El unicornio de internet no es un animal mitológico pero ¿está desapareciendo?

En los últimos años, el mercado tecnológico ha sido testigo de la aparición de un animal mitológico: el unicornio de internet. Se trata más bien de un término financiero con el que se designa a una startup cuya valoración es superior a los mil millones de dólares, el famoso billion en inglés. Uno de los requisitos que definen a los unicornios es que son compañías privadas, en el sentido de que aún no cotizan en una bolsa de valores.

Como consecuencia, un unicornio no está sujeto a la supervisión y escrutinio al que se someten las empresas públicas que sí cotizan en bolsa. Libres de las presiones y cortoplacismo de Wall Street y compañía, pueden llevar a cabo sus planes sin apenas intervención exterior. Salvo por los inversores que apuestan por ellos, a los que sí tienen que rendir cuentas. 

¿Quién forma parte del selecto club de unicornios?

Con esta definición en la mano, CB Insights ha elaborado una lista de compañías privadas con una valoración de más de mil millones de dólares. Puede consultarse en este enlace, donde se muestran las 166 startups que forman parte de la lista, agrupando un total de 598.000 millones de dólares de valoración. Estos son los doce principales unicornios de internet:

Startup Valoración (Mill. de $) País Industria Inversores
Uber  62.500 EEUU  Bajo demanda Lowercase Capital, Benchmark Capital, Google Ventures
Xiaomi  46.000 China  Hardware Digital Sky Technologies, QiMing Venture Partners, Qualcomm Ventures
Airbnb  25.500 EEUU  eCommerce General Catalyst Partners, Andreessen Horowitz, ENIAC Ventures
Palantir  20.000 EEUU  Big data RRE Ventures, Founders Fund, In-Q-Tel
Didi Kuaidi  20.000 China  Bajo demanda Matrix Partners, Tiger Global Management, Softbank Corp.,
China Internet Plus Holding  18.000 China  eCommerce DST Global, Trustbridge Partners, Capital Today
Snapchat  16.000 EEUU  Red social Benchmark Capital, General Catalyst Partners, Lightspeed Venture Partners
WeWork  16.000 EEUU  Instalaciones T. Rowe Price, Benchmark Capital, Wellington Management
Flipkart  15.000 India  eCommerce Accel Partners, Digital Sky Technologies, Iconiq Capital
SpaceX  12.000 EEUU  Transporte espacial Founders Fund, Draper Fisher Jurvetson, Rothenberg Ventures
Pinterest  11.000 EEUU  Red social Andreessen Horowitz, Bessemer Venture Partners, Firstmark Capital
Dropbox  10.000 EEUU  Software y servicios de internet Accel Partners, Greylock Partners, Index Ventures

Para quien no lo sepa, Palantir es una startup de big data que tiene como clientes a grandes empresas del sector financiero así como a varias agencias de seguridad e inteligencia del gobierno americano. Didi Kuaidi es la misma startup en la que Apple invirtió 1.000 millones de dólares, se le conoce como el Uber chino, aunque va mucho más allá. Por su parte, Flipkart es el mayor eCommerce de la India.

La balanza se inclina claramente a favor de EEUU como el principal creador de unicornios. Le siguen países como China y Reino Unido. De la Europa continental tenemos un representante de Francia (BlaBlaCar) y un puñado de Alemania y Suecia. Incluso República Checa cuenta con su propio animal mitológico: AVAST Software. Pero España no tiene ninguno, a pesar de haberse dado casos sonados como el de Privalia y BuyVip.

La razón, según inversores como Rodolfo Carpintier de Digital Assets Deployment, está en los fondos de inversión capaces de financiar a un unicornio. Carpintier afirma que "en Europa apenas hay media docena, ninguno de ellos en España. Mientras que en EEUU hay más de cien y China va por ese mismo camino". La falta de músculo en los fondos de inversión de un país supone una desventaja a la hora de generar unicornios de internet.

