El Sony Xperia Z que analizamos a fondo en Xataka es el nuevo terminal de referencia de la compañía japonesa para el segmento de los smartphones de gama alta.
Sony no ha querido esperar al MWC 2013 para dejar constancia de que las buenas cifras y experiencias del año pasado con sus destacados modelos Xperia los han animado a querer plantar cara de forma seria en el ecosistema Android.
El Sony Xperia Z es su carta más potente para este inicio de año. Sale a la venta el próximo 25 de febrero pero en Xataka ya tienes el análisis completo.
Sony Xperia Z, análisis en vídeo
Arrancamos nuestra prueba a fondo del Sony Xperia Z con su correspondiente repaso en vídeo, la mejor manera de conocerlo en detalle y de una forma muy visual:
Diseño
Desde el Arc hasta este Xperia Z, Sony ha pasado por diseños muy diferentes para sus terminales de referencia en los últimos años. Ninguno dejaba indiferente, pero tampoco se creaba una idea de continuidad, algo que no creo que le haya venido mal a Sony, pues ha venido ofreciendo variedad a los consumidores.
Ahora, tras separarse de Ericsson, parece que ha encontrado un camino a seguir, precisamente uno por el que quiere que pasen todas sus pantallas. Partiendo de los televisores Bravia, así se conforma la imagen del último smartphone japonés.
Frente a la personalidad de anteriores Xperia, sorprende que Sony haya optado por un diseño tan mínimo en este Xperia Z. Pero me parece que gracias al acabado en cristal, han conseguido su propósito.
El Sony Xperia Z es un terminal muy delgado y muy ligero, sorprendente para la diagonal de su pantalla. Efectivamente son cinco pulgadas las que atesora, pero en ningún momento abruma en mano, y para mi la sensación ha sido la misma que experimento al tener un modelo con 4.3-4.6 pulgadas.
En la tabla siguiente puedes ver las dimensiones de los modelos más destacados del momento, y si bien tanto en ancho como largo el Sony Xperia Z es el que más abulta, no difieren mucho de los otros modelos con diagonales más reducidas.
El único inconveniente para esta diagonal tan grande es que, los usuarios con manos pequeñas como las mías, tenemos más complicado llegar a todos los lados de la pantalla con el pulgar si queremos manejar el equipo con una sola mano. Pero no es imposible.
Realmente el Sony Xperia Z me ha sorprendido en mano pese a que de entrada, por sus líneas tan rectas y sin curvas por ningún lado, parecía indicar que iba a ser lo contrario. Lo habitual con estas diagonales es buscar curvas e incluso biseles en el diseño de la carcasa para que sea más fácil de manejar con una mano. Sony me ha sorprendido por su apuesta en líneas tan rectas.
Personalmente tengo mucha curiosidad por ver cómo habría quedado la pantalla de 4.6 pulgadas del Xperia T en un diseño tan arriesgado como la de este Xperia Z.
Junto con el tamaño, el Xperia Z tiene en su acabado la segunda duda razonable para el que quiera comprarlo. Y es que el acabado del Sony Xperia Z no dejará a nadie indiferente. Aquí se enfrentarán los apasionados de un acabado más que cuidado y los que consideran que el cristal no es adecuado para un terminal por el peligro de rotura tanto de la pantalla como de la parte trasera.
En el caso del Xperia Z, en ambas caras encontramos cristal templado (con una lámina inastillable en cada panel) que me ha dado una sensación de robustez muy buena, mayor que la del iPhone 4S por ejemplo. Los bordes, del mismo material, también se han mostrado muy resistentes en nuestra prueba, donde no hemos tenido especial cuidado. El acabado del "esqueleto" de ese borde es en poliamida de fibra de vidrio que le da un toque extra de seguridad.
En nuestra prueba el terminal ha sufrido a estas alturas tres caídas, dos de ellas desde más de un metro, y no hay ni un signo de ellas en el cuerpo del Xperia Z, ni en el borde ni en el cristal de la parte trasera o pantalla.
