De todos los datos peculiares que rodean a 'Mythic Quest', la estupenda mezcla de 'The Office' y 'Silicon Valley' que pone en solfa a la industria del videojuego, sin duda el más notorio sale a la luz si observas atentamente los títulos de crédito. 'Mythic Quest' está producida por Ubisoft. Sí, ESA Ubisoft. Es decir, Mythic Quest es una sátira de la industria del entretenimiento interactivo completamente tramada desde dentro de las tripas de la bestia.
Los chistes, de ese modo, tienen un eco muy particular. El famoso capítulo 5, que habla de cómo las grandes corporaciones devoran a los pequeños creativos con ideas originales en la industria, adquiere un eco siniestro. Y 'Mythic Quest' no se corta en morder la mano que le da de comer: en otro capítulo, el productor del juego tiene una reunión que le destroza emocionalmente con sus enigmáticos y auténticos superiores, a los que llama simplemente "Los franceses", en clara referencia a la propia Ubisoft.
'Mythic Quest' no es una serie construida en torno a los guiños: no parodia juegos o situaciones específicas, pero sí ofrece a través del humor una radiografía clara de la industria del videojuego. Y para quienes conocen su historia y, sobre todo, el estado actual del medio, lanza unos dardos muy evidentes. Vamos a desgranar algunos de ellos en una lista de homenajes y referencias que, por supuesto, llevan colgado el cartel de OJO: SPOILERS, ya que entraremos en algunos detalles de los argumentos de los episodios.
La presencia femenina
El papel de Megan Ganz, cocreadora de la serie, es importante para definir el papel femenino en ella. Es responsable de que la serie beba de 'Community' o 'Colgados en Filadelfia', en las que ha trabajado. Y es ella la que le da un papel interesantísimo a las mujeres que trabajan en la empresa, empezando por la protagonista de la serie, la programadora Poppy.
Prácticamente todas las mujeres de la serie, de las que tienen papeles más o menos administrativos (la community manager, la jefa de personal) a las que adoptan papeles más creativos (de la propia Poppy a una programadora de eterno mal humor llamada Michelle -la cómica Aparna Nancherla-) tienen algún momento para exponer cómo es la vida de las mujeres en una empresa como 'Mythic Quest', dominada por hombres. La visión tiene un punto amargo y descorazonador.
En el episodio 4, el que afronta más directamente esta cuestión, un grupo de niñas visita el estudio para conocer a alguna mujer que desarrolle un papel de importancia allí. Pero como Poppy está en una convención, comienza la búsqueda de una mujer satisfecha con su trabajo en la empresa, con deprimentes resultados. Finalmente, lo encontrarán en la que es, literalmente, casi el último mono de la compañía: una simpática beta tester que aún encuentra cierta ilusión en lo que hace. Moraleja: la ambición acaba con todo lo bonito que tienes... si eres una mujer (un mensaje que también se puede aplicar al excelente episodio 5).
Pootie Shoe
Uno de los personajes más interesantes es Pootie Shoe, un irritante y jovencísimo youtuber cuyas motivaciones para jugar a Mythic Quest conoceremos al final de la temporada. Pero antes de ello, con sus caprichosos vaivenes de ánimo puede hacer temblar el futuro del juego: sus opiniones, positivas y negativas, marcan el rimo al que se ven obligados a danzar en la compañía. Se trata de una interesante reflexión sobre cómo los creadores dependen de los medios actuales (no hay apenas referencias a la prensa tradicional del sector, aunque sí alguna directa y con nombre y apellidos) y de sus caprichos.
Pronto, en Mythic Quest se dan cuenta de que la única forma de competir con el youtuber es crear ellos a alguien que le sustituya. Una trama sin aparente importancia que se plantea sin que los responsables del estudio perciban ningún problema en ello, lo que sin duda es la crítica más demoledora al concepto que se puede hacer: todos (ellos como creadores y nosotros como espectadores) tenemos muy asumido que la industria va a encontrar la forma de replicar las formas de comunicacion que nacen en el entorno fan.
'Time to Penis'
En el argot de los desarrolladores de videojuegos (heredado, a su vez, del argot de los psicólogos infantiles, que a veces tanto tienen en común), 'Time to Penis' es, según el Urban Dictionary, el tiempo que los jugadores tardan en empezar dibujar penes con las herramientas que les brinda un juego, sea en chats o sea con aplicaciones in-game. Los diseñadores de 'Minecraft' lo saben bien, como lo sabe cualquier creador de una herramienta para modificar armas, escudos o emblemas. El pene está en el horizonte, la única incógnita es cuántos minutos va a tardar alguien en dibujarlo.
En 'Mythic Quest' se llega a esa situación a través de la pala, un divertido artefacto que también refleja la tensión creativa entre la programadora Poppy y el director del juego, Ian. La primera quiere que la pala sea una herramienta de creatividad para los jugadores, el otro acaba convirtiéndola en un arma letal, lo que acaba siendo muy bien recibido por los usuarios, por ridículo que sea el concepto. Y en cualquier caso, en cero coma estos se ponen a cavar enormes penes en el suelo, porque esa es la creatividad de este mundo. Bueno, penes o...
