Si te pregunto qué ideas o aprendizajes sacaste de un libro que leíste el año pasado, ¿podrías explicármelas con precisión? O nombrar una cita o concepto que te hizo pensar después de leer un artículo. Probablemente, al igual que la mayoría de los mortales, no podrás recordar algo con ese nivel de detalle. La parte negativa es que, con el paso de tiempo, será como si no nunca hubieras leído esos libros o visto esos documentales.
Por ese motivo, en los últimos años se ha incrementado el concepto "second brain" o segundo cerebro en referencia a un sistema externo que nos permita almacenar y clasificar toda esa información útil y aprendizajes que vamos acumulando a lo largo de una carrera o toda una vida.
Sin un sistema efectivo para capturar y organizar esta información, la mayoría de lo que se aprende leyendo, haciendo cursos, viendo vídeos o asistiendo a conferencias, termina diluyéndose entre el ruido del día a día y cayendo en el abismo del olvido.
En ese punto es donde el método Zettelkasten se presenta como una herramienta que va más allá de la simple organización de notas, transformando datos dispersos y, en principio inconexos, en conocimiento útil y organizado.
¿Qué es el método Zettelkasten?
Zettelkasten es una palabra alemana que significa "caja de notas", y su nombre, aunque complicado de recordar, define la esencia de este sistema de organización de notas que pretende simular el funcionamiento de una red neuronal formada por ideas a modo de neuronas.
Aunque no fue su creador, el sociólogo alemán Niklas Luhmann fue uno de sus principales precursores en los años 50. Luhmann es conocido no solo por su legado de conocimientos en sociología, sino también por ser un fructífero autor con más de 70 libros publicados y unos 400 artículos.
Luhmann organizaba estas fichas en una caja, creando una red de ideas conectadas que podía expandirse indefinidamente con el paso de los años, engrosando cada vez más los conocimientos de su "segundo cerebro". Según este artículo de David B. Clear, cuando se le preguntaba por su prolija bibliografía, Luhmann solía responder: "Es que no lo pienso todo yo solo. Gran parte de mi trabajo sucede dentro del Zettelkasten”
De hecho, cabe decir que aquellos que ya han implementado el método Zettelkasten como parte de su flujo de trabajo, aseguran que su potencial comienza a brillar tras haber añadido más de 1.000 notas. Luhmann creó más de 90.000 "zettels" que contenían ideas únicas, que se vinculaban con otras notas que ya había creado y que apuntaban a un índice de referencia para poder encontrarlas fácilmente más adelante.
¿Qué no es el método Zettelkasten?
Si estás pensando en este sistema como un método para tener tus notas ordenadas, definitivamente esto no es lo que buscas. Este sistema prioriza la conexión de las ideas que contienen las notas y su relación con otras notas, y no es tanto un sistema de archivo documental en el que cada nota es un elemento inconexo.
Eso hace que el método Zettelkasten no sea apto para todo el mundo. Si, por ejemplo, solo buscas un sistema para guardar tus notas o recordatorios, este sistema no te aportará gran cosa. Su enfoque está más destinado a la estructuración de conocimiento que usa el formato de "una nota una idea" como átomos de ese conocimiento para unirse a otros en una red. Al final, como destaca James Clear, lo importante es centrarse en sistemas de trabajo, no en objetivos.
¿Los principios del método Zettelkasten?
En los años 50 del siglo pasado, la informática no era lo que es en la actualidad, por lo que todo el sistema de Luhmann se basaba en anotar sus ideas en pequeñas tarjetas de tamaño DIN A6, para archivarlas en su zettelkasten o "caja de notas".
Ese origen tan analógico hace que, en su esencia, este sistema pueda parecer un tanto farragoso al principio, pero aplicaciones como Notion o Obsidian cuentan con funciones de enlazado y referenciado que, precisamente, se inspiran en el método Zettelkasten para conectar las notas que vayas creando.