Insisto en que habrá quien prefiera este acabado y quien lo evitará toda costa, pero el trabajo de Sony en este caso ha sido excelente. Al tenerlo en la mano, uno puede estar convencido de que parte de los más de 600 euros que cuesta el terminal se han usado para el acabado de calidad.
Lo que no se puede negar es que el cristal acaba por hacerse íntimo amigo de nuestras huellas, algo que por suerte en este modelo podemos solucionar lavándolo. Literalmente.
El uso del cristal en todo el cuerpo del Xperia Z consigue una continuidad en el diseño increíble. En el frontal la pantalla se ajusta muy bien tanto en los bordes laterales como en la parte superior e inferior, lo que ayuda a que tanto peso como dimensiones se hayan podido mantener en unos límites admisibles.
Por arriba solo encontramos el logo de Sony que se sitúa entre la cámara secundaria y el sensor de luz ambiente y LED de notificaciones. Encima de todos ellos, y a modo de muesca en el sutil borde entre frontal y marco del teléfono hay un altavoz, cuyo hermano micrófono encontramos en la parte de abajo. Allí no hay nada más, pues los botones físicos de Android son táctiles en la pantalla.
Esta simetría y lo recto del diseño hace que, salvo por el logo arriba del todo, uno suela tener dudas de si ha cogido el terminal de la forma correcta o al revés. El diseño es tan recto y "continuista" que sin mirar el terminal, cuesta de entrada conocer cómo lo tenemos cogido.
En la parte trasera de Xperia Z sigue el diseño mínimo absoluto. Solo en el centro, donde está el logo de Xperia, y en la parte de arriba, con la cámara de fotos principal y el flash LED se altera el liso del cristal templado.
En cuanto al borde del teléfono, también es de cristal excepto por su esqueleto, en poliamida de fibra de vidrio que le da sensación de calidad (frente a la goma usada por ejemplo en el Nexus 4) y a la vez resistencia.
A lo largo de ese borde están todas las conexiones, que incluyen la toma de auriculares arriba a la derecha, la ranura para tarjetas microSD y conectores para una base de Sony a la izquierda, y la ranura para tarjetas microSIM, control de volumen (acabado en aluminio pero oscuro) y botón de encendido en el lateral derecho.
Al final, en la parte de abajo, hay un altavoz y una esquina con abertura para colocarle un cable a modo de colgante o muñequera, una idea que te aconsejamos no dejar de usar en caso de que quieras hacer fotos acuáticas en la piscina.
Todas esas conexiones de los laterales permanecen ocultas a los ojos ya que están protegidos. Cosas de ser el Xperia Z un terminal resistente al agua y la suciedad. Pero además, esa protección ayuda a dar una continuidad exquisita a los bordes del teléfono. Tan solo hay dos aspectos que no me han convencido de estas protecciones.
Por un lado tenemos la identificación de esos conectores, que no es para nada inmediata. Aunque la mayoría van identificados, en el caso del compartimento para la tarjeta SIM no es así, al menos de forma clara, e introducir la tarjeta - de tipo microSIM - no es algo inmediato para cualquier usuario.
El otro inconveniente de tener los puertos cubiertos es que si usas mucho los auriculares, tendrás siempre ese puerto con su cubierta "al aire". Tiene pinta de resistente pero con el ajetreo podría acabar por desprenderse con el tiempo. Y lo mismo ocurre con el de carga microUSB. Aquí le hubiera venido genial un sistema de carga inalámbrica para no estar todo el tiempo abriendo y cerrando la protección del puerto de carga, el más usado con diferencia en un smartphone actual.
