Está muy bien recuperar clásicos de la ciencia-ficción de entre las decenas que tenemos en las plataformas de streaming. Pero a veces incluso más satisfactorio es indagar en las pequeñas joyitas ocultas que pasaron parcialmente desapercibidas en su día y que pueden suponer un agradable descubrimiento entre todo el maremoto de novedades semanales. Hemos seleccionado algunas de las películas no-tan-conocidas de ciencia-ficción que puedes disfrutar ahora mismo en Netflix para demostrar que, aparte de los taquillazos, hay mucho más en tu pantalla a lo que prestar atención.
Time Trap (2017)
Una simpatiquísima curiosidad acerca de un grupo de jóvenes que se quedan aislados en una cueva donde el tiempo transcurre a distinta velocidad que en el exterior. Lo que podría haber dado pie a una historia tipo 'Twilight Zone' (cuando salen se encuentran con sus nietos, o algo así), decide pisar el acelerador del disparate, y funciona como película de aventuras espeleológicas y, a la vez, como pieza de minúscula ciencia-ficción excesiva. Una joyita divertida y desvergonzada.
Okja (2017)
Entre 'Snowpiercer' y 'Parásitos', Bong Joon-ho dirigió esta interesante y polémica película, de mensaje ecologista furioso y contundente, y que arremete contra la industria cárnica y el sistema capitalista disfrazada de película juvenil de aventura. En ella, una chica intenta rescatar a una enorme cerda que va a ser sacrificada como parte de una industria alimentaria completamente nueva e inhumana, y Bong Joon-ho usa ese punto de partida para plantear una sátira que no deja títere con cabeza, de los carnívoros irresponsables a los ingenuos activistas.
TAU (2018)
La gran Maika Monroe (desde 'It Follows' y 'The Guest', perfecta para estos papeles de sufridora con recursos) es víctima de una inteligencia artificial programada por un chiflado, en un thriller claustrofóbico y estéticamente muy sugestivo. Rápida, violenta e intensa, a esta 'TAU' se le pueden poner pegas en su tramo final, pero lo cierto es que da justo lo que promete: humanos contra robots en entornos fríos y hostiles.
Illang: La brigada del lobo (2018)
En un futuro cercano las dos Coreas han llegado a un acuerdo para unificarse, mientras los sectores contra la unión son cada vez más violentos y agresivos, llegando a cometer actos terroristas. Una fuerza policial es creada para contenerlos en esta distopía de impresionantes secuencias de acción inspirada en el mítico anime 'Jin-Roh'. Un soberbio blockbuster que deja bien claro la superpotencia del cine en la que se ha convertido Corea gracias al buen hacer de autores como Kim Jee-woon, director de películas como ésta, 'Encontré al diablo', 'El bueno, el malo y el raro' o '2 hermanas'.
Aniquilación (2018)
Parcialmente fallida, inferior al libro de Jeff VanderMeer en el que se basa, pero ambiciosa y digna de mucha más suerte de la que tuvo. Inicialmente producida por Paramount, tuvo una distribución errática y acabó estrenándose como exclusiva de Netflix en muchos países. Bebiendo de la atmósfera y algunos elementos argumentales de la legendaria 'Stalker' de Tarkovsky, cuenta cómo un grupo de científicas se adentran en una zona de origen desconocido y donde las leyes físicas no se aplican. Una maravillita de Alex Garland, director y guionista de 'Ex Machina' y 'Devs'.
Polizón (2021)
Una pequeña tripulación viaja a Marte, pero llevan un inesperado (e involuntario) polizón a bordo. Cuando se revela su presencia, tendrán que tomar una serie de duras decisiones para garantizar la supervivencia de la tripulación. Claustrofóbica pero también emotiva pequeña película producida por Netflix que con muy pocos elementos consigue crear una estimable situación de suspense. Estupendísimos Anna Kendrick y Daniel Dae Kim.
