'Altered Carbon: Reenfundados', crítica: un frenético regreso, rebosante de ultraviolancia anime, a la primera temporada de la serie

'Altered Carbon: Reenfundados', crítica: un frenético regreso, rebosante de ultraviolancia anime, a la primera temporada de la serie
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Después de dos años de hiato, Netflix parece decidida a reactivar la franquicia 'Altered Carbon': solo unas semanas después del estreno de su segunda temporada llega esta versión anime de las peripecias en el futuro de Takeshi Kovacks, en un experimento que el canal ya había hecho tímidamente antes, con 'Ultraman'. Pero esta vez se basa en una serie propia, y sirve de ensayo para la posiblemente aún más ambiciosa y espectacular adaptación anime de 'The Witcher'.

En este caso, 'Reenfundados' se plantea como una secuela al uso, en formato largometraje, de la serie. De la primera temporada, en realidad, ya que se desarrolla un año después de aquella (y tiene sentido, dado que el proceso de producción ha llevado dos años, y se anunció solo unos pocos meses después del estreno de la primera tanda de episodios, en 2018). El resultado es extremadamente singular, ya que puede ser disfrutado sin haber visto la serie original, aunque obviamente, disfrutarán más los guiños y ciertos detalles del argumento quienes la conozcan.

Esto obedece a la propia naturaleza argumental de 'Altered Carbon', que nos translada a un mundo futuro en el que las consciencias de las personas son almacenadas en unos dispositivos, las "pilas", que pueden implantarse en cuerpos sucesivos, a los que llaman "fundas". A nuestro protagonista, Takeshi Kovacs, ya lo hemos visto en tres distintas, y es uno de los grandes atractivos de la franquicia: la personalidad de este ex-terrorista, ahora a menudo detective privado a la fuerza, persiste aunque cambie el cuerpo.

En esta ocasión, la pila de Kovacs va a parar a un fornido investigador experto en combate cuerpo a cuerpo (la sombra de su primera encarnación, interpretado por la mole Joel Kinnaman, aún está ahí) que tiene que averiguar qué misterio hay en la sucesión dentro de un sindicato yakuza. Y quién quiere matar a una joven tatuadora que parece tener algo que ver con todo ello. Su camino se cruzará con el de una miembro de la CTAC (el ejército antiterrorista de la ONU), que también sabe más de lo que cuenta.

Como es obvio, en sus parcos pero intensos 75 minutos, 'Reenfundados' no es capaz (ni lo intenta) llegar a los niveles de profundidad y reflexión de la primera temporada de la serie. Pero juega bien sus cartas y consigue replicar a la perfección el ambiente futuro y deshumanizado que planteaba aquella, y pone sobre la mesa parte del ciberexistencialismo que la hacía especial. Allí teníamos un concepto fascinante (las pilas crean sujetos inmortales, y las diferencias de clase siguen condicionando cómo se enfrenta cada cual a esa no-muerte), algo que aquí solo se rasca superficialmente, en un solo aspecto.

Gracias a su naturaleza de anime, y su ambientación completamente japonesa (que sienta como un guante al orientalizado futuro estilo 'Blade Runner'), 'Reenfundados' viaja al submundo de la yakuza, que en esta urbe del porvenir sigue siendo un refugio de tradición y costumbres, y se usa la idea de la sucesión entre jefes de clanes para introducir la idea de la destrucción de la pila como una prueba de honor definitiva. Sin pila no hay posibilidad de reenfundado, la muerte es permanente. La rendición absoluta a las leyes de la yakuza.

'Altered Carbon: Reenfundados': Cementerio yakuza

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Es decir, que sin duda esta película no toca tantos temas y a tantos niveles de complejidad como la primera temporada por una cuestión de tiempo, pero comparte con ella su inteligente discurso sobre dónde reside la humanidad y cuáles son sus límites. Dai Satô, uno de los guionistas de la soberbia 'Cowboy Bebop', es uno de los creadores de esta especie de versión de bolsillo de aquella primera temporada, y desde luego, es muy superior a la decepcionante segunda tanda de episodios, que aligeró la complejidad narrativa y conceptual, rebajando un poco el soberbio nivel del arranque de la serie.

El conjunto queda redondeado por un espléndido de la violencia, que ya se vio en imagen real (especialmente en las soberbias e impresionantes secuencias de acción de la primera temporada, rodadas casi con ritmo y estilo oriental), y que aquí se despliega en unas hiperestilizadas secuencias de combate, muy sangrientas e imaginativas. Netflix ha puesto en pie no solo un anime estupendo y una dignísima continuación de una de sus series tapadas por excelencia (pese al bombo que le dan, parece que no termina de encontrar un público), sino un castillo de fuegos artificiales de ultraviolencia demente que funciona como un cañón.

A medio camino entre el regalo para fans (con personajes como el de la IA del hotel, cuyo doblaje al inglés es un guiño para conocedores de la serie), pero sin pasarse de autoreferente y la producción con personalidad propia, que se sustenta perfectamente en una estética y un lenguaje propios, 'Altered Carbon: Reenfundados' es un hallazgo. Hasta ahora, la serie de Netflix está zigzagueando de forma impredecible, pero mientras siga obsequiándonos con joyitas del calibre de este anime, seguiremos a bordo.

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