El único botón físico del Xperia Z es el de encendido, y aunque es una apreciación personal, me parece que hubiera quedado mejor más disimulado en el diseño. El simple hecho de darle acabado en aluminio visible frente al negro del resto del cuerpo efectivamente sirve para identificarlo rápidamente pero rompe el diseño mínimo que tanto me ha gustado. Algo más discreto me hubiera convencido más. Eso sí, está colocado en el sitio ideal para activarlo con el dedo corazón mientras sujetamos el Xperia Z con la mano izquierda (en mi caso).
También me resulta inevitable recriminar a Sony que no le haya dado a este Xperia Z un botón físico para la cámara de fotos. En este teléfono es importante, y dadas sus generosas dimensiones, ergonómicamente me resulta más natural tener un botón para disparar en la parte inferior del lateral derecho del Xperia Z. Además podría servir para entrar en el modo cámara directamente sin tener que hacer otro gesto en la pantalla como pasa ahora.
Sony Xperia Z, un smartphone que podemos sumergir
Ya os lo he adelantado en el apartado anterior al hablar de las conexiones cubiertas, pero no me diréis que no cuesta imaginarse a este exquisito Xperia Z como un smartphone "todoterreno". Pues lo es.
Ojo, hablamos de un terminal resistente a la suciedad, el polvo y el agua. Efectivamente el cristal del Xperia Z se ha mostrado resistente a la suciedad, incluida la tierra, sin que haya daños colaterales. Si se nos ensucia mucho, basta con un poco de jabón y bajo el grifo de agua.
El Xperia Z no solo podemos mojarlo por accidente o lavarlo, sino que es posible sumergirlo hasta media hora en agua. Y hemos comprobado de primera mano que no hay problema alguno en hacerlo. Tan solo podemos poner la pega de que, cuando cae agua del grifo o la ducha sobre él, las opciones en pantalla es fácil que se activen, algo molesto cuando uno quiere ver un vídeo mientras se ducha. ¿O eso solo lo hago yo?
Sea como fuere, es una alegría ver que bajo un diseño cuidado ya es posible integrar un nivel de protección contra polvo y agua importante. No es una características que piense que la mayoría de usuarios vaya a buscar en un smartphone de gama alta, pero tenerla no viene mal, especialmente la resistencia al agua para evitar sustos innecesarios o pasar un verano divertido en la piscina haciendo fotos sin peligro.
Personalmente en verano suelo proteger mi smartphone de cabecera sustituyéndolo por un modelo resistente cuando voy a la piscina o la playa. Si no tuviera que hacerlo sería mucho mejor, especialmente cuando las cámaras de fotos no son comparables en calidad ni mucho menos.
Pantalla
La pantalla del Sony Xperia Z es una de las mejores que te puedes encontrar hoy en día en el mercado. Son cinco pulgadas, y Sony no ha dudado en colocarle una resolución de 1080p para poder alcanzar 443 puntos por pulgada de densidad, una barbaridad. Son prácticamente 100 ppp por encima de la Blackberry Z10, actualmente el que más puede presumir de ese dato como ves en la tabla comparativa.
Más de 350 ppp en diagonales de este tipo me parece una cifra exagerada, y cuesta apreciar diferencias respecto a terminales de menos diagonal con resolución de 720p. Pero creo que con 5 pulgadas había que subir la apuesta para no quedarse abajo en esta carrera por la densidad de píxeles.
Es cierto que el texto y las imágenes de alta resolución se disfrutan mucho con este Xperia Z, pero no es para mi lo más destacable de la pantalla de este smartphone.
La tecnología Mobile Bravia Engine 2 sí que me parece un aspecto que marca diferencias. Con cinco pulgadas de diagonal, el juego, la reproducción multimedia y otros usos de un smartphone muy relacionados con la pantalla se multiplican, y la reproducción del color y brillo de la de este Xperia Z es de sobresaliente.
Visualizar imágenes o sobre todo películas y series en la pantalla del Xperia Z es una experiencia increíble, obteniendo un contraste muy bueno y una fluidez de movimiento sin igual. Sony le ha otorgado a misma toda la tecnología que ha podido, incluyendo Reality Display y OptiContrast. Lástima que si hay alguien a tu lado o no colocas el Xperia Z justo frente a ti, la experiencia se vaya apagando a un ritmo endiablado. De nuevo Sony deja pendiente de solución los ángulos de visión en la pantalla de este Xperia Z.
