Microsoft Surface Laptop 3 (15"), análisis: un portátil "rebelde" que estrena diagonal y sobre todo un interesante chip de AMD

Microsoft sigue creyendo en los portátiles puros. Vaya si lo hace, porque el nuevo Surface Laptop 3 es la nueva iteración de un concepto que ha crecido en prestaciones con el paso del tiempo y que se ha convertido en una familia de equipos realmente bien preparada.

De hecho hay dos modelos muy diferenciados: el de 13,5 pulgadas, que mantiene más la herencia de los primeros Surface y la de los Surface 2, y este modelo de 15 pulgadas que hemos podido analizar y que hasta cierto punto es un rebelde a la causa: se abandona el uso del tejido Alcantara, pero es que además hay sorpresa importante (e interesante), porque estamos ante un equipo basado en un procesador fabricado por AMD.

Ficha técnica del Surface Laptop 3

Las sorpresas son destacables tanto en diseño —como veremos más adelante— como sobre todo en la configuración hardware de un equipo que por primera vez hace uso de procesadores de AMD.

Surface Laptop 3 15"

Pantalla

15 pulgadas, táctil, 2.496 x 1.664 px, ratio 3:2, densidad de 201 ppp

Tamaño

308 x 223 x 14,5 mm

Peso

1,542 kg

Procesador

AMD Ryzen 5 3580U (4 núcleos, 8 hilos, 2,1 GHz, hasta 3,7 GHz con Turbo)

Gráficos

AMD Radeon Vega 9

RAM

8 GB DDR3

Disco

256 GB

Versión S.O.

Windows 10 Home

Conectividad

Wi-Fi 802.11ac, Bluetooth 5.0

Cámaras

Cámara frontal 720p con soporte Windows Hello

Puertos

1 x USB-A (USB 3.0), 1 x USB-C (USB 3.2), Surface Connect, puerto de auriculares

Precio

1.566,55 euros en Amazon

En concreto estamos ante un procesador que teóricamente está personalizado para este equipo: se trata del AMD Ryzen 5 3580U con 4 núcleos y 8 hilos de ejecución, y que trabaja de serie a 2,1 GHz. Una propuesta llamativa que de hecho podemos mejorar, porque hay opción para el AMD Ryzen 7 3780 que, eso sí, incrementa el precio de forma notable al sumar también en otros apartados.

Más llamativo incluso que el procesador es la gráfica integrada, una Radeon Vega 9 Graphics que como veremos en las pruebas marca la diferencia si lo que buscamos es más alegría (sin milagros) en el apartado gráfico. La diferencia con los IGPs de Intel es clara desde hace años en este terreno, y por eso nos alegra especialmente ver cómo este tipo de alternativa se va usando en equipos de diversos fabricantes.

Diseño: adiós, Alcantara

Durante años hemos comprobado cómo Microsoft se diferenciaba en diseño de sus competidores con detalles singulares. La bisagra de los Surface Pro era uno de esos detalles y la pantalla desmontable de los Surface Book otro.

El tejido Alcantara usado tanto en los teclados de los Surface Pro como en los Surface Laptop era otra de esas señas de identidad. En realidad sigue siéndolo en los modelos de 13,5 pulgadas, pero de repente desaparece para esta versión nueva y especial de los Surface Laptop 3 que tenemos que nosotros, y que cambia tanto por fuera como por dentro.

De hecho este modelo que hemos tenido la oportunidad de probar en Xataka es totalmente nuevo en el catálogo de Microsoft: es la primera vez que esta empresa se lanza con un Surface Laptop con esta diagonal, aunque sí había experimentado con ella en los Surface Book.

Eso, claro, da mucho margen de maniobra, aunque es curioso ver cómo Microsoft ha sido conservadora en un apartado tan valorado por los consumidores como el de los puertos de conexión.

