Tras algunos escándalos del pasado, en Google están comenzando a enderezar el paso y ahora nos dan más control sobre nuestros datos en Google Maps
El historial de ubicaciones de Google Maps es una herramienta como cualquier otra. Y como tal puede ser vista de forma negativa —Google nos espía— o positiva —qué bien poder consultar el itinerario que seguí en vacaciones—.
Esos datos pueden llegar a ser realmente útiles y Google ya ofrecía formas de borrarlos automáticamente cuando preferíamos que no hubiese constancia de ellos. De hecho, en 2019 lanzaron un modo Incógnito para Google Maps, pero recientemente ha introducido cambios aún más potentes para controlar esos datos de ubicación y proteger nuestra privacidad.
Ese historial de ubicaciones —que por defecto está desactivado— es lo que alimenta la Cronología de Google Maps (en inglés, su Timeline), que hasta ahora servía como una herramienta para gestionar ese historial. Podíamos eliminarlo o desactivarlo por completo, por ejemplo, pero también podemos editar la cronología si vemos que hay errores en un trayecto o lugar que visitamos.
Ahora Google ofrece nuevos controles de privacidad para aquellos que tuvieran activado el historial de ubicaciones. Muy pronto esa información no se guardará en los servidores de Google en la nube, sino en tu propio dispositivo.
Eso permite que seamos los usuarios los que ahora tengamos todo el control sobre esos datos, pudiéndo borrarlos total o parcialmente en cualquier momento, así como activando o desactivando la función cuando queramos.
La primera vez que activemos el historial de ubicaciones se establecerá por defecto la opción de autoborrado de esos datos a los tres meses: cualquier información que sea más vieja que eso se eliminará de forma automática y transparente para el usuario.
La diferencia con la configuración previa es importante, porque antes ese tiempo era de 18 meses. Aun así si queremos almacenar esos datos más tiempo, podremos hacerlo en los controles de la herramienta.
Muy pronto también tendremos acceso a un control más detallado de los sitios específicos en los que hemos estado. En Google Maps podremos buscar cualquier sitio y, si lo deseamos, eliminar las búsquedas relacionadas, las direcciones o las visitas que hicimos a dicha ubicación.
El punto azul que marca nuestra ubicación en Maps gana ahora más opciones. Al tocarlo en la pantalla veremos si nuestro historial de hubicaciones o nuestras preferencias para la cronología están activadas, y a partir de ahí podremos cambiar esos parámetros.
Este tipo de cambios permiten si así lo deseamos desactivar este tipo de registro de nuestra actividad, y parecen dirigidas a darles más ventajas y más control sobre la privacidad a los usuarios. La empresa no se portó demasiado bien en el pasado, pero estas medidas desde luego parecen un paso en la dirección adecuada... y nunca mejor dicho.
Es importante destacar que una vez borramos datos de la nube en Google Maps, estos se borran para siempre, así que quizás no sea mala idea descargar una copia de esos datos por si queremos acceder a ellos en el futuro. La transición a este nuevo modelo en el que los datos se guardan en nuestro móvil y no en la nube es una excelente noticia para quienes estaban preocupados por su privacidad.
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