Sistema operativo
Android 4.1.2 es la versión del sistema operativo de Google con la que el Xperia Z llegará al mercado el próximo 25 de febrero. No lo hace pues por ahora con la última disponible, la 4.2. Hubiera resultado sin duda lo más adecuado, pero Sony intentará tener la actualización lo antes posible.
La suave personalización de Sony sobre Android debería ayudar a que no pase mucho tiempo sin esa actualización. Personalmente me convence más que las anteriores, y los añadidos me parecen que suman en vez de restar, algo que no todos los fabricantes entendían hasta hace poco.
De las aportaciones de Sony hay que destacar en primer lugar sus servicios, con el reproductor musical Walkman, el álbum de fotos y el servicio de películas a la cabeza. También tenemos la tienda de videojuegos PlayStation muy presente. Todos ellos son servicios que tienen mucho sentido en un terminal con semejante pantalla.
A nivel de interfaz, lo más curioso es la barra de miniaplicaciones que aparece al pulsar en la "multitarea", aunque por ahora las aplicaciones son pocas y no muy útiles. Tenemos por ejemplo una calculadora, un grabador de voz, una aplicación de stickers o un temporizador que podemos mover libremente por la pantalla, permaneciendo siempre en primer plano.
De la personalización que hace Sony del Android 4.1 cito un par de detalles: en la pantalla de bloqueo no podemos personalizar qué aplicaciones son accesibles de forma directa, y pulsando el botón de encendido un par de segundos, además de a las funciones de apagar y Modo Avión, hay una tercera que permite tomar una captura de pantalla y otra que cambia de forma directa a Silencio o Vibración el terminal.
Cámara de fotos
La segunda razón de ser y excusa para mirar con ojos golosos este Xperia Z es sin duda alguna su cámara de fotos. Son 13 megapíxeles de un nuevo sensor Xmor RS que da un rendimiento estupendo y se acompaña de una de las interfaces y funciones fotográficas más completas que hemos visto en un smartphone. Se nota que estamos ante una compañía que sabe cómo cuidar tanto la imagen estática como en movimiento, y el resultado nos ha convencido.
No tenemos dudas de que la cámara principal del Xperia Z se sitúa como referencia para la competencia, con grandes resultados tanto con luz como en ausencia de la misma, aspecto en el que más ha mejorado con su nuevo sensor retroiluminado. En las imágenes podemos apreciar menos ruido, más detalle y el sistema de enfoque es bastante veloz. Pero es importante conocer a fondo lo que puede dar de sí la cámara del Xperia Z.
Hay un zoom digital de 16 aumentos que, en algunas situaciones y no apurando al máximo, da resultados que podemos considerar como aceptables, siempre teniendo en cuenta de lo que estamos hablando.
En mi prueba de la cámara del Xperia Z me ha gustado mucho la cantidad de opciones y posibilidades que nos da Sony. Uno puede optar por confiar en un modo llamado Automático Superior que se encarga de ajustar los parámetros del terminal y seleccionar el modo de escena más adecuado para sacar la mejor fotografía posible.
Si optamos por el modo normal, podemos configurar la resolución, flash, temporizador, captador de sonrisas, el modo de enfoque (automático a un único punto, automático múltiple, con detección de sonrisas, rastreo de objetos o táctil con la pantalla), el HDR, el balance de blancos, el ISO hasta 1600, el balance de blancos, la medición (centro, media o puntual), la estabilización de imagen, el etiquetado geográfico, el sonido delobturador o dónde queremos almacenar las imágenes (memoria interna o tarjetas microSD).