De hecho una de las principales pegas que se le pueden achacar a los Surface Laptop 3 es que aunque por fin integran un puerto USB-C, este no es compatible con la interfaz Thunderbolt 3.

Sí es posible usarlo para cargarlo como alternativa al conector propietario de carga del dispositivo, pero nosotros probamos a hacerlo con el cargador y el cable de un Huawei P30 Pro (10V, 4A máximo) y el sistema operativo mostró un mensaje que nos instaba a usar "el cargador y el cable recomendados para el dispositivo".

Las alternativas en puertos de conexión no son demasiado amplias para un equipo de estas dimensiones: aparte del citado puerto USB-C contamos con un puerto USB-A (USB 3.0), un puerto de auriculares y el también citado puerto de carga propietario Surface Connect.

Echamos de menos algún puerto USB-A o USB-C más, un lector de tarjetas SD e incluso un puerto Ethernet: los laterales están sorprendentemente desaprovechados y aquí hubieran sido muy recibidas alguna de esas alternativas, que al estar ausentes nos obligan a contar con un dongle o un hub.

Esta diagonal de pantalla podría también hacer pensar que al abrir la pantalla nos encontraríamos con la opción del teclado numérico incluida en el diseño, pero no es así: estamos ante un modelo contenido en dimensiones, y esos 308 mm de longitud hubieran hecho difícil integrar este tipo de opción.

No hacerlo además permite contar con un teclado que "respira" por todos lados. Como en anteriores modelos de Microsoft encontramos la tecla de encendido "escondida" a la izquierda de la tecla Supr, en la esquina superior derecha de esa disposición.

El teclado es excelente en tacto y recorrido, con un sonido ligero y casi agradable que sirve como acompañante de la respuesta táctil. La disposición es correcta slavo quizás en el tamaño de los cursores arriba/abajo, que se reparten el espacio de una tecla normal.

La pantalla de 15,6 pulgadas cuenta además con un formato 3:2 muy extendido en los equipos portátiles y convertibles de Microsoft. Eso hace que dispongamos de una resolución vertical muy amplia (los 3.000 x 2.000 píxeles son fantásticos para trabajar incluso con distintos escalados) y afecta también al diseño del equipo: a la zona para el teclado casi le sobra espacio vertical, lo que hace que el touchpad, aun siendo grande, esté separado claramente del teclado.

De hecho la zona de reposamuñecas es sorprendentemente amplia, casi el doble que la del Dell XPS 13 (9343) que utilizo habitualmente para trabajar. Ese touchpad es impecable, y el tacto y respuesta vuelve a demostrar que hace tiempo que los equipos basados en Windows ya no tienen mucho que envidiar al trackpad que antes marcaba la diferencia en los MacBook en sus diversas variantes.

Hablábamos antes brevemente de la pantalla, y es importante mencionar que los marcos de pantalla, sin ser ínfimos, no son tampoco exagerados. Están en la línea de los de los Surface Laptop 2, y aunque la tendencia es reducir sus dimensiones en otras alternativas, la aproximación de Microsoft en este caso es, creemos, adecuada.

De hecho la construcción del Surface Laptop 3 es sobresaliente. Estamos ante un chasis sólido y robusto, quizás incluso demasiado porque el equipo no es precisamente ligero con sus 1.540 gramos. Es cierto que estamos hablando de un equipo de 15,6 pulgadas, pero está claro que aquí Microsoft no buscaba la ligereza y la orientación del equipo es otra.

La ausencia del tejido Alcantara hace que todo el equipo esté dominado por el aluminio de principio a fin. En la carcasa superior encontramos tan solo el logo de Microsoft como señal distintiva, mientras que en los laterales hay un curioso bisel que precisamente disfraza el grosor tratando de crear la impresión de que el equipo es más delgado de lo que es: es muy posible eliminar ese bisel hubiera hecho perfectamente factible integrar un conector Ethernet de tamaño completo, por ejemplo.

