Uno habla de altavoces portátiles y normalmente piensa en pequeños dispositivos que cumplen pero que están limitados por sus dimensiones y su precio. Los de la familia Nest de Google o los de la Echo de Amazon son un buen ejemplo, pero el fabricante francés Devialet ha querido demostrar que hay excepciones a la regla.
Es así como llega al mercado el Devialet Mania, un altavoz inteligente semicompacto (2,3 kg) que cuenta con soporte de Alexa y que presume de un sonido de alta calidad que además se expande en 360 grados y lo hace de una forma inteligente.
El Devialet Mania cuenta con seis drivers y dos sub-woofers con los que construye esa experiencia de sonido en 360 grados. Lo llamativo es que cuenta además con un sistema que ajusta el perfil de sonido según donde lo coloquemos.
Lo hace de forma similar a los HomePod de Apple, que contaba con un micrófono en su interior para recoger el sonido emitido por el altavoz para analizar esa respuesta y ajustar en tiempo real la respuesta en frecuencia de la caja acústica. De ese trabajo se encarga su procesador ARM quad-core con sus núcleos Cortex-A53 funcionando a 1,4 GHz.
El Devialet Mania cuenta en realidad con cuatro micrófonos para esa tarea —y para poder recoger nuestras órdenes de voz—, y gracias a esos datos puede por ejemplo minimizar la respuesta de dos de sus drivers en la parte trasera (si lo colocamos cerca de una pared, por ejemplo) y reforzar la de sus dos drivers frontales.
Se utilicen de la forma que se utilicen, esos componentes prometen según el fabricante una experiencia auditiva de alta gama. En Devialet presumen de dos tecnologías propietarias. La primera, Active Stereo Calibration (ASC), es la que como mencionábamos adapta el sonido a la habitación y situación en la que se encuentre el altavoz.
La segunda afecta a sus subwoofers. La llamada Speaker Active Matching (SAM) permite que el producto reconozca y adapte la señal sonora a las características de sus drivers. La grabación original y la presión acústica generada por Devialet Mania se ajustan con precisón según el fabricante de forma que es capaz de eliminar cualquier distorsión y mejorar la reproducción de los graves.
El altavoz cuenta además con soporte Wi-Fi y Bluetooth, además de poder trabajar tanto con el protocolo AirPlay 2 de Apple como con Spotify Connect. La resistencia IPX4 permite poder sacarlo al exterior con cierta tranquilidad, pero cuidado: resiste salpicones de agua, no mucho más. Su autonomía ronda las 10 horas (su batería es de 3.200 mAh), y contamos con un puerto USB-C para cargarlo en unas 3 horas.
Lo más sorprendente de este altavoz portátil para audiófilos no es no obstante todo ese despliegue técnico, sino su precio, que asciende a 790 euros. Eso lo sitúa por ejemplo por encima del recién presentado Sonos Sub Mini de 499 euros, y lo coloca en un rango de precios llamativo para este tipo de dispositivos de sonido.
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