También podemos indicarle cómo queremos que sea el acceso a la cámara, pudiendo activar la toma inmediata de una imagen al pulsar el icono de la cámara o que grabe vídeo al instante. También podemos variar la exposición.
Respecto a los modos predefinidos, son 17 entre los que podemos elegir. De entre los modos especiales de trabajo tenemos:
Ráfaga con tres velocidades. La más baja, que hace tres fotos por segundo, las toma a resolución de 1920x1080, mientras que la más veloz, a 1280x720 píxeles, es capaz de alcanzar las 14 imágenes por segundo y llenar nuestra memoria con hasta 999 instantáneas.
Barrido panorámico, un clásico de Sony que funciona muy bien.
Efectos de imagen, donde encontramos nueve efectos para aplicar a nuestras imágenes.
Como has visto, las funciones y posibilidades son abrumadoras, así que algún tipo de modo personalizable hubiera estado genial.
La función de cámara de vídeo tiene también importancia. El vídeo tiene una calidad de 1080p pero lo más destacado es que por primera vez podemos grabar vídeo con el modo HDR activado, así como usar la luz del flash a modo de linterna o escoger entre 7 modos de escena. No hay sin embargo efectos para aplicar en grabación de vídeo.
La personalización de este modo es muy amplia, incluyendo resolución, temporizador, medición, balance de blancos, micrófono o la estabilización.
Por cierto, el Sony Xperia Z permite que el usuario tome fotos mientras que graba vídeo, aunque solo con 1 MP de resolución, lejos de las posibilidades del HTC One X, el otro terminal de referencia en cuanto a cuidado de las opciones e interfaz de su función de cámara de fotos.
En cuanto a la cámara secundaria, Sony no le ha colocado el último sensor de su factoría pero sí el de la anterior generación, un Xmor R, con lo que la calidad que obtenemos tanto en imágenes como especialmente en vídeo con su cámara de 2.2 megapíxeles hay que tenerla muy en cuenta.
Aunque ya lo hemos indicado en el apartado del diseño, no me gusta que Sony haya abandonado el botón físico para manejar la cámara de fotos.
Rendimiento y batería
Con una importancia cada vez menor, al menos para mi, la configuración técnica de este Xperia Z es la referencia de la que partirán los modelos que se presenten en esta primera parte del año.
El Sony Xperia Z cuenta con un procesador Qualcomm APQ8064+MDM9215M Quad Core a 1.5 Ghz con GPU Adreno 320 y 2 GB de memoria RAM. En cuanto a la memoria interna, son solo 16 GB, un cifra que les puede parecer escasa a algunos consumidores sobre todo por el precio del terminal, pero a mi no me incomoda tanto. Pudiendo recurrir a tarjetas microSD para almacenar contenido como fotografías, y teniendo tantos servicios de almacenamiento en la nube, no lo veo un problema real.
El rendimiento del equipo es excelente, y los retardos ocasionales en alguna función de Android se deben al sistema operativo y no a la falta de potencia ni posibilidades del Xperia Z.
En los tests que le hemos pasado hemos obtenido una media de 20.727 puntos en Antutu y de 7.923 para Quadrant.
El terminal, por potencia y materiales usados (además del poco grosor), se calienta. Lo hace como otros terminales de gama alta, pero en el caso del Xperia Z es algo que se aprecia fácilmente justo en la zona de debajo de la cámara, si le exigimos al terminal.
Respecto a la autonomía, nos encontramos sobre el papel con una batería de 2330 mAh, sin posibilidad de extraerla por parte del usuario.
Aunque en los primeros momentos de la prueba, por lo intensiva de la misma, la batería no parecía cumplir con lo prometido, tras un rodaje de unos días, el rendimiento de la misma se ha estabilizado y nos convence. Con un uso similar al de otros smartphones de gama alta que he probado para Xataka, donde las redes sociales, el correo y la cámara de fotos tienen protagonismo absoluto, el Sony Xperia Z llega al final del día sin problema alguno. Si eres un usuario que cuida más el ajetreo a su smartphone, es bastante probable que puedas pasar parte del día siguiente sin necesidad de acudir a la recarga.
