Uno quiere registrarse en (por ejemplo) Netflix, y tiene que elegir una dirección de correo electrónico para hacerlo, pero, ¿cuál?. Va a compartir la cuenta con su pareja o familia, y aquí viene el problema potencial: al crear la cuenta elige su dirección de e-mail.
Esa decisión tiene más miga de lo que parece, y en este mundo en el que cada vez creamos más cuentas en más dispositivos, lo de hacerlo con nuestra dirección de correo (o la de otros con los que compartimos ese dispositivo) puede acabar creando un pequeño caos.
¿Tu correo o el mío?
Un usuario de Reddit levantaba la liebre de una situación mucho más común de lo que parecía. Mucha gente comparte algún tipo de servicio en internet o usa conjuntamente algún dispositivo que está conectado a internet.
Eso supone que se necesita un correo electrónico asociado al usuario (que a veces es además su nombre de usuario), y que permite gestionar el acceso al servicio y también a la recuperación de la contraseña en caso de que queramos modificarla o no la recordemos.
Los problemas que aparecen al usar una cuenta de correo personal como identificador de la cuenta compartida en un servicio o dispositivo son claros:
- ¿Quién manda? Si yo tengo el control de la cuenta, el resto de miembros del grupo con los que comparto esa cuenta acabarán acudiendo a mí si tienen problemas con el acceso. El "administrador" acaba teniendo más trabajo que si todos tuvieran acceso a la cuenta de correo electrónico.
- Avisos. Muy relacionado con lo anterior, si por ejemplo estamos dados de alta en nuestra distribuidora de luz con nuestro correo personal pero vivimos en pareja o familia, los avisos (facturas, cambios de términos de servicio, etc) llegan a ese correo, algo que puede ser incómodo para la pareja si quiere también estar al tanto de esas novedades.
- Un perfil para cada cual. Hay productos como básculas inteligentes que dejan crear varios perfiles, pero que acaban siendo un poco incómodos de usar al depender de esa cuenta personal cuando en realidad esa información debería enviarse a cada usuario o, como mucho, a una cuenta general.
- Recomendaciones. Otro de los problemas comunes al usar servicios de streaming es que las recomendaciones que se van generando dependen de nuestro uso, pero si usamos una cuenta compartida acabamos teniendo contenidos recomendados no para nosotros, sino para nuestros hijos. A mí me pasa con los míos, que a veces usan mi perfil de Netflix (y no el apartado Kids) y eso hace que se me sugieran series para adolescentes que la verdad, no tienen demasiado interés para mí :).
Una solución interesante: crear una cuenta común de correo electrónico
El propio usuario de Reddit que iniciaba el debate lo hacía lanzando una recomendación: si vas a empezar a usar dispositivos inteligentes o servicios con tu pareja (o familia, o amigos), lo ideal es que crees una cuenta de correo nueva y compartida entre todos.
¿Qué significa eso? Que el dispositivo o el servicio no van a estar asociados a tu cuenta personal o la de tu pareja o la de un amigo, sino que estarán asociados a esa cuenta de correo electrónico conjunta de la que además todos deberían tener la contraseña.
Con eso resuelves varios problemas: separas tu cuenta personal de la de esa cuenta conjunta, que además estará dedicada exclusivamente a dispositivos y servicios que quieres compartir con otras personas.
Obviamente si acabas compartiendo con distintos grupos tendrás que crear otras cuentas conjuntas con ellos, o de lo contrario acabarías teniendo el problema original, pero como decimos al final esta es una buena forma de compartimentar y de evitar más problemas de los que ya puede haber en otro caso.
De hecho ni siquiera sería necesario acceder casi nunca a esa cuenta compartida de correo: podríamos configurar filtros de modo que cada mensaje recibido allí se reenvíe a las direcciones de correo de cada uno de los miembros del grupo, de forma que todos puedan tener avisos e información sobre el dispositivo y los servicios compartidos en sus propias direcciones de e-mail.
Es cierto que los gestores de contraseñas son otra alternativa a ese problema: si todos los miembros del grupo con la cuenta compartida usan este tipo de herramientas, no resulta tan complicado tener cuentas distintas con contraseñas distintas según el servicio o dispositivo, pero lo cierto es que centralizar todo y crear esas nuevas cuentas únicas y compartidas sigue pareciéndonos mejor opción a la larga.
Imagen | Solen Feyissa | Brett Jordan
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