Windows Sandbox llegará en 2019 y permitirá ejecutar aplicaciones (sospechosas o no) de forma aislada y segura

Los responsables de Microsoft no han tenido demasiado éxito con iniciativas que consigan hacer que su tienda de aplicaciones funcione como punto central de distribución software. La idea de Windows 10 S no era del todo mala en cuanto a la seguridad que proporcionaba contar con ese canal software garantizado por Microsoft, que pretendía evitar entre otras cosas que los usuarios estuviesen expuestos a malware.

Ahora en Redmond proponen una alternativa interesante. Se llama "Windows Sandbox" y permitirá poder ejecutar aplicaciones, tengamos sospecha de que tienen malware o no, en un entorno ligero virtualizado y aislado del resto del sistema. Así podremos ejecutar dichas aplicaciones sin riesgo de que contaminen al resto de nuestro entorno de escritorio.

Ejecutando aplicaciones de forma segura y aislada

Hace unos meses ya se hablaba de este tipo de característica, aunque entonces parecía que se iba a llamar "InPrivate Desktop" (con nombre en clave "Madrid"), siguiendo así la estela del modo incógnito de Microsoft Edge. Sin embargo esa denominación ha cambiado a Windows Sandbox.

Cuando esté disponible, podremos activar esta característica como opción en el menú "Activar o desactivar las características de Windows 10".

En Microsoft han publicado hoy un post en el blog oficial en el que indican cómo la característica ya está disponible para algunos usuarios de compilaciones preliminares en Windows 10 Pro o Enterprise.

Para utilizarla será necesario contar con esas últimas compilaciones para versiones preliminares de Windows 10. La versión final llegará en ela primera mitad de 2019 con la próxima gran actualización de este sistema operativo, y los usuarios tendrán que disponer en su procesador de soporte para virtualización, que deberán activar en la BIOS.

Windows Sandbox es según los responsables de Microsoft una "máquina virtual ligera" que se basa en los llamados Windows Containers y un planificador de procesos especial. Una vez ejecutemos esa máquina virtual nos encontraremos con un "Windows dentro de Windows" en el que poder probar esas aplicaciones sean sospechosas de contener malware o no.

Todos los datos asociados con ese entorno temporal se destruirán cuando cerremos ese sandbox, y desde luego parece una forma muy interesante de poder evaluar todo tipo de software sin riesgo.

Vía | Thurrot
Más información | Microsoft

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