El hoyo (2019)
No pasó desapercibida (de hecho, gracias a Netflix se convirtió en un éxito internacional) pero no conviene olvidar esta estupenda distopía española, de contenido altamente metafórico pero que se puede interpretar de forma casi literal: el sistema se está devorando a sí mismo. Un enorme foso sirve como escenario para un macabro juego de supervivencia en el que posiciones al azar determinan quién va a disfrutar de lo que dejan los demás. Estupendamente interpretada y con un humor venenoso considerable, es una de las películas de ciencia-ficción más inventivas y peleonas de los últimos años.
I Am Mother (2019)
Un interesante thriller de ciencia-ficción en el que una chica adolescente (Clara Rugaard, el gran descubrimiento de la película) es criada en un refugio subterráneo por una madre robot. La relación entre ambas se ve amenazada cuando aparece una mujer desconocida (Hilary Swank, también estupenda) que hace dudar a la protagonista sobre todo lo que le ha dicho el androide a la joven sobre el mundo exterior. Una película que recuerda al género en su vertiente más literaria, al conjugar diversión y suspense con mensajes-torpedo, directos a la línea de flotación de nuestras creencias acerca de nosotros mismos.
Oxígeno (2021)
El maestro del terror francés Alexandre Aja, a quien creíamos perdido entre encargos en Hollywood con muy poca chicha, firma esta pieza de claustrofobia extrema con una sola protagonista: Mélanie Laurent, que despierta en una cápsula futurista en compañía solo de la cargante y ultralógica voz de una inteligencia artificial. Desesperada ante la progresiva falta de oxígeno, intenta averiguar cómo ha llegado allí y cómo puede salir de la cápsula. Tensa y espectacular, plantea unas reglas estrictas que no rompe y que la convierten en una pequeña joya de ciencia-ficción minimalista y asfixiante.
La Tierra errante (2019)
Un auténtico blockbuster chino, que a diferencia de muchas otras películas que triunfan exclusivamente dentro de las fronteras del país, ha conseguido relevancia internacional gracias a Netflix. Aquí, y basándose en una novela de la gran estrella de la ciencia-ficción literaria china, Liu Cixin, la Tierra está destinada a la catástrofe, y la idea que se lleva a cabo para librar al planeta de su destino es sacarlo de su órbita. Pero... ¿qué pasa cuando la fuerza gravitacional de Júpiter es demasiado fuerte? Humor, aventura, drama familiar y mucha ciencia-ficción espectacular para una película muy distinta al cine catastrofista al uso de Hollywood.
Sound & Fury (2019)
A medio camino entre el videoclip y el anime experimental, 'Sound & Fury' es una película post-apocalíptica de animación que pone imágenes al disco del mismo nombre, sexto en la carrera del multipremiado artista country Sturgill Simpson. Está dirigida por un plantel de directores como el histórico Kôji Morimoto o Junpei Mizusaki, que hace poco firmó 'Batman Ninja'. Un alucinante viaje a un futuro distópico al ritmo de ácidas guitarras rock que conforman un tipo de experimento que nos gustaría ver más a menudo en las plataformas de streaming.
Cielo de medianoche (2020)
Dos películas en una (un drama post-apocalíptico de baja intensidad y una aventura espacial) que tienen alguna dificultad para confluir, pero cuyo conjunto vale la pena gracias al cuidado que pone George Clooney, director y protagonista, en retratar a sus personajes. En una Tierra condenada a la extinción, un científico se niega a abandonar su laboratorio en el Ártico, intentando advertir a naves en órbita, en distintas misiones, del destino del planeta. Pero un día encuentra a una niña que se ha quedado con él por accidente, y con ella intentará contactar con una nave que se aproxima. Emotiva y esperanzadora.
Barrenderos espaciales (2021)
En 2092 la Tierra es inhabitable, y mientras los privilegiados se han instalado en un edén que genera gran cantidad de detritus espaciales, otros con menos suerte se dedican a subsistir revendiendo esta chatarra que flota en el cosmos. Un grupo de estos barrenderos espaciales se encuentra en uno de sus trabajos a una niña humanoide buscada por distintas fuerzas, ya que lleva en su interior una poderosa arma. Otro reciente blockbuster coreano, familiar y lleno de humor, con efectos especiales de primera y personajes secundarios tan estupendos como ese robot respondón pero eficiente.
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