Que una marca como Walkman, que cambió hábitos y durante mucho tiempo fue nombre genérico de música portátil, haya quedado reducida a la anécdota en el mundo digital ha de ser duro para Sony y más cuando su traslación al CD, el Discman, también consiguió relevancia. Su derrota en el mundo del mp3 es la de toda una compañía incapaz por una vez de ver lo que se les venía encima. Tampoco es tan grave: fue también la derrota de toda una industria discográfica y sus muchas ramificaciones, una reconversión en toda regla que aún no ha terminado.
Sony parece ahora más dispuesta que nunca a recuperar uno de sus emblemas y toda la renovación de la línea Walkman da pasos interesantes hacia lugares en los que, quizás, sí pueda encontrar su sitio y hacer frente ya no sólo al iPod, sino a los smartphones, el gran enemigo actual de todo el que plantee un reproductor portátil de audio: ¿para qué comprarte otra cosa si en tu teléfono puedes oír lo que necesitas?
En busca de una respuesta a esa pregunta, el Walkman NWZ-Z1000 es la apuesta de clase alta de toda esta renovación: un reproductor muy cuidado y destinado a los sibaritas del sonido, algo excesivo en precio aunque magnífico en muchos de sus detalles.
Walkman Z1000: un diseño magnífico y una pantalla que impone
Lo primero que llama la atención del Sony Walkman Z1000 es su diseño, ocupado por una pantalla de 4,3 pulgadas (480×800) que deja claro que esto no va a ir sólo de escuchar música, sino también de verla… o de usar el Walkman como reproductor multimedia completo.
En torno a esa pantalla se orienta todo lo demás. Los botones de acceso a nuestra música están pensados para que sean rápidos y sin muchos rodeos. En el lateral del Walkman encontraremos, además del básico de volumen, otro que nos permite acceder desde la pantalla apagada a los controles básicos de las canciones, sin necesidad de desbloquear el reproductor. Sencillo, cómodo y sin apenas posibilidad de pulsaciones equivocadas cuando lo llevamos en el bolsillo.
Si la pantalla lo ocupa todo en el diseño, parece obvio que Sony ha querido cuidarla: multitáctil y con un sistema antireflejos, permite disfrutar de los vídeos de manera más amplia que en un iPod Touch, aunque en resolución esté por debajo del modelo de Apple. Es más amplia y parece, a simple vista, más viva. Además, todo en ella se mueve con ligereza y fluidez (NVidia Tegra 2) y contamos con la salida HDMI para llevar fuera cualquier contenido. Ideal también para ver series y películas, tanto dentro del Walkman como en una HDTV, y para esto también se puede aprovechar su compatibilidad DLNA.
En cuanto al resto del aspecto externo del Walkman NWZ-Z1000, el diseño es de plástico, pero bien rematado, ligero y sin añadidos innecesarios.
Sony: cuidando el sonido con toda su experiencia
El otro aspecto donde Sony ha puesto mucho interés es en el sonido. Puede parecer algo banal señalar esto, pero por desgracia no siempre ocurre en reproductores multimedia, a veces muy atractivos a la vista, pero que en lo referente al sonido empiezan a flaquear.
Aquí no ocurre, todo ese aspecto está muy cuidado: empezando por los auriculares EX incluidos en el propio Walkman Z1000, muy superiores a los que suelen venir de serie en modelos parecidos, y llegando hasta el propio altavoz xLOUD, que puede usarse sin problemas sin base y se escucha de manera satisfactoria. Pasa, por ejemplo, la prueba de llevarlo en el coche, sin conectar al sistema de altavoces, y que se oiga bien… no es poco.
En el resto de las características de audio, Sony saca su artillería pesada. Son muchos años de experiencia en la música portátil y se sigue notando: S-Master MX, Clear Bass, Clear Stereo, DSEE (Digital Sound Enhancement Engine)… hay diferencia, permite más control al usuario de cómo quiere escuchar la música que lleva encima y de cómo adaptar las canciones a lo que necesitan. ¿Es demasiado especializado esto para lo que exige el usuario medio hoy en día? Puede, pero en este aspecto el Walkman NWZ-Z1000 es casi perfecto. Incluye también radio FM.