La parte inferior solo presenta unos pequeños apoyos de goma para mantener esa base algo por encima de la superficie y favorecer la disipación del calor. Al desplegar la pantalla se puede apreciar cómo esa parte inferior de la bisagra se convierte en parte en una rejilla de ventilación: los ángulos de inclinación de pantalla no llegan a los 180 grados, pero desde luego son suficientes para un uso cómodo del equipo en prácticamente cualquier situación.

Rendimiento: más alegría en gráficos, pero sin poder montar fiestas

La tabla comparativa de rendimiento permite detectar muy rápido qué podemos esperar de este equipo en materia de rendimiento. Como siempre, evaluamos con una serie de pruebas sintéticas como PCMark 8/10 y 3DMark, y a partir de ahí es posible inferir el rendimiento que podremos esperar ante diversos escenarios.

Surface Laptop 2 (Core i5-8250U) Surface Laptop 3 (AMD Ryzen 5 3580U) Acer Swift 5 (Core i5-8250U) Lenovo ThinkBook (Core i5-8565U)
PCmark 8 Home 2.706 3.337 3.400 2.984
PCmark 8 Creative 2.980 3.574 4.553 3.406
PCmark 10 3.225/td> 4.014 3.398 3.673
3DMark Cloud Gate 9.033 11.875 5.381 7.847
3DMark Ice Storm 51.593 61,787 54.057 56.502

Qué nos dicen estos resultados? Pues que estamos ante un equipo que representa un salto interesante en cuanto a tareas de propósito general, pero que donde muestra sus virtudes es en tareas gráficas, dejando atrás a los chipsets Intel HD Graphics 620 habituales en máquinas con micros Intel Core de 8ª generación.

El problema, claro, es que esos chips empiezan a quedarse obsoletos, y las comparaciones cambian con los nuevos Core i5 e i7 de 10ª generación con las nuevas gráficas integradas Iris e Iris Plus. No hemos podido analizar ningún equipo con esta configuración aún, pero es probable que las cosas se igualen en este ámbito y la propuesta de AMD ya no sea tan llamativa para los montadores y fabricantes.

Eso no significa que podamos echar las campanas al vuelo, claro: esto no es un portátil gaming, pero sí será posible disfrutar de algunos juegos no demasiado exigentes ajustando resolución y nivel de detalle para que la fluidez sea adecuada.

Comprobamos también los datos de Geekbench 4 (3.864 en Single-Core, 11.605 en Multi-core) y GeekBench 5 (847 y 2.903 respectivamente), algo por debajo de los que por ejemplo consiguió el Lenovo ThinkBook basado en el Intel Core i5-8265U (3.387 / 12.678 en GB4 y 1.027 / 3.234 en GB5), lo que deja claro que micros algo más recientes de Intel plantan cara sin problema a la propuesta de los Ryzen 5 de AMD.

El adaptador de corriente de 65 W que se incluye con el Surface Laptop 3 cuenta con un puerto USB para poder cargar no solo el equipo, sino un móvil o tableta si tenemos el cable a mano.

El rendimiento de la unidad de disco fue muy destacable: en este equipo contamos con una unidad de 256 GB M.2 NVMe que logró 2.001 MB/s en lectura y 823 MB/s en escritura secuencial.

Otro apartado clave del equipo es la batería, que según Microsoft llega a tener una autonomía de 11,5 horas. En nuestro caso la cifra bajó bastante con una sesión de trabajo normal, rondando las 7 horas sin llegar a superarlas nunca de forma holgada. No es una cifra demasiado llamativa para un equipo de estas dimensiones, aunque sí es cierto que el cargador de 65 W logra recargarla al 80% en menos de una hora.

Por fin el Surface Laptop es (un poquito) más actualizable

Una de las notas destacadas de Microsoft durante la presentación de estos equipos y de los Surface Pro 7 fue la mejora en el ámbito de la reparabilidad y la capacidad de expansión.

