El 75% de los disparos en Nueva York nunca llegan a reportarse al teléfono de emergencias. Al menos eso es lo que dice Bill Bratton, Comisario de la Policía de la ciudad. Además, existen avisos que, en realidad, no se corresponden con armas de fuego sino con otros sonidos parecidos, como fuegos artificiales. ¿Cómo evitarlo y reducir el tiempo de respuesta de sus agentes? En Nueva York lo tienen claro: escuchando.
O, más concretamente, desplegar ShotSpotter, un sistema de micrófonos por las zonas más conflictivas de forma que les lleguen avisos si un arma se ha disparado allí. Este tipo de soluciones existen desde hace una década, aunque la novedad es que la Gran Manzana lo ha integrado en su sistema de seguridad ciudadana: sus cámaras, sus sensores de radiación y sus programas que leen y descifran matrículas de coches.
Con esta tecnología, las autoridades de Nueva York creen que serán capaces de detectar el 80% de los disparos que se produzcan. Otros son más optimistas y hablan de un 90-95%. ¿Y qué diferencias habrá respecto al sistema anterior de Satefy Dynamics, que al final acabaron descartando por su falta de precisión? En teoría, se trata de una versión mejorada y preparada para descartar todo ruido, por muy parecido que sea, que no proceda de un disparo.
Cómo funcionan los detectores de disparos
Existen varias formas de detectar disparos. Por un lado puede tratarse de cámaras que busquen señales ópticas de que un arma ha sido disparada. Sin embargo, lo más habitual, y lo que hace ShotSpotter, es analizar el sonido. En el caso de Nueva York, han desplegado 300 sensores en cinco zonas de unos 7 kilómetros cuadrados, donde habitualmente tienen más problemas relacionados con armas.
Cuando alguien dispara una pistola, varios sensores registran el disparo. Cada uno de ellos, y en función de la onda sonora que recibe, es capaz de estimar más o menos a qué distancia se ha producido. Juntando los datos de varios sensores, y por triangulación, estos programas son capaces de situar sobre un mapa el origen del disparo. En el caso de ShotSpotter, aseguran poder hacerlo con una precisión de hasta 25 metros.
¿Cómo diferenciarlo de otros ruidos? Existen sonidos, como los petardos o los fuegos artificiales, que pueden confundirse fácilmente con los disparos de un arma. En teoría, estos programas están preparados para hacer un análisis espectral de cada onda donde se ven diferencias aunque para el oido humano se escuchen de forma muy similar. Además, y en el caso de Nueva York, todas las alertas se enviarán a los técnicos de ShotSpotter que analizarán cada una de ellas manualmente y al instante antes de pasárselas al Departamento de Policía.
Adicionalmente, cada vez que un sensor identifica un ruido como disparo, se guarda el audio para poder consultarlo con posterioridad y activa otros sistemas, como las cámaras de vídeo, para que apunten a la zona en cuestión. Los agentes sobre el terreno, a su vez, reciben una notificación en su ordenador con la dirección exacta en el mapa, el audio y cuántos disparos se han escuchado, lo que les sirve para poder tratar de identificar el tipo de arma a la que tendrán que enfrentarse.
No todos son tan optimistas
Sin embargo, no todos son tan optimistas con este tipo de sistemas. En el Washington Post aseguraban que, en el caso de Washington, en numerosas ocasiones han tenido falsas alarmas. Éstas se disparan especialmente en festivales, días festivos (como el 4 de julio) y grandes eventos deportivos. ShotSpotter no es un sistema del todo exacto, o al menos no lo era hasta ahora.
En el pasado, ShotSpotter ha recibido alguna crítica por los "falsos positivos" de disparos que no eran tal
Algunos críticos del sistema lo tachan de ineficaz y. Durante 2011 y 2012, varios condados que utilizaban el software decidieron cancelar los programas, asegurando que no les servían de casi nada. En Suffolk County, por ejemplo, decían que únicamente el 6,6% de sus activaciones se debieron a disparos con armas de fuego. Y no sólo hablan de problemas de falsas alarmas, sino de casos en los que ShotSpotter no detectó disparos que sí se produjeron.
Otros acusan a ShotSpotter de presionar a las autoridades para contratar sus servicios, incluso en ciudades con poca criminalidad (esto me suena bastante ya que algo similar ocurría con Predpol, el algoritmo que predice crímenes). En cualquier caso, está por ver qué ocurrirá en Nueva York, donde aseguran haber mejorado el sistema para minimizar los falsos positivos. El programa estará en prueba durante dos años, y costará a la ciudad 3 millones de dólares.
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