Hora de la verdad para Microsoft y Windows 8. Mañana estará en el mercado y hoy se suceden las presentaciones oficiales y actos de marketing, a la vez que podremos leer todos los análisis y opiniones sobre el nuevo sistema. Creo que no hace falta ser un gran adivino para saber qué nos vamos a encontrar en ellas: algunos elogios al atrevimiento, alguna buena crítica, pero también mucho escepticismo y críticas rotundas. Mi impresión es que si estas últimas no suceden, si no vemos muchas profecías apuntando al fracaso total de Windows 8 es que Microsoft no ha sido suficientemente valiente.
¿Por qué apunto a este – aparentemente – contrasentido? Porque estoy convencido de que estamos ante un caso del dilema del innovador. Una compañía con unos números de negocio fantásticos, un liderazgo de décadas que tiene que elegir entre ofrecer lo que esperan sus clientes de siempre (una apuesta continuista con lo anterior) o cambiar de registro, pasar al ataque y competir con los modelos “disruptivos” que propone la competencia.
Sí, Microsoft tiene un problema con la era post PC
Hablar de era post PC tiene sus riesgos. Suele interpretarse con que uno se refiere a la desaparición del ordenador personal en favor de dispositivos menos potentes, y no es eso, claro. Se trata de que el gran negocio de la electrónica de consumo se desplaza, el mercado de smartphones es más grande que el de PC desde hace tiempo, el mercado de tablets es el que crece con fuerza y quien lidera el negocio es alguien con un modelo vertical y cerrado como Apple.
Y esa es la situación del mercado, prefiramos particularmente un tipo de dispositivo u otro, blasfememos de los tablets o los amemos, nos guste más un fabricante o el de enfrente. Microsoft se ha encontrado que nadie ha conseguido hacerle sombra jugando a su mismo modelo, pero sí que hay un puñado de actores que con una estrategia muy diferente se han subido a la última ola antes y mejor que ellos. Y no es sólo Apple con iPad / iPhone / iOs, también es Google con Android y hasta apuntaría a Amazon que ya no es un tapado sino una alternativa real.
Una era móvil, cloud, táctil y de experiencia de usuario
Windows 8 necesita ser una respuesta en todos esos frentes: móvil, cloud, táctil y de experiencia de usuario.. Reprensentan los puntos sobre los que la competencia ha armado sus propuestas de valor y donde una apuesta continuista con el diseño de los anteriores versiones de Windows (en escritorio con 7 y en móvil con Mobile) no hubiese hecho sino convertir a Microsoft en una oveja dócil hacia el matadero.
Windows 8 juega en esa liga, pero a la vez está conectado al pasado. Para entender todos los cambios recomiendo leer el especial a fondo sobre el nuevo sistema de Microsoft que han preparado en los vecinos especializados en Windows. La integración de Skydrive, el interfaz “Modern UI”, la convergencia con el sistema operativo móvil en experiencia y núcleo… algo que no se puede discutir a Microsoft es el haber apostado fuerte en esta jugada
Efecto red, el usuario de siempre de Windows y la conexión con el pasado
Ya comentamos en su momento que Windows 8 es la gran apuesta en convergencia entre sistemas móviles y de ordenador. Apple plantea sistemas y experiencias diferentes en tablet/móvil y ordenador personal (aunque cada vez lleva más elementos de iOs a Mac Os), Android de momento se mantiene en el nuevo mundo mientras Google no se rinde con Chrome OS.
¿Por qué la apuesta de Microsoft con Windows 8 es de convergencia y compatibilidad con el pasado? (esto último con matices porque RT no lo es). Aquí apuntaría a dos motivos, uno es que Microsoft sigue creyendo en el PC y piensa en que los usuarios de tablets querrán ser productivos también; el otro es que no han querido renunciar a uno de sus grandes ventajas competitivas, el efecto red.
Y es que el efecto red ha funcionado para Redmond estupendamente durante décadas: el sistema que todos saben utilizar, para el que más se encontraba software y ayuda y para el que más incentivos había para que fabricantes lo instalaran por defecto y desarrolladores lo tuvieran como primer objetivo. En los últimos años esto ha dejado de ser un arma tan potente (pasamos más tiempo en el navegador que es igual para todos, hay más software para otras plataformas, tengo ayuda en internet, se prioriza la experiencia de usuario), pero la compatibilidad hacia atrás con todo el software anterior es un arma poderosa que sólo Microsoft tiene y a la que no han querido renunciar.
Eso sí, el colocar como interfaz primera la “Modern UI” va a provocar más de un dolor de cabeza. El usuario de siempre verá que “le han cambiado el Windows”, que hay una curva de aprendizaje dura para hacerse con ella (me considero algo avanzado y en las pruebas del sistema me está costando) y puede llegar a considerar esto como un estorbo que le haga rechazar el sistema en una primera instancia.
Mis dos céntimos sobre Windows 8
Creo que sin falsa humildad puedo decir que mi opinión personal de Windows 8 es lo menos relevante aquí, sobre todo atendiendo a mi historial de apuestas por tecnologías y plataformas. Lo más interesante de las tecnologías “disruptivas” es que es muy muy difícil valorar su potencial, identificarlas cuando nacen. Hoy está tirado hacer un análisis y contar como Apple puso un punto y aparte en la electrónica de consumo con iPhone y iPad, lo difícil era verlos el primer día y pensar que iban a liderar la etapa actual.
En todo caso no quiero dejar el artículo sin mojarme un poco. Me interesa y me gusta mucho Windows 8 como sistema convergente, me parece que Microsoft lleva dos años excepcionalmente valiente e innovadora; me gusta poco Windows 8 RT, su propuesta empobrecedora del ecosistema abierto del PC (como iPad te elimina como administrador de tu equipo y coloca al fabricantes del sistema en tu lugar) y su experiencia limitada en esta primera versión. Y, en cualquier caso, creo que los tiempos de Microsoft como gran dominadora difícilmente volverán, al menos a corto/medio plazo y con Windows 8.
Es una apuesta diferente, arriesgada, que me gusta mucho como usuario (con el matiz de RT) y que creo que, paradójicamente, es más competitiva en los dispositivos más afines al ordenador personal (sobremesa, portátil ahora táctil, convertibles) que en los tablets puros donde Microsoft necesita más ayuda. Si el mercado va más a los híbridos donde podemos ser más productivos, Microsoft tiene la mejor propuesta para ello, si no, iremos a un equilibrio de fuerzas muy diferente entre las plataformas para la informática personal.
Antonio Ortiz es cofundador de WeblogsSL, la empresa que hace Xataka y en la que ejerce el cargo de director de Estrategia Online. Escribe habitualmente en su blog Error500 sobre internet y tecnología. Está en Twitter y en Google Plus
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