el conector de carga.
Es en su parte posterior donde están el resto de conectores "estrella" del equipo: un USB 3.0, un USB-C con interfaz Thunderbolt 3, un Mini DisplayPort, un HDMI y un conector RJ-45 para la siempre útil conexión de red que reduce la latencia en escenarios de gaming.
El teclado va de lado a lado del portátil, y la distribución es correcta e incluye incluso un teclado numérico que combina algunas teclas con funciones de desplazamiento del cursor que solemos encontrar en otras posiciones en otros portátiles.
Como suele ocurrir, algunas de esas posiciones (por ejemplo las de las teclas Inicio y Fin) son algo extrañas si no estamos habituados a ellas, y como siempre tocará acostumbrarse a esas decisiones del fabricante.
El touchpad es quizás algo más reducido de lo que cabría esperar en un equipo de 15,6 pulgadas, aunque parte de esa superficie la ocupan dos generosos botones físicos que corresponden a los tradicionales botones izquierdo y derecho del ratón.
En todos esos elementos destaca de forma clara el color negro, aunque el logo Voodoo (la empresa que compró HP y que fabricaba PCs y portátiles gaming) sigue presente en color rojo junto con algunos elementos más como la iluminación del botón de encendido o los símbolos que acompañan a algunos puertos de conexión.
El teclado cuenta con retroiluminación RGB que podremos configurar gracias al OMEN Command Center, la aplicación en la que podremos consultar el estado del equipo (temperaturas, uso de memoria, etc) pero también establecer perfiles de energía y, como comentábamos, la retroiluminación. En este teclado disponemos de cuatro zonas activas que podremos cambiar de color a nuestro gusto.
Un rendimiento al que no se le pueden poner muchos peros
Las pruebas de rendimiento que pudimos ejecutar en este HP OMEN 15 volvieron a dejar claro que la evolución de estos equipos es notable: los nuevos procesadores y la inclusión de una GTX 1060 sin apellidos (no es la edición Max-Q, si no la edición "pura") le da una especial alegría a un equipo que mostró muy buen comportamiento en todos los escenarios a los que le sometimos.
A estas pruebas se les sumaron por supuesto todas las sesiones de juego que ejecutamos, y que se centraron en la ejecución de 'Battlefield 1', 'Dirt Rally' y 'Rise of the Tomb Raider' para luego medir las tasas de fotograma medias en cada una de ellas.
El comportamiento con el nivel de detalle medio en 'Battlefield 1' fue estupendo: 97 FPS de media que permiten jugar con una fluidez total. En el caso de Dirt con nivel de detalle alto obtuvimos tasas medias de 203 FPS, mientras que en 'Rise of the Tomb Raider', el más exigente de nuestros protagonistas, la tasa llegó a los 69 FPS con nivel de detalle alto. Todos corriendo a la resolución nativa 1080p, la sincronización vertical desactivada y una frecuencia de refresco de 144Hz en la pantalla del portátil.
Estos resultados dejan claro que el nivel de prestaciones al que podremos acceder con este equipo es realmente destacable, y será difícil que tengamos problemas con juegos actuales y futuros gracias a ese gran margen de maniobra que ofrece esta hoja de características. Otra cosa, cuidado, son las temperaturas, el ruido y la batería del equipo.
Esto se pone caliente
El problema de los portátiles gaming es, claro está, que en sus relativamente reducidas dimensiones deben integrar un buen número de componentes potentes que disipan el calor que generan estos componentes cuando les exigimos el máximo, y eso con los juegos de última hornada es frecuente.
En el HP OMEN 15 eso se traduce en dos consecuencias lógicas: la refrigeración mantiene a raya a las temperaturas para que el equipo ofrezca siempre lo máximo sin que eso pueda poner en peligro estos componentes, pero al mismo tiempo esas temperaturas en superficie son notables. Nosotros lo notamos por ejemplo en esas sesiones de juego en las que la tradicional disposición para controlar el movimiento (W,A,S,D) se ponía más caliente de lo que nos hubiera gustado.
Esas temperaturas también se dejaron notar en el otro apartado obvio: la refrigeración, que se dispara al exprimir esas experiencias en videojuegos. El ruido de los ventiladores es constante y está muy presente, lo que hace que jugar con auriculares sea prácticamente obligado si queremos disfrutar de una experiencia inmersiva y sin ese bufido constante.