A diferencia de otros sistemas de toma de notas, el método Zettelkasten destaca por su capacidad de conectar unas notas con otras formando una especie de Wikipedia de ideas relacionadas conectadas entre sí. En lugar de tener un montón de notas inconexas apiladas en un cuaderno, en los márgenes de libros que no vas a volver a abrir e incluso de hojas sueltas.
Niklas Luhmann estableció varios tipos de notas, cada una con una función particular dentro del Zettelkasten. Aunque con las aplicaciones actuales es más sencillo, sirva como referencia para crear tus notas:
- Notas fugaces: Estas son notas rápidas y espontáneas que capturan ideas efímeras que pueden surgir en cualquier momento, como pensamientos o inspiraciones momentáneas. Estas notas son el embrión de la idea que, tras procesarlas, pasará al Zettelkasten.
- Notas de recursos: Se crean desde una fuente específica, como un libro, un artículo o un vídeo. La clave aquí es anotar una sola idea o concepto por cada nota, y añadirle un contexto con tus propias palabras para tener una información adicional sobre ella. ¿Has leído una frase en un libro que te ha hecho pensar? ¡A la nota! Después, añade un par de frases explicando el contexto o significado de esa frase, el libro del que ha salido y su página.
¿Lo has visto en un vídeo? pues su título y minuto en el que aparece. Se trata de tener una referencia de dónde has visto ese contenido para volver a él dentro de una semana, un año o una década.
- Notas permanentes (Zettels): Estas notas reúnen información relacionada y proporcionan un contexto más amplio de la idea, siempre expresado con tus propias palabras, como si se lo escribieras a un amigo. A diferencia de las notas fugaces o las de recursos, las notas permanentes son aquellas que realmente integran conocimientos, combinando múltiples ideas o conceptos en forma de resumen, de forma que se obtiene una comprensión más profunda sobre un tema.
Estas notas ya forman parte del Zettelkasten, por lo que deben incluir referencias y enlaces a otras notas o recursos relacionados. Si es la primera nota sobre un tema, tendrá la jerarquía más elevada, y a medida que se van creando nuevas ideas sobre la misma temática, se van anidando y conectando con otras notas.
En lugar de organizar las notas por temas o categorías, Luhmann empleaba un sistema de numeración para enlazar ideas de manera flexible. Así, por ejemplo, una nota podía llevar el número "1/1", y si surgían ideas relacionadas, estas se añadirían como "1/1a" o "1/1b". Por suerte, el mundo digital permite organizar todo eso de una forma mucho más sencilla con enlaces y etiquetas.
- Notas de referencia: Como si de un libro se tratara, las notas de referencia sirven como índice dentro del Zettelkasten. Una guía que organiza y localiza fácilmente temas y conceptos dentro de la red de notas. De ese modo, sabrás que todas las notas relacionadas, por ejemplo, con un libro, tienen una determinada referencia de la que cuelgan infinitas anidaciones y cada una de ellas puede a su vez estar relacionada con otras notas con distintas referencias (como un vídeo de la misma temática, o un artículo).
El Zettelkasten de Niklas Luhmann constaba de 108 áreas temáticas, cada una asignada a un número que se indicaba en nota de referencia o índice del Zettelkasten. De ese modo, cuando añadía una nueva nota, solo tenía que mirar la nota de referencia para saber en qué área temática se incluía y en qué posición de su caja debía guardarla tras apuntar la referencia adecuada.
Al igual que sucedía con las notas permanentes, la creación de este índice es mucho más sencillo con las aplicaciones y plantillas actuales (lo hacen de forma automática casi a partir de enlaces, etiquetas y selectores), que con el sistema analógico que usaba Luhmann. Pero la teoría del sistema es la misma.
Imagen | Pixabay (StartupStockPhotos), Wikimedia Commons (Universitätsarchiv St. Gallen (HSG), David B. Clear
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