Europa es un rompecabezas cultural y lingüístico en el que es más difícil conseguir escala que en otros países como China o EEUU

Para Manuel Balsera, fundador del fondo de seed capital, Start Digital Media Capital, el ecosistema español lo tiene más difícil. "Los fondos españoles pueden acompañar hasta las series A y en pocas ocasiones a las B, alcanzar los mil millones es otra escala y dimensión. ¿Por qué? Somos un país de 47 millones de personas y el proceso de construcción comienza normalmente en España. La escala a Europa implica aspectos lingüísticos y culturales muy complejos y este efecto también aplica en general a otras startups europeas".

A pesar de esto, el analista Jaime Novoa de Novobrief opina que "para los buenos proyectos sigue habiendo dinero y los buenos proyectos y emprendedores tienen fuentes de financiación de sobra".

Los unicornios nacidos del smartphone

Al mirar la lista de startups que se consideran unicornios de internet, es inevitable ver que aparece cierto patrón. El smartphone ha puesto el espacio sobre el que ha podido pastar alegremente este cuadrúpedo, creciendo y engordando a sus anchas. Gracias a su conectividad permanente, movilidad y ubicuidad, el smartphone ha demostrado ser un terreno muy fértil para la creación de nuevos negocios. Aunque aquí, Carpintier asegura que "lo importante es la valoración y no tanto de dónde nace".

"Los unicornios son empresas que están valoradas en más de 1.000 millones de dólares, algunas han radicado en su penetración en el mundo de los smartphones pero, la valoración es lo que cuenta y no siempre tiene que ver con ellos" - Rodolfo Carpintier
El ejemplo más famoso de unicornio nacido del smartphone es el de Uber. Su caso es uno de los más excepcionales. Fundado en 2009, **tardó tan solo cuatro años en convertirse en un unicornio** con una valoración superior a los 1.000 millones de dólares. Dos años menos que la mediana de tiempo, situada en seis años según esta gráfica de Venture Beat: [[image: {"alt":"Venture Beat","src":"ffa894/venture-beat","extension":"png","layout":"normal","width":800,"height":549}]] Ahora es el **unicornio con mayor valoración del mundo**. Todos los elementos que componen la propuesta de valor de Uber ya estaban ahí. Desde las carreteras y los coches hasta las redes de comunicación y de datos. Uber simplemente los combinó dentro de una app desde la que unir oferta de transporte con la demanda de desplazamientos. [[image: {"alt":"Sf","src":"c2ce65/sf","extension":"jpg","layout":"normal","width":650,"height":365}]]
Uber es el unicornio por excelencia: nació como app en un smartphone para acabar siendo la empresa privada de mayor valoración del mundo
Otras startups que componen el top por valoración también han nacido en esta nueva plataforma o se ha convertido en su principal enfoque. Xiaomi, Airbnb, Didi Kuaidi, Snapchat, Pinterest, Spotify, Swipe, Lyft son algunas de ellas. Muchas han tenido un crecimiento exponencial en muy poco tiempo. Es evidente que los nuevos modelos de negocio que el smartphone ha hecho posible han atraído nuevas oportunidades de inversión. El brutal crecimiento de los últimos años debe enfrentarse a una pregunta que se repite con cada vez más frecuencia: ¿estamos ante una nueva burbuja? Y si es así, ¿qué podría pasar si llegara a explotar?

El unicornio y la burbuja

[[image: {"alt":"7632653238 C9436bb80d","src":"18ed41\/7632653238_c9436bb80d_b","extension":"jpg","layout":"normal","width":1024,"height":683}]] A simple vista, combinar un animal mitológico que posee un cuerno puntiagudo en su cráneo con algo tan frágil como una burbuja no parece una gran idea. En la mente de todos está la burbuja de las puntocom de principios de 2000 y la que siguió a la crisis financiera en 2008. Ambas tuvieron repercusiones en todo el mundo y por eso quedaron grabadas en la consciencia colectiva. Otros ocho años después, se teme que la historia se repita de nuevo. Las razones de la explosión de cada una de esas burbujas fueron diferentes. En el 2000, las compañías nacidas en internet aspiraban a salir a bolsa lo antes posible, sin haber probado sus modelos de negocio. En cuanto se comprobó que no tenían fundamento, su cotización cayó en picado afectando no solo a inversores de capital riesgo sino también a inversores particulares e instituciones públicas, lo cual contagió a toda la economía. Las compañías afectadas trituraron el dinero adquirido durante la salida a bolsa sin dejar nada para los inversores. "El nivel de tracción de las puntocom de 2016 no se parece en nada al año 2000. además entre las 5 primeras compañías por capitalización 2-3 son tecnológicas. y finalmente, el nivel de dependencia de las empresas y los particulares a internet no va a reducirse si no incrementarse aún más" - Manuel Balsera