Bienvenido, Android
El Z1000 ha decidido incorporarse a Android con todas las consecuencias (2.3.4), así que el usuario de algún smartphone de este sistema operativo se sentirá como en casa. De hecho, sólo le faltan las opciones relacionadas con el teléfono, todo lo demás lo encontramos tal cual.
No obstante, hay que resaltar que Sony ha cuidado mucho el software que incluye de serie. Su reproductor de música es fantástico, con una buena organización de canciones, artistas, vídeos, discos y con la opción SensMe incorporada, algo así como su propio Genius. No soporta ni OGG ni FLAC, pero sí MP3, WMA y AAC.
Tenemos, eso sí, acceso pleno al Android Market, lo que vendrá especialmente bien para aquellos acostumbrados a usar reproductores como DoubleTwist u otras opciones de Android. En todo caso, el Market es totalmente funcional: olvidaos de limitaciones propietarias o de Sony capando el modelo. Si queréis tener acceso a Android sin necesidad de un teléfono, la mayoría de las aplicaciones funcionarán sin problemas… salvo las que necesiten de determinados elementos que el Z1000 no tiene… lo que nos lleva a la parte negativa del reproductor.
Renuncias conscientes y otras quizás no tanto
Vayamos con los peros, que los hay. El Z1000, pese a su apariencia de teléfono Android de gama alta, no lo es. Sony quería una alternativa al iPod Touch y, como éste, confía exclusivamente en la conexión Wi-Fi. Hablando de un reproductor bien integrado con el servicio Music Unlimited, el Spotify de Sony, y que además puede incorporar todo tipo de aplicaciones musicales del Android Market (la propia de Spotify, por ejemplo), se echa de menos tener opción a una conexión 3G… aunque eso implicaría estar hablando de otro producto diferente y de una línea distinta.
Ésa es una renuncia consciente que o la tomas o la dejas. A cambio, como ya hemos visto, el Walkman NWZ-Z1000 incorpora suficientes atractivos para los audiófilos como para diferenciarse del todo respecto a un smartphone. Sin embargo, otras renuncias del nuevo modelo de Sony son más peliaguadas: no incuir cámara de fotos o de vídeo cuando le has dedicado un espacio importante a la magnífica pantalla del modelo parece un error de concepto. Si das a tu modelo muchas características de un un dispositivo multimedia de gama alta, ¿por qué obviar otras? ¿El Walkman reducido sólo a descargar y reproducir, y nada a creación propia de imágenes o vídeo? ¿Un Android que no pueda usar aplicaciones que requieran de una cámara? Se antoja una elección arriesgada, máxime teniendo en cuenta el precio (el modelo de 16GB sale por unos 275 euros).
Tenemos el pero de la batería: aunque en audio se comporta bien, cuando toca reproducir vídeo no supera las cuatro horas de reproducción continua a plena potencia, por debajo de lo esperado y de lo anunciado (cinco horas). El último iPod Touch llega a cinco horas y media, por lo que el Walkman NWZ-Z1000 sale aquí por debajo de lo esperado. En el debe también sigue estando esa obsesión por los cargadores y los cables propietarios.
¿Tenemos entonces un modelo de gama alta que no llega a ser todo lo “alta” que esperábamos? Quizás lo que nos lleva a pensar eso sea el precio y aspectos como no tener una cámara integrada en él. Por lo demás, el Walkman NWZ-Z1000 es un gran paso adelante de un emblema de Sony y se complementa bien con las series más baratas de la misma. Ahora queda por resolver la cuestión de si alguien busca un Android sin teléfono sólo por ser excelente como reproductor multimedia.
En Xataka | Sony Walkman Z1000: no es un teléfono Android pero casi
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