Ciertamente hay mejoras en el Surface Laptop 3 respecto a sus antecesores, pero es que proveníamos de equipos que precisamente fueron muy criticados por hacer casi imposible ampliar sus componentes o repararlos en caso de problemas.

Con el nuevo Surface Laptop 3 la cosa mejora y es posible extraer la cubierta superior fácilmente para acceder a los componentes. A partir de ahí podremos reemplazar la unidad SSD en formato M.2 2230, aunque Microsoft no recomienda a los usuarios hacerlo, y señala que para estas operaciones recurramos a un servicio técnico especializado.

Microsoft Surface Laptop 3, la opinión y nota de Xataka

En nuestras sesiones de trabajo y pruebas con el Surface Laptop 3 hemos confirmado que la evolución de estos equipos es destacable. No hay grandes sorpresas -en equipos portátiles es difícil darlas- pero sí una mayor sensación de solidez y esas mejoras que corrigen defectos del pasado.

Lo hemos visto con esa mejor reparabilidad o con la interesante alternativa que plantean los procesadores de AMD. También con esa nueva diagonal y la ausencia del tejido Alcantara, aunque eso puede ir en contra de Microsoft, ya que era una característica diferencial de su diseño.

Lo que se mantienen son las buenas virtudes del pasado: la construcción vuelve a ser impecable. No se trata de un equipo ligero, pero aún así es fácil transportarlo de un sitio a otro gracias a un buen compromiso entre su diagonal de pantalla y su chasis.

Los dispositivos entrada y salida cumplen a la perfección: la pantalla es como siempre punto destacado de estos equipos, aunque al tener acabado brillo sufre en exteriores por no tener un brillo demasiado. Contar con una pantalla táctil puede ser útil en diversos escenarios, así que la opción seguramente sea bienvenida por parte de muchos usuarios.

El comportamiento multimedia del equipo es notable, y a ello ayudan su pantalla de buena resolución y unos altavoces que se comportan muy bien aun estando situados debajo del teclado, como en anteriores modelos. Sorprende que Microsoft no haya aprovechado el espacio de este chasis para situar los altavoces de forma más favorable, pero aún así el resultado es muy decente aunque los altavoces no sean especialmente potentes.

La refrigeración también está muy bien conseguida, y es raro que oigamos los ventiladores bufar salvo en escenarios intensivos. Es algo de esperar, sobre todo teniendo en cuenta que el TDP de este microprocesador es de tan solo 15 W y no debería poner en problemas este apartado.

El primer hándicap serio lo encontramos en la selección de puertos, escasa para un equipo como este con esa diagonal. Es una lástima que no podamos conectar dispositivos Thunderbolt 3 al puerto USB-C, y también echamos de menos más puertos USB-A o USB-C o el lector de tarjetas.

El segundo y más importante es el precio, que asciende a 1.649 euros para una configuración que parece poco acorde con ese elevado coste. Hay propuestas muy llamativas en este ámbito más potentes, con más RAM e incluso con gráficas dedicadas que platean seria competencia al modelo de Microsoft.

Así pues, nos encontramos con una propuesta sólida, pero con un precio exagerado para las prestaciones hardware que ofrece. La construcción y opciones como su excelente pantalla son destacables, y aunque se agradece contar al fin con un modelo basado en un micro de AMD, el precio a pagar por ello es demasiado alto.

8,5

Diseño 9,0
Pantalla 9,25
Rendimiento 8,0
Teclado/trackpad 9,0
Software 8,5
Autonomía 7,0

A favor

  • Construcción sobresaliente
  • La pantalla sigue siendo sobresaliente
  • Contar con una CPU y GPU de AMD supone un salto sobre todo en gráficos

En contra

  • La oferta de puertos es escasa, sobre todo para un equipo de 15 pulgadas
  • Precio elevado
  • Autonomía algo corta para un equipo de estas dimensiones

El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Microsoft. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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