La aventura de Motorola con su gama Moto X de este 2015 quedaba conformada por dos terminales muy diferentes pero que entraban de lleno en la gama media-alta. El primero que analizamos a fondo en Xataka fue el Moto X Play, modelo donde su batería, pantalla y precio resultaban de lo más interesante. Pero a costa de un diseño nada llamativo ni competitivo.
Llegó entonces el turno de someterlo a nuestra prueba de un mes de uso como terminal principal, momento en que pequeños detalles que pueden marcar diferencias salen a la luz. Si quieres saber cómo es el Moto X Play en el día a día, sus puntos fuertes y las debilidades que afloran cuando menos lo esperas, aquí tienes nuestro vídeo e impresiones tras un mes de uso.
Excelente diseño para las batallas de cada día
En nuestro análisis inicial del Moto X Play, el apartado de diseño, con peso y acabado a la cabeza, tuvo un peso especial. No es para menos. De este mes de uso con el terminal he podido afianzar algunas de esas conclusiones relacionadas principalmente con el diseño y acabado.
Pese a que hay quien es defensor absoluto del diseño de los Motorola, ya no estamos hablando de equipos imbatibles en relación calidad-precio cuando nos metemos de lleno en la gama media. Así que no es admisible el acabado básico de este Moto X Play, nada premium y que no puede compararse con modelos de 100 euros menos y con mucho mejor uso de materiales y diseño. Nos parece además que algunas de sus peculiaridades de diseño, como la carcasa extraíble, debería haberse aprovechado más allá de la estética, y facilitar la extracción de la batería, por ejemplo.
Sin embargo, el terminal sí que nos confirma que es un excelente smarpthone para las batallas del día a día. Es robusto, se ha caído un par de veces y sigue como nuevo, y el agarre es muy bueno. Pero hay detalles como los botones de volumen muy enclenques que nos frenan en el entusiasmo.
Lo que sí que es todo un acierto es proporcionar al teléfono de protección contra salpicaduras porque realmente nos ha demostrado en este mes de uso que es lo que buscamos cuando nos referimos a resistencia al agua de un terminal. Está bien poder sumergir un teléfono en verano para hacer alguna foto subacuática, pero lo realmente interesante es que podamos cogerlo con las manos mojadas sin preocuparnos o tenerlo cerca de comida y líquidos sabiendo que podremos lavarlo. Si además unes a la ecuación niños, la robustez y que se pueda mojar entusiasmará a los padres.
De sus dimensiones os puedo decir que Motorola ha hecho un gran trabajo con la altura y es un terminal, que dentro de su diagonal de pantalla, nos ha resultado tras este tiempo con él, uno de los más manejables con una sola mano. Lástima de peso y sobre todo grosor.
Se agradece la microSD y la batería para dos días de uso
A estas alturas de 2015, un gama media que no rinda casi como un gama alta en el día a día, tiene una parte de su guerra perdida. El Moto X Play cuenta con el Snapdragon 615 acompañado de 2 GB de memoria RAM que en este mes de uso nos reafirmamos en que se quedan cortos para lo que podemos exigirle a esta gama media-alta. Para venir con Android nativo, 5.1 en este caso, hemos sufrido lags en determinadas tareas cuando lo lógico habría sido una experiencia casi sin fisuras.
En el apartado de la memoria interna, los 11 GB que quedan libres en el modelo de 16 GB ciertamente se quedan cortos, especialmente si queremos aprovechar su pantalla con vídeos en local o hacemos muchas fotos. Nos alegramos de que Android venga prácticamente nativo y no haya bloatware, pero es completamente recomendable que aprovechemos que lleva ranura para tarjetas microSD y nos hagamos con una para determinado material multimedia.
¿Y la autonomía? Pues muy satisfecho en todos los aspectos. En primer lugar por la propia duración de la batería, que con el paso del tiempo y ajustando procesos hemos logrado mantener en dos jornadas de trabajo sin excesivo problema. Pero es que también contamos con una carga rápida que nos deja listo el terminal de 3600 mAh en menos de dos horas. Y un gran detalle el cargador doble de serie, pero mucho mejor sería uno de carga rápida, compra completamente recomendada también.
El vicio de las notificaciones en pantalla
Cuando uno se acostumbra a una pantalla grande, especialmente si el terminal no se dispara en dimensiones físicas, ya no quiere volver atrás. Con el Moto X Play me ha pasado justo eso. Su panel IPS se ve muy bien, sin ser excepcional, solo tiene resolución 1080p, pero estamos hablando de una gama media y en ese caso nos resulta muy aceptable. Pero lo mejor de la pantalla tras este mes de uso ha sido poder previsualizar las notificaciones en la pantalla del bloqueo interaccionando con ellas de forma directa. Una vez que te acostumbras ya no puedes dejar de buscar esa función propia de Motorola en todos los terminales. Adictiva y muy útil.
No tan satisfechos hemos quedado con la cámara del Moto X Play tras este mes de uso. Con el paso de los días y tras la prueba inicial, de entrada uno echa mucho de menos una interfaz fotográfica algo más trabajada que la actual, que es excesivamente simple. Controlar la exposición cuando tocar la pantalla es lo que dispara la cámara requiere de un proceso que nos parece pesado y nada intuitivo.
Pero no acaban ahí nuestras diferencias con este Moto X Play en su apartado fotográfico. Motorola decidió impresionar por megapíxeles pero tenía otras tareas pendientes. En ningún momento en este mes de uso hemos sacado partido de esos 21 megapíxeles para recortar imágenes u obtener más detalle de las fotos, pero sí que nos hemos quedado decepcionados cuando la luz escasea y la cámara queda penalizada por muchos megapíxeles sin que el tamaño del sensor acompañe.
Con luz suficiente la cámara responde de forma aceptable en la mayoría de situaciones, pero la exigencia es máxima y no podemos conformarnos a estas alturas y con este precio y competencia, con lo que nos ofrece la cámara del Moto X Play que hemos probado tras un mes de uso.
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