Como dato más técnico os puedo contar que en el test de reproducción multimedia con WiFi y brillo al 50%, sin abusar del sonido, hemos alcanzado en todas la pruebas las seis horas de autonomía, una cifra considerable si tenemos en cuenta que es la pantalla el elemento que más desequilibra la capacidad de la batería interna.
En este apartado hay que mencionar el buen trabajo que Sony hace de la gestión de la energía. La compañía introduce una serie de mejoras o modos específicos que son de gran ayuda. Encontramos un modo para activar la conectividad WiFi solo cuando estemos en una zona donde hayamos guardado previamente una red Wifi, así como otro para apurar al máximo la batería cuando el nivel de la misma está por debajo del 30%. En ese modo, llamado de Batería Baja, podemos indicar y personalizar bastante qué queremos que funcione cuando la búsqueda de un cargador se hace casi necesaria.
Pero la funcionalidad más destacada relacionada con la energía en este Xperia Z es el modo Stamina. Cuando lo activamos, multiplicamos el tiempo en espera que soporta el smartphone de Sony. El secreto está en limitar el tráfico de datos cuando la pantalla está inactiva. Así, las notificaciones, conexiones de las aplicaciones por tener activado el push, entre otras, quedan reducidas para ahorrar batería. Las llamadas, mensajes de texto y demás funciones sí que permanecen activas.
En mi experiencia, este modo es especialmente útil por las noches o en momento en que no queremos poner el teléfono en modo avión pero sí evitar el tráfico de datos. Pero esto no significa que tengamos que renunciar a usar aplicaciones, pues podemos indicarle qué aplicaciones permanecen activas en este modo de espera tan especial.
Sea como fuere, en este modo las notificaciones y acceso a la red de las diferentes aplicaciones se produce de forma natural cuando activamos la pantalla, sin necesidad de desactivar el modo. Esto significa que si decides mantenerlo siempre activo, no tendrás notificaciones ni avisos de aplicaciones hasta que enciendas la pantalla. Un alivio para hiperconectados como yo que comprueban las notificaciones de forma compulsiva.
Por último hay que hablar de las comunicaciones, muy bien resueltas por Sony al dotar a este Xperia de NFC, Bluetooth 4.0 y MHL, siendo además compatible con la funcionalidad Duplicación de pantalla, que vía Wifi replica la pantalla de nuestro smartphone en un televisor vía Wifi. En cuanto al sonido, con auriculares nos ha convencido y hay buena respuestas tanto en graves como agudos y medios. Cuando hablamos por teléfono mi sensación ha sido la de obtener un sonido demasiado metálico debido al poco grosor del teléfono.
Sony Xperia Z, la opinión de Xataka
Sobra decir que con lo extenso del análisis de este Xperia Z de Sony, estamos ante uno de los smartphones que seguro que a final de año, pase lo que pase, estará luchando por ser el mejor de 2013.
En potencia pocos podrán sacarle mucha ventaja si no hay un salto sustancial en el sistema operativo Android de aquí a final de año, y a nivel de diseño, pocos podrán competir con el acabado, grosor y peso que ofrece este Sony Xperia Z. Y encima se puede sumergir.
Y en el apartado de la cámara de fotos y la pantalla, ofrece ahora mismo de lo mejor del mercado y costará encontrar un smartphone que se pueda permitir aglutinar tanto de una sola sentada.
Del Sony Xperia Z tan solo nos crea dudas la diagonal de 5 pulgadas, quizás un poco por encima de lo que un usuario de smartphone general puede buscar para su bolsillo. Sobre el cristal, yo no tengo dudas. Me gusta y me convence, pero entiendo que haya gente que prefiera el metal.
Sin duda, con el Xperia Z estamos ante un terminal impresionante, elegante y además resistente al agua.
El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Sony España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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