El problema nazi
... esvásticas. O esvásticas de penes, claro. En uno de los episodios más contundentes de la primera temporada, los responsables de 'Mythic Quest' descubren que su juego ha sido invadido por nazis, y le dan vueltas a una circunstancia que les está suponiendo un auténtico problema de imagen. Entre ellos se genera un divertido debate acerca de cómo barrer a estos indeseables sin dar imagen de censores, con momentos tan divertidos como la reunión en la que categorizan todo tipo de pensamientos tóxicos. En este contexto se homenajea uno de los momentos más ridículamente míticos de la historia de World of Warcraft: la brutal raid de desalmados en el funeral de Fajeyin.
Las cinemáticas de Mythic Quest
Para darle personalidad al juego de ficción, se han usado juegos reales de Ubi Soft, que aparecen tanto a modo de transición entre escenas como en forma de cinemáticas. Proceden todas de la saga 'Assassin's Creed' y de 'For Honor', y de franquicias externas a Ubi Soft, como 'Kingdom Come: Deliverance', entre otros. La excepción a su catálogo más notable está en la escena en la que el guionista del juego y una beta tester acaban emocionados con una escena de la muerte de un caballo en un título que no llega a mencionarse: se trata de 'Red Dead Redemption 2'
El papel del E3
Por supuesto, las convenciones y su fauna tienen un importante papel en la serie, pero ésta, como producto, no es ajena a su necesario empujón. Rob McElhenney presentó la serie en un evento en el E3 de 2019, el último hasta la fecha. Es la primera vez que una serie de televisión se presenta en ese contexto.
El juego de 'Mythic Quest'
EL propio juego de 'Mythic Quest' se ve en numerosas ocasiones en pantalla. Se trata de un trasunto de los MMORPG tipo 'World of Warcraft' (pero con una interfaz de acción en tercera persona, para que sea más fácilmente indentificable), y fue desarrollado por el estudio interno de Ubisoft Red Storm, que han trabajado en franquicias de la compañía gala como 'Far Cry', 'Rainbow Six' y 'Ghost Recon'.
Se encargaron de supervisarlo Danielle Kreinik, director de desarrollo televisivo de Ubisoft y Jason Altman, jefe del departamento de cine y televisión y coproductor ejecutivo de la serie. Red Storm creó los modelos de personajes como el Hombre Enmascarado, el Caballero Blanco y Poppy. Entendieron el humor porque, como afirma Kreinik para The Hollywood Reporter, en el estudio había grandes fans de 'Colgados en Filadelfia'.
Dr. Robotnik's Mean Bean Machine
El pseudo-Tetris 'Puyo Puyo' fue rehecho y distribuido por Sega en occidente como un spin-off de 'Sonic' en 1993. De su título proceden los apodos de los dos protagonistas del capítulo 5 de 'Mythic Quest', Doc y Beans.
El crunch y otras relaciones tóxicas con el trabajo
Ahora que todos hemos visto claro que las maratonianas e insalubres sesiones de trabajo en los estudios de desarrollo están a la orden del día, 'Mythic Quest' no puede dejar de hacerse eco de esa situación, y prácticamente se tocará el tema en todos los episodios: de programadores que se sindicalizan para acabar con los abusos al aprovecharse por parte del estudio de que muchos de ellos están llevando a cabo el trabajo de sus sueños.
En el recién estrenado 'Mythic Quest: Cuarentena', un episodio especial de confinamiento grabado con cada actor en su casa a golpe de interfaz de videoconferencia, veremos un lado tan oscuro de estas relaciones entre empresa y trabajador como los propios crunchs: la dependencia psicológica de los trabajadores a una tarea que adoran, pero que les está matando. El episodio arranca cuando Poppy se centra exclusivamente en el código para no tener que enfrentarse a la horrible pandemia que tenemos alrededor.
El modelo de Ian
Ian, director del juego e interpretado por Rob McElhenney, también cocreador de la serie, está claramente basado en el físico y el estilo de Brandon Beck. Beck es uno de los fundadores de Riot Games, estudio editor del inmensamente popular 'League of Legends', una de las claras inspiraciones de 'Mythic Quest'.
Brad, del departamento financiero, como el Tío Gilito
Otro tema vector de la serie es el eterno equilibrio entre arte y neocio. La creatividad y el dinero chocan, sobre todo, en el personaje de Brad (Dan Pudi, otro veterano de 'Community'), un director financiero que se las ingenia continuamente para intentar monetizar el juego. La serie aprovecha sus ideas para parodiar el complejo mundo de la financiación de los juegos como Mythic Quest, a menudo basados en sistemas free-to-play.
Un curioso guiño que protagoniza Brad es el que le lleva a confesar un sueño que tiene desde la infancia: el de tener una piscina de monedas como el Tío Gilito. Curiosamente, Pudi pone voz a uno de los sobrinos de Donald en la última encarnación de la serie 'Patoaventuras', Huey Duck. Fue contándoselo a una compañera en un descanso del rodaje cuando surgió la idea de introducirlo en la serie, y que contara la anécdota de la piscina de monedas, una ambición que sin duda encaja perfectamente en la personalidad de Brad.
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