Ese alto rendimiento también tiene su precio en la autonomía de la batería, que en un funcionamiento "ofimático" —navegación por internet, algo de música y vídeos— aguantó algo más de dos horas y media.
La cosa empeora en juegos y no solo por la autonomía, sino porque las prestaciones de la gráfica bajan de forma notable si desenchufamos el HP OMEN 15 de la corriente. En el caso de 'Battlefield 1' esa tasas bajaron a 30 FPS sostenidos de forma continua, por ejemplo.
Esto es algo que en realidad es normal en todos los portátiles gaming porque de hecho NVIDIA activa esos modos de ahorro de energía cuando desconectamos estos portátiles gaming de la corriente.
Se puede jugar, sí, pero la experiencia queda perjudicada si no jugamos conectados a la corriente. Si por alguna razón queremos jugar sin conectarlos, en algo más de una hora y cuarto el sistema empezará a avisarnos de que la autonomía está a punto de agotarse. Es el lógico precio a pagar en equipos portátiles de gaming. Nada del todo nuevo, insistimos, pero que aún así siempre es necesario tomar en cuenta.
Game Stream convierte al portátil en un servidor de videojuegos
Ese software de control de HP también permite disfrutar de la característica Game Stream con la que podremos emitir juegos desde un PC más potente pero también a un PC (con Windows 10) menos potente desde el HP OMEN 15.
La tecnología de la empresa Parsec en la que se basa esta opción funciona de forma decente: nosotros hicimos la prueba con el HP OMEN 15 conectado a un sencillo set-top-box con un procesador Atom en una habitación distinta, y lo cierto es que la experiencia fue sorprendente para lo exigente que es este tipo de transmisión.
En esencia lo que hace dicha tecnología es ofrecer un escritorio remoto: todo se ejecuta en el PC de origen, pero la información visual se transmite al PC destino como si estuviéramos ejecutando una sesión de VNC, por ejemplo. El secreto está en la compresión de la información y, claro está, en contar con una buena conexión entre ambos PCs.
En nuestras pruebas esa conexión (la instalación está preparada para velocidades GbE) era buena, pero aún así la calidad visual del videojuego no era comparable a la original, aun cuando realizamos pruebas con 'Battlefield 1' en calidad media y 1080p.
El movimiento era fluido en la mayor parte de ocasiones, pero lo que falla aquí son los tiempos de respuesta. La latencia es fundamental en los FPS, y en un juego tan rápido como este tener esa desventaja era fatal. Para otros juegos seguramente la experiencia sea mucho más llevadera, pero en juegos algo más rápidos y competitivos esta experiencia desde luego puede poner problemas a los jugadores competitivos.
HP OMEN 15 (2018), la opinión y nota de Xataka
En HP han sabido refinar el hardware de este equipo para que ganemos enteros en todos los ámbitos relacionados con la potencia y las prestaciones. Casi todo mejora en un equipo más redondo en especificaciones y que además es más compacto que nunca.
La inclusión de una GTX 1060 da muchas garantías para poder jugar sin problemas a cualquier juego que se nos ocurra —mientras estemos conectados a la corriente, eso sí—. Las nuevas opciones de conectividad con el puerto USB-C con interfaz Thunderbolt 3 como protagonista son también de agradecer.
Es por tanto una buena apuesta de HP que ofrece unas prestaciones notables a un precio nada desorbitado. Hay sin duda margen de mejora en el ámbito de las temperaturas que notamos en el teclado o en la refrigeración del equipo, pero aquí lo cierto es que es difícil pedirle a un portátil gaming que se quede en silencio cuando le exigimos lo más de lo más.
8,2
A favor
- Diseño atractivo y mucho más compacto
- La pantalla de 15,6 pulgadas soporta 144 Hz en 1080p
- La hoja de especificaciones mejora en casi todos los apartados
- Precio contenido
En contra
- Jugar sin estar conectado a la corriente empeora la experiencia
- La gestión de temperaturas y de la refrigeración es mejorable
- La batería vuelve a ser el principal hándicap, como en otros portátiles para gamers
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de HP. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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