En 2008, el estallido de la burbuja tecnológica se produjo a raíz de la crisis financiera, que afectó a todos los sectores de la economía. La crisis de liquidez se abrió paso, cerrando el grifo a las grandes inversiones. Ahora, en 2016, se está viendo cómo los inversores empiezan a no poder financiar a los grandes unicornios. En su lugar, están apareciendo fondos mutualistas que invierten en ellos directa e indirectamente. En caso de colapso se verían afectados, aunque su exposición ronda el 1% o 2% del total de activos.

A pesar de ello, de momento, el alcance que tendría el estallido de una hipotética burbuja sería más limitado en la actualidad. Al tratarse de empresas privadas, que no cotizan en bolsa y no están disponibles para pequeños inversores, su efecto no sería tan catastrófico. Dicho esto, han comenzado a aparecer señales de que el enorme crecimiento de los últimos años ha tocado fin.

"Sí que parece claro que conseguir financiación en USA es mucho más complicado hoy que hace unos meses y que empresas que levantaron dinero con valoraciones muy altas han tenido que bajarlas. Esto se puede ver con las rondas downround en los últimos meses y con las techies que han tenido que despedir gente o que han tenido que ajustarse el cinturón", aclara Novoa.

Y es que según la misma CB Insights, algunos de los grandes unicornios de internet están sufriendo rondas a la baja de su valoración. Box, Jawbone, Xiaomi, Flipkart y Square son algunos ejemplos de ello. Para Rodolfo Carpintier, "hay dos grandes tendencias, los unicornios que, después de demostrar volumen, prueban que tienen valor y los que no. Dos casos concretos son Facebook que lo ha demostrado y Twitter que tiene dificultades para hacerlo y por ello sus acciones bajan todavía".

"Nuevos sectores asociados a lo digital eclosionarán y crearán nuevos unicornios en lugares donde tradicionalmente no se encontraban (la India, Indonesia y México)" - Manuel Balsera

Es ese delicado equilibrio entre crecimiento y generación de valor el que deben alcanzar los unicornios. La creación de un modelo de negocio sostenible que sea capaz de generar ingresos cuando la startup decida "apretar el botón". En el caso del unicornio por excelencia, Uber, en 2015 sus ingresos netos fueron de 1.500 millones de dólares, a pesar de seguir teniendo pérdidas. El valor está ahí, pero necesitará tiempo para equilibrar la balanza.

Para Manuel Balsera, la aparición de nuevos unicornios dentro de 3 o 4 años no está en entredicho: "el volumen de unicornios crecerá y lo será por dos elementos: por un lado el nivel de crecimiento en facturación y operaciones de las compañías que ya son unicornios y por otro lado, el nivel de fusiones entre compañías de similar actividad, que no siendo unicornios, alcanzarán la posición por operaciones de fusiones y adquisiciones. Además, nuevos sectores asociados a lo digital eclosionarán y crearán nuevos unicornios en lugares donde tradicionalmente no se encontraban (la India, Indonesia y México)".

Y es que según los datos de CB Insights, en apenas diez días han "aparecido" tres nuevos unicornios. Con ellos, se ha aumentado el monto de la valoración total de este singular animal mitológico en 14.000 millones de dólares, a pesar de las recientes rondas de valoración a la baja. Lo que parece estar claro es que la época de grandes crecimientos en valoraciones de startups de internet ha llegado a su fin. A partir de ahora, veremos fórmulas diferentes empleados por unicornios más discretos.

En Xataka | Éste ha sido el futuro de las grandes ventas tecnológicas españolas.

Imágenes |Martin Thomasjoiseyshowaa y